La Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE), a través de su coordinador, Javier García-Samaniego, jefe de Hepatología del Hospital Universitario La Paz de Madrid e investigador del CIBERehd (Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas), ha alertado de la importancia de mejorar el diagnóstico temprano para avanzar en el objetivo de la eliminación de la hepatitis C (VHC), pues los últimos estudios publicados han demostrado que uno de cada cinco nuevos diagnósticos de esta patología en nuestro país son de pacientes que se encuentran en una fase avanzada de la enfermedad hepática.
Para superar esta situación y seguir avanzando en la eliminación, los expertos han recomendado aprovechar la petición de serología de la Covid-19 para realizar la del VHC si la persona no la tiene hecha.
Uno de cada cinco nuevos diagnósticos de esta patología en nuestro país son de pacientes que se encuentran en una fase avanzada de la enfermedad hepática
“España está ante la oportunidad histórica de convertirse en el primer país entre los desarrollados en acabar con un problema de salud pública como la hepatitis C, pero, en materia de diagnóstico, el balance no es aún satisfactorio, pues “hay entre 20.000 y 30.000 personas que están infectadas y no lo saben y además el 20% de los nuevos casos que se detectan son de pacientes con la enfermedad hepática avanzada y la gran mayoría de ellos pertenece a colectivos vulnerables, lo cual quiere decir que estamos llegando tarde y, además, en poblaciones que ya sabemos que son de mayor riesgo”.
Estas declaraciones las ha realizado el Dr. García-Samaniego durante el Congreso Virtual que la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) en el que ha demandado a las administraciones un esfuerzo adicional tras el gran avance logrado con universalización del tratamiento en 2017 y que ha permitido desde entonces tratar con éxito a más de 130.000 pacientes.
“La pandemia nos ha llegado justo en la recta final de la eliminación, cuando el tratamiento ya es un derecho para todos y las comunidades autónomas habían empezado a desarrollar planes de macroeliminación (en la población general) y microeliminación (en focos primarios/poblaciones vulnerables)”, ha expuesto García Samaniego.
Al respecto ha señalado que la AEHVE está preparando un informe sobre el impacto de Covid-19 en el desarrollo de las estrategias de eliminación, si bien ha anticipado que ese impacto “es evidente que se ha producido y exigirá esfuerzos adicionales para recuperar el tiempo perdido y mantenerse en la recta final de la eliminación”. Solo a modo de ejemplo, ha señalado que en la Comunidad de Madrid se ha pasado de más de 1.900 tratamientos en 2019 a apenas 400 en lo que va de 2020.
DIEZ MEDIDAS
La AEHVE considera claves una serie de medidas como fomentar el desarrollo de estrategias de microeliminación en los focos primarios, y la instauración de nuevas vías asistenciales en los colectivos alejados del sistema sanitario (grupos vulnerables).
La creación de centros o referentes comunitarios de cribado para combatir los focos primarios; la búsqueda de pacientes con serología positiva no tratados y la continuidad y agilidad asistencial para todos; la homogeneidad y coordinación territorial en el abordaje de la hepatitis C.
La AEHVE está preparando un informe sobre el impacto de Covid-19 en el desarrollo de las estrategias de eliminación de la enfermedad
El avance en el diagnóstico en un único paso; la culminación de la estrategia de microeliminación en prisiones; y el desarrollo de una estrategia de cribado en población general foman parte de las propuestas. A ello se suma el desarrollo políticas de prevención que incidan en las prácticas de riesgo; y la educación para la salud con el fin de evitar reinfecciones en colectivos vulnerables.
Como indica el Dr. García Samaniego “existe un posicionamiento común por parte de las sociedades científicas para lograr la eliminación de la hepatitis C basado en simplificación, integración y descentralización”, ha declarado, que ha concluido que “la eliminación de la hepatitis C es posible en el entorno de 2024 pero sólo si se sigue avanzando en políticas de cribado y mejora de la continuidad asistencial y se reduce el porcentaje de diagnóstico tardío, que presenta datos preocupantes que matizan negativamente los datos abrumadoramente positivos sobre la extensión y éxito de los tratamientos”.