Asturias es una de las comunidades autónomas menos afectadas por la propagación del coronavirus en España. A pesar de ello, no deja de ser importante la cantidad de afectados por menor que sea. Según los últimos datos, publicados este jueves, en esta región se han confirmado 2.453 casos positivos por Covid-19; mientras, han fallecido 223 personas y se han recuperado 665. Para conocer cómo se ha afrontado esta crisis sanitaria y cuáles son los planes para afrontar las próximas fases, ConSalud.es ha contactado con Pablo Fernández, consejero de Salud del Gobierno del Principado de Asturias, quien ha respondido a esta entrevista.
¿Cómo están afrontando este momento? ¿En qué situación se encuentran actualmente?
En este momento en Asturias estamos en una situación especial dentro del curso de la crisis sanitaria, en la que a pesar de que se acaba de prorrogar el Estado de alarma otros quince días, existe una percepción de que lo peor ha pasado. Estadísticamente puede ser así, si atendemos a los indicadores de incidencia acumulada, de hospitalizaciones o de fallecimientos incluso. Sin embargo entramos en una fase muy compleja en la que debemos planificar concienzudamente cómo desescalar progresivamente las medidas restrictivas puestas en marcha en su momento a fin de ralentizar la difusión del virus entre nuestra población. Esta percepción no debería animar a relajarse en el nivel de alerta ni de los responsables políticos, ni de los profesionales ni de los ciudadanos.
"Será importantísimo conseguir que la población comprenda la situación, los riesgos y las medidas de la desescalada, lo cual no será sencillo, pero sí necesario"
El éxito en la ralentización de la incidencia, lógicamente conllevará una inmunización de poca proporción de la población -lo veremos en el estudio de seroprevalencia que está en marcha-, y ello nos obliga a estar muy pendientes de vigilar cualquier repunte, lo cual es altamente probable por muy bien que se diseñe esta inédita desescalada, a fin de reaccionar con rapidez de la manera adecuada. No existe ninguna experiencia previa ni ningún manual. Obviamente será importantísimo conseguir que la población comprenda la situación, los riesgos y las medidas, lo cual no será sencillo, pero sí necesario.
A parte de las medidas aprobadas a nivel nacional, ¿cuáles han sido las acciones que han impulsado de forma concreta en su comunidad?
Ha habido medidas en diferentes ámbitos que han posibilitado el éxito en la consecución de objetivos como evitar un aumento explosivo de la curva de incidencia, que en poco tiempo conseguimos aplanar con una tendencia progresivamente divergente de la media nacional. Entre ellas podemos destacar en la atención sanitaria la elaboración de planes de contingencia en los que ha tenido especial protagonismo la atención primaria, con una reorganización y refuerzo que ha posibilitado un adecuado tratamiento y seguimiento domiciliario de los pacientes más leves, ya fueran casos posibles o confirmados. Evitar que estos casos precisaran acudir a los servicios de urgencias, ya desde el primer momento de la crisis, y que pudieran ser atendidos a domicilio tras llamar al 112 en caso de sospecha de Covid-19 fue clave. Hemos conseguido que en ningún momento los servicios hospitalarios estuviesen saturados, y que cualquier persona con indicación clínica de atención hospitalaria fuese adecuadamente atendida en el centro más adecuado.
Otra cuestión a destacar ha sido la cooperación de los sistemas sanitario y sociosanitario, con intervención de profesionales sanitarios reforzando en lo organizativo y en lo asistencial a los centros residenciales de mayores, detectando precozmente los casos positivos tanto de profesionales como de residentes, con una tasa de pruebas diagnósticas PCR por número de habitantes de las más altas del mundo, y evacuando a los residentes a centros adecuados para su aislamiento, o a hospitales especializados en geriatría, o de agudos o unidades de críticos cuando fue preciso, independientemente de su edad, evitando la obstinación terapéutica pero sin dejar de atender adecuadamente a nuestros mayores. Asimismo, es de destacar también, el Servicio de Salud Poblacional de la Dirección General de Salud Pública, que reforzó la atención a personas vulnerables durante el estado de alarma, con el seguimiento de su situación psicosocial en los recursos habilitados por Delegación de Gobierno para personas sin hogar, centros de asistencia a drogodependientes y por violencia de género.
"La vuelta a la actividad asistencial habitual debe pasar primero por una necesaria y concienzuda planificación donde prime la seguridad de profesionales, pacientes y acompañantes"
¿Cómo cree que será la vuelta a la actividad asistencial habitual? ¿Será posible en un plazo breve de tiempo?
