La variante Ómicron (B.1.1.529, detectada originalmente en Sudáfrica) ha cambiado por completo la fase de la pandemia en la que nos encontramos. Su rápida expansión ha hecho que la mayoría de países reporten cifras de nuevos contagios nunca antes vistas desde que convivimos con el SARS-CoV-2. Por suerte, la alta capacidad de transmisión no se ha traducido en un abrupto incremento de la presión asistencial como ha sucedido en olas anteriores gracias, en gran parte, a las elevadas coberturas vacunales frente a la Covid-19.
La vacunación se erige como el mejor de los aliados para combatir la pandemia y la evidencia científica que lo demuestra se incrementa de forma constante. Todas y cada una de las vacunas que han recibido la autorización comercial de emergencia para su inoculación por parte de los organismos reguladores correspondientes han demostrado su seguridad y eficacia en la prevención de la enfermedad grave, contribuyendo de esta forma a la reducción de las hospitalizaciones, ingresos en UCI y muertes.
En este sentido ponemos el foco en la última actualización del programa REACT desarrollado por la Escuela de Salud Pública del Imperial College de Londres. El punto de partida del informe es el rápido aumento de los contagios en Reino Unido como consecuencia directa de la rápida propagación de Ómicron.
Los autores informan de que los resultados reportados por las pruebas de hisopado realizadas en los hogares británicos a más de 97.000 personas entre el 23 de noviembre y el 14 de diciembre de 2021, han revelado un 1,41% de casos positivos de Covid-19 (alrededor de una de cada 70). Un dato inferior al reportado por el anterior análisis donde la positividad de las pruebas para detectar la Covid-19 se situaba en el 1,57%. El ritmo reproductivo básico es de 1,3 en el mes de diciembre.
Los científicos han estimado que una sola dosis redujo el riesgo de infección en más de un 55,7%. Cifra que se eleva hasta el 57,9% para aquellos que habían completado la pauta de vacunación
Uno de los datos más llamativos de este trabajo es el hecho de que las infecciones disminuyeron en Reino Unido más de un 40% entre los jóvenes con edades comprendidas entre los 12 y los 17 años y en los mayores de 65. La explicación radica, según el análisis de los expertos, en la vacunación.
Ante el rápido avance de Ómicron en el país el director del programa REACT expone que “la noticia positiva es que tanto la vacunación en adolescentes como los programas de administración de refuerzos han mostrado ya resultados alentadores en términos de protección contra la infección”, aunque cabe señalar que la mayor parte del periodo abarcado por el estudio está marcado por la dominancia de la variante Delta (B.1.617.2, detectada originalmente en India).
Aquellas personas que habían recibido un refuerzo tenían entre tres y cuatro veces menos probabilidades de infectarse que los que solo habían recibido dos dosis
“Sin embargo, hemos visto que la prevalencia general ha vuelto a aumentar bruscamente desde principios del mes de diciembre, lo que se alinea con el rápido aumento de la variante Ómicron, y el creciente número de casos de Covid-19 que se están notificando a nivel nacional. Por lo tanto, es vital que se vacunen tantas personas como sea posible, incluidos los refuerzos, y que se tomen precauciones sensatas, como el uso de las mascarillas, para reducir el riesgo de infección”, apostilla.
Retomando los datos del estudio vemos que las infecciones disminuyeron en más de la mitad entre los jóvenes con edades comprendidas entre los 12 y los 17 años, en comparación con la ronda anterior: del 5,35 al 2,31%. Mediante la comparación en este grupo de edad entre vacunados y no vacunados los científicos han estimado que una sola dosis redujo el riesgo de infección en más de un 55,7%. Cifra que se eleva hasta el 57,9% para aquellos que habían completado la pauta de vacunación.
Los responsables del estudio han comparado además el impacto de la administración de un refuerzo frente a una pauta única de dos dosis en mayores de 18 años. Han hallado que aquellas personas que habían recibido un refuerzo tenían entre tres y cuatro veces menos probabilidades de infectarse que los que solo habían recibido dos dosis.
Las infecciones también se redujeron en dos tercios en las personas de 75 años en adelante y en un 40% en el grupo comprendido entre los 65 y los 74 años. Una realidad que refleja la eficacia de las dosis de refuerzo de la campaña de inoculación de refuerzos.
“Los últimos datos de REACT son una prueba más de que los refuerzos son vitales para protegernos frente a la variante Ómicron”, ha recalcado el secretario de Salud y Atención Social, Sajid Javid.