Así ha evolucionado la mortalidad por Covid-19 en las cinco olas de la pandemia

El análisis de las distintas etapas epidemiológicas por las que ha atravesado nuestro país revela la importancia de las vacunas a la hora de proteger a la población frente al virus.

Atención a un paciente Covid en la UCI (Foto: Junta de Andalucía)
Atención a un paciente Covid en la UCI (Foto: Junta de Andalucía)
CS
5 octubre 2021 | 17:45 h

Hasta el momento, España ha tenido que hacer frente a cinco olas que reflejan las distintas etapas de la pandemia provocada por el SARS-CoV-2. Cada una con unas características muy concretas que delimitan a la perfección cada uno de los momentos vividos por el país a lo largo de esta crisis sanitaria.

La primera ola (acotada entre marzo de 2020 y el 5 de abril), como no podía ser de otra manera, se produjo de forma inesperada. A pesar de que todos fuimos testigos de cómo la epidemia de Covid-19 colapsaba los sistemas sanitarios y confinaba a las poblaciones de los países asiáticos, occidente cometió un grave error al pensar que el virus no llegaría al resto del mundo. Hecho que se tradujo en  un pico de contagios, hospitalizaciones, ingresos en UCI y muertes desmesurado.

La escalada de contagios en marzo de 2020 fue exponencial. La falta de pruebas diagnósticas que existía en esos momentos nos hace afirmar con perspectiva que las cifras de la pandemia en estas fechas eran, en realidad, mucho más elevadas que las que conocemos. Algunas investigaciones apuntan incluso a que en marzo de 2020 únicamente se detectaba uno de cada 10 casos de Covid-19. A pesar de la entrada en vigor el 14 de marzo del Estado de Alarma, los hospitales se colapsaron y la falta de material de protección reportó a nuestros sanitarios la mayor tasa mundial de infecciones.

Las residencias de ancianos se convirtieron en focos de contagio cebándose el virus con uno de nuestros colectivos más vulnerables que, en muchas ocasiones, no pudieron ser atendidos debido a la falta de medios tanto humanos como materiales. De acuerdo a los datos ofrecidos el Ministerio de Sanidad, esta primera ola se tradujo en 21.418 fallecidos y 130.749 contagios.

La primera ola de la pandemia se utiliza como punto de referencia para comparar aquellas que la sucedieron. Ninguna de ellas ha repetido terribles datos como el pico de fallecidos por Covid-19 registrado el 30 de marzo de 2020: 913.

La primera ola de la pandemia se utiliza como punto de referencia para comparar aquellas que la sucedieron. Ninguna de ellas ha repetido terribles datos como el pico de fallecidos por Covid-19 registrado el 30 de marzo de 2020: 913

El final del confinamiento cumplió con su objetivo y frenó significativamente los nuevos casos de Covid-19. De esta forma se iniciaba la segunda ola. Un espejismo entre el final de las restricciones más férreas y el comienzo de la temporada estival. La relajación de ciertas medidas durante el verano se tradujo en un incremento progresivo de los contagios que dispararon la incidencia acumulada y se repitió el escenario de hospitalizaciones, UCI y muertes.

Al principio, el foco mediático y sanitario se posaba en los distintos brotes que se detectaban en empresas, jornaleros o fábricas. El mes de agosto confirmó que no que se trataba de brotes aislados: España volvía a ser víctima de la temida transmisión comunitaria.

Los datos de fallecidos de la segunda ola, en muchos informes, se solapan con los de la primera. Hasta el 6 de diciembre de 2020, de acuerdo a los datos hechos públicos por el Ministerio de Sanidad, en España fallecieron por Covid-19 46.646 personas. La mayoría de los decesos se produjeron durante la primera ola aunque algunas comunidades autónomas registraron mayores picos de decesos en la segunda. Entre los meses de marzo y mayo de 2020 la cifra de fallecidos por Covid-19 fue de 28.985.

Hasta el 6 de diciembre de 2020, de acuerdo a los datos hechos públicos por el Ministerio de Sanidad, en España fallecieron por Covid-19 46.646 personas

Según los datos, noviembre de 2020 fue el mes de la segunda ola en el que se registró una mayor cifra de fallecidos por Covid-19: 7.148. Dato que lo sitúa como el tercer mes de mayor mortalidad de las dos primeras olas de la pandemia.

Si atendemos exclusivamente al periodo de esta ola Sanidad informa de 7.120 fallecidos y más de 130.700 contagios.

A finales de febrero de 2021 los expertos comenzaban a vislumbrar el final de la tercera ola de la pandemia. La curva comenzó a ascender el 11 de diciembre de 2020 y, entre esta fecha y los últimos días de febrero se produjeron 1.360.443 contagios. Una cifra muy preocupante si tenemos en cuenta la corta duración de la ola con apenas dos meses y medios. Alcanzar este dato supuso cinco meses en la ola anterior. En esta tercera fase de la pandemia 19.200 personas perdieron la vida como consecuencia de la Covid-19 entre diciembre de 2020 y  febrero de 2021 según los datos publicados por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE).

La cuarta ola de la pandemia estuvo marcada por la campaña masiva de vacunación contra la Covid-19. Los sueros que se inoculaban hacían mirar con cierta esperanza a un verano más cercano a la antigua normalidad que el anterior. Una ola en cierto modo atípica en comparación con las anteriores que llegó a ser calificada por el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, como una “pequeña ondulación”.

En términos de mortalidad, la cuarta ola supone una mejora en comparación con las anteriores. El hecho de que alrededor del 10% de la población contase ya con la pauta completa de vacunación, en su mayoría los grupos más vulnerables, redujo el impacto de esta ola. A pesar de esto la Semana Santa supuso un incremento de los contagios derivados de la movilidad. El 29 de marzo Fernando Simón aseguraba que la cuarta ola podía quedarse en una “olita”, que aseguraba el 7 de mayo que esta ola ya estaba controlada. Esta ola supuso más de 5.170 muertes y 288.445 contagios.

La quinta ola de la pandemia se caracteriza por el avance de la vacunación. Si se compara con las olas anteriores queda claro que las vacunas evitaron muchos fallecimientos a lo largo del verano. Si las olas anteriores los fallecidos parecían seguir un patrón paralelo a la curva de contagios, en esta ocasión, la progresiva inmunización de la población rompía la tendencia. Desde finales de junio hasta mediados de septiembre se contabilizaron, según las cifras ofrecidas por Sanidad, 5.800 fallecidos. Una media de 70 muertes diarias en un contexto de alrededor 1,3 millones de nuevos contagios, con una edad media por debajo de los 30 años.

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