La segunda ola de la pandemia provocada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 se producirá en otoño, coincidiendo con el inicio de la temporada de gripe y otros virus respiratorios estacionales. Esta era la premisa sobre la que los países europeos partían al comenzar sus planes de desescalada y reducción de las restricciones establecidas desde el pasado mes de marzo. Pero lo cierto es que, en muchas regiones, la temida segunda ola se ha adelantado. Hecho que se ha traducido en altas incidencias de contagios en unas fechas en las que las cifras deberían haber sido otras.
El viejo continente ha establecido a lo largo de las últimas semanas récords sombríos como demuestra el incremento de la tasa de mortalidad según los datos del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés).
España se posiciona como el país de la Unión Europea en el que más rápido se ha producido la segunda ola. Apenas unas semanas después de dar por controlada la pandemia e iniciar una desescalada abrupta, las cifras de España han ido aumentando alarmantemente durante todo el verano. Pero no ha sido el único.
El pasado sábado Francia registró un nuevo récor diario de casos con 16.972 nuevos contagios, superando la cifra reportada la semana anterior con 16.096. París