En el tiempo que llevamos de pandemia de Covid-19, varios han sido los intentos de definir la situación de los pacientes infectados con coronavirus que con el paso del tiempo han seguido sufriendo síntomas o dolencias asociadas a la enfermedad. Ahora ya se define como “covid prolongado o persistente” pero había dudas de cómo actuar ante cada caso y cómo preparar a los sistemas sanitarios.
Ahora, cuando casi se cumplen tres años de crisis sanitaria, en el ámbito europeo han surgido unas directrices ideadas para implementar “formas efectivas de invertir en salud” para combatir el impacto que la condición post-Covid-19 ha provocado sobre los propios sistemas de salud. Se trata de la opinión de un panel de expertos independientes, consultados por la Comisión Europea, que han puesto encima de la mesa algunas recomendaciones.
El panel de expertos insta a implicar a los pacientes afectados en los proyectos de investigación, que se integre en todos los niveles asistenciales y que tenga en cuenta a la heterogeneidad de la población
Cabe recordar que el Covid prolongado o persistente afecta “al menos al 10% de los pacientes que estaban enfermos con Covid-19”. Sin embargo, existe una “falta de vías clínicas y tratamientos apropiados” para la afección, por lo que sostienen que “representa una carga potencialmente significativa para los sistemas de salud”. Y debido a los obstáculos que se presentan, los expertos instan a “garantizar el acceso equitativo a la atención médica y brindar una cobertura de protección social y financiera receptiva, eficiente y libre de estigmas”.
INVESTIGACIÓN: COPRODUCIDA, A ESCALA Y EN TODOS LOS NIVELES
Como primera recomendación, este panel independiente insta a impulsar la investigación sobre la Covid prolongada “coproducida explícitamente” con quienes padecen la enfermedad. En esta línea, animan a llevar a cabo un “diálogo conjunto” entre pacientes, profesionales y gestores que también se centre en la “creación conjunta de posibles intervenciones terapéuticas” y en los itinerarios de los pacientes.
Ligado a este punto, los expertos plantean integrar a toda la investigación sobre Covid prolongado “en todos los niveles asistenciales” para comprender mejor la carga en los sistemas sanitarios. Así, proponen facilitar el desarrollo de los centros sanitarios “como escenarios de investigación” para lograr la participación de todos los pacientes en los ensayos clínicos y garantizar que los nuevos descubrimientos “se compartan, validen y pongan en práctica”.
Los expertos piden equipos multidisciplinares en Primaria, que se priorice la vacunación y la reducción de la transmisión y que se desarrolle un programa coordinado de sistemas de vigilancia
También en el ámbito de la investigación, el documento apunta a que se lleve a cabo “a una escala suficiente” para ofrecer “respuestas definitivas” y que tengan en cuenta la heterogeneidad de la población los distintos contextos que les afectan. En lo que respecta a los tratamientos, sugieren “la armonización de las definiciones, herramientas de medición válidas, definir resultados y la coordinación de los proyectos”.
COORDINACIÓN, VACUNACIÓN Y ESTADÍSTICAS
Entrando en el ámbito asistencial, el informe invita a desarrollar modelos de coordinación en atención primaria “que garanticen una derivación rápida” a los especialistas. A través del “principio de atención centrada en la persona”, plantean que se reconozca esta enfermedad como “una de las muchas afecciones crónicas complejas” que coexistirán con otras y que afectarán a las personas. Por ello, apuestan por equiposmultidisciplinares compuestos por “fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, enfermeras, psicólogos, logopedas, médicos y trabajadores sociales”.
Pese a ello, y dado a que la infección por Covid-19 “es la causa” de la Covid prolongada, los expertos insisten en que deben priorizarse las medidas para combatirla, “incluidas la vacunación y la reducción de la transmisión”. Por ejemplo, subrayan la importancia de “mantener el impulso de las campañas de vacunación”, ampliar su cobertura con los refuerzos. Además, proponen intervenciones “no farmacéuticas” como mejorar la ventilación o instalar filtros de aire.
Finalmente, este panel insta a desarrollar un “programa coordinado de sistemas de vigilancia” con datos de cada Estado miembro, definiciones de casos y “metodologías coherentes” que abarque el impacto global de la afección, tanto en lo que respecta a la salud como al empleo o la economía. Para ello, animan a realizar “encuestas con oleadas repetidas a intervalos relativamente cortos durante al menos los próximos tres años”, con criterios de diagnóstico “coherentes”.