China ha pasado, en cuestión de unas semanas, de los confinamientos de barrios y edificios por un único caso a un desmantelamiento de sus restrictivas políticas de Covid cero, producido el pasado 7 de diciembre. A la decisión empujada por las protestas ciudadanas y la presión social, se suma también un colapso de los hospitales y funerarias ante un aumento de casos sin precedentes.
Estimaciones realizadas por las universidades de Hong Kong y Washington sostienen que hasta el 60% de los más de 1.400 millones de habitantes de China podría infectarse en los próximos meses. De ellos entre uno y dos millones fallecerán. Una situación que se deriva de una menor eficacia de las vacunas chinas contra la Covid-19 y que los expertos dudan que pueda ser subsanada por efecto de medidas públicas y sociales.
Ante esta situación, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, compareció la semana pasada para presentar las medidas que ha incorporado España ante el levantamiento de restricciones en China.
El próximo 8 de enero, China se abrirá de nuevo al mundo, por lo que se prevé un aumento de la circulación de viajeros procedentes de este país
Darias ha anunciado que España pedirá el certificado Covid digital (o equivalente), también conocido como pasaporte Covid, además de un test de coronavirus negativo, para los viajeros procedentes del gigante asiático.
La ministra ha recordado que la situación de descontrol en China se debe, entre otros aspectos, a que hasta ahora había seguido una política de 'Covid cero', que ha supuesto una "escasa circulación del virus". La "abrupta interrupción de las restricciones" sumado a la escasez de pautas completas y de refuerzo, se ha traducido en unos altos niveles de transmisión del virus repentino. El próximo 8 de enero, China se abrirá de nuevo al mundo, por lo que se prevé un aumento de la circulación de viajeros procedentes de este país.
¿CÓMO ESTÁN ACTUANDO OTROS PAÍSES?
Francia y Reino Unido exigirán, en la línea española, un test negativo a los pasajeros que provengan de China. Los viajeros que se desplacen al territorio francés, ya sea en un vuelo directo o con escala, tendrán que mostrar un test PCR o de antígenos de menos de 48 horas para poner montarse al avión desde China. A la llegada a Francia, sus autoridades harán pruebas a los pasajeros que vengan del país asiático de manera aleatoria.
En caso de dar positivo, el viajero se comprometerá a aislarse. Asimismo, los muestreos con infección de coronavirus serán sometidos a estudios para comprobar si hay nuevas variantes. Por ello, el ejecutivo francés recomienda postergar los viajes a China que no sean indispensables y, en los que lo sean, exhorta a sus ciudadanos a tener las vacunas anticovid al día y respetar los gestos de distanciamiento.
En Reino Unido esta medida sería preventiva y temporal, debido a la falta de confianza en el sistema de vacunas y datos proporcionados por las autoridades chinas
En cuanto al gobierno británico, esta medida sería preventiva y temporal, debido a la falta de confianza en el sistema de vacunas y datos proporcionados por las autoridades chinas, según apunta el canal de televisión Sky.
Algunos diputados conservadores han pedido recientemente al Ejecutivo que reaccione con mayor contundencia ante el aumento de los casos en el país asiático. A pesar de esto, el presidente del llamado Comité conjunto de Vacunación e Inmunización del Reino Unido, Andrew Pollard, sostiene que es improbable que la imposición de restricciones en los viajes pueda frenar la entrada de variantes de covid al Reino Unido.
Italia, por el momento, ha decretado un test rápido obligatorio para los viajeros que accedan al país procedentes de China. El vicepresidente italiano y ministro de Infraestructuras, Matteo Salvini, instó este viernes a la Unión Europea a "moverse" ante la llegada a su territorio de nuevas variantes de covid-19.
Alemania, por su parte, no pedirá por el momento una prueba negativa de COVID-19 a los pasajeros procedentes de China, según ha declarado el ministro de Sanidad, Karl Lauterbach
Alemania, por su parte, no pedirá por el momento una prueba negativa de COVID-19 a los pasajeros procedentes de China, según ha declarado el ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, quien abogó por una estrategia uniforme de el marco comunitario y la "monitorización de variantes" en los aeropuertos.
TEST EN CANADÁ Y AUSTRALIA
Más allá del marco europeo, Canadá ha anunciado que pedirá un test negativo de COVID-19 a los pasajeros procedentes de China a partir del 5 de enero, uniéndose así a otros países Estados Unidos, que ya han decidido reforzar el control fronterizo con el país asiático.
"Estas medidas sanitarias previstas se aplicarán a los viajeros independientemente de su nacionalidad y estado de vacunación. Son temporales, vigentes durante 30 días, y se volverán a evaluar a medida que se disponga de más datos y pruebas", ha precisado el Gobierno canadiense en un comunicado.
"La decisión de implementar estas medidas temporales se ha hecho con extremada precaución, teniendo en cuenta la dinámica y la evolución de la situación en China y el potencial de que aparezcan nuevas variantes en un entorno de alta transmisión"
Por su parte, el ministro de Salud de Australia, Mark Butler, ha anunciado este domingo que el país pedirá pruebas de covid negativas, desde el 5 de enero, a todos los viajeros procedentes de China, includio Hong Kong y Macau.
Butler ha informado, a través de su cuenta de Twitter, que la medida entrará en vigor a las 12:01 am del jueves 5 de enero y exigirá a los viajeros una prueba coronavirus, realizada en las 48 horas anteriores, con resultado negativo.
"La decisión de implementar estas medidas temporales se ha hecho con extremada precaución, teniendo en cuenta la dinámica y la evolución de la situación en China y el potencial de que aparezcan nuevas variantes en un entorno de alta transmisión", ha explicado el ministro en su cuenta de Twitter.