La vuelta a la actividad asistencial habitual debe pasar primero por una necesaria y concienzuda planificación donde prime la seguridad de profesionales, pacientes y acompañantes. En este sentido, debe hacerse de una forma escalonada, por fases, con un análisis de situación epidemiológica previo a la evolución de cada fase. En base a ese estudio debemos de priorizar las asistencias más preferentes, teniendo en cuenta una serie de cuestiones que probablemente no podamos abandonar durante un tiempo aún no determinado, como son mantener dos circuitos asistenciales (Covid y no Covid), valoración de realización de pruebas a la entrada de determinados circuitos asistenciales, espaciado de las citas tanto en consultas como en pruebas o en bloque quirúrgico.
Asimismo, tanto en Atención Hospitalaria como en Atención Primaria debemos evitar la agrupación de personas y primar la protección individual generalizada, tanto para pacientes como para profesionales, reforzar hábitos de higiene y seguridad, así como mantener asistencia telemática y telefónica en todas las actividades asistenciales que lo permitan. Probablemente la actividad asistencial ya nunca vuelva a ser como la que conocíamos como “la habitual”. Qué duda cabe que hemos aprendido, a marchas forzadas, que hay actuaciones clínicas y burocráticas que se pueden realizar de otra forma más eficiente que la tradicional, y también puede ser una oportunidad de mejora de aquí en adelante que no debemos perder.
¿De qué forma ayudará toda esta situación a mejorar en su conjunto a cómo se atiende a los pacientes y se gestiona la sanidad en su región?
Esta experiencia, sin duda, la superaremos y, sin duda, saldremos de ella con una organización sanitaria fortalecida. Una situación como la que estamos viviendo está poniendo a prueba nuestras posibilidades, cuestión muy importante para conocer la capacidad máxima de nuestro sistema. En Asturias, estamos orgullosos del sistema sanitario que hemos construido durante décadas, tanto en recursos como en capacidad humana: la población y los profesionales saben que este es un gran valor de nuestra Comunidad. En estas semanas hemos comprobado además cómo se ha puesto en valor definitivamente la telemedicina, y así, la ciudadanía ya es consciente de que con frecuencia se puede realizar asistencia sanitaria no presencial con calidad, o también apreciamos que nos va a permitir dotar de más flexibilidad a nuestra organización reforzando el trabajo en red entre profesionales de distintos centros sanitarios.
"La sociedad ha actuado con calma, pese a la gravedad de la situación, y con confianza en sus gobernantes, a pesar de la incertidumbre que genera una enfermedad producida por un virus que hace cinco meses era desconocido"
El papel de la Atención Primaria en la gestión de la crisis, que ha sido clave a los ojos de los mayores expertos en epidemiología y salud pública, deberá tener continuidad con el desarrollo de la Estrategia iniciada en Asturias para su nuevo enfoque. Además, debemos de reforzar la coordinación sociosanitaria, en la que llevábamos años trabajando conscientes de su trascendencia: en esta crisis ha sido clave, y ya a nadie le puede quedar duda de que este trabajo en equipo del ámbito sanitario y sociosanitario, incluyendo la atención integral de la persona mayor institucionalizada y el uso compartido de los recursos y la información, debe tener fuerza y estabilidad.
¿Cree que la sociedad se ha sentido protegida por sus instituciones o ha tenido la sensación de que ha tenido más relevancia el interés partidista y/o territorial?
La sociedad ha actuado con calma, a pesar de la gravedad de la situación, y ha actuado con confianza en sus gobernantes, a pesar de la incertidumbre que genera una enfermedad producida por un virus que hace cinco meses era desconocido. Creo que para ello ha sido clave que desde esta Consejería nos hemos esforzado por explicar en todo momento tanto la situación que iba generando por la Covid-19 como las medidas a tomar, con toda la transparencia posible. Creo que en esta crisis la sociedad ha ido afortunadamente más allá de un tradicional rol pasivo y no se ha limitado a pedir protección. En Asturias la población ha actuado con una gran responsabilidad, ha percibido que tenía un papel activo importantísimo en esta crisis y lo ha llevado a cabo impecablemente desde el primer minuto. Ha sido una de las claves que han ayudado hasta el momento a alcanzar con éxito los objetivos propuestos en la gestión de esta crisis sanitaria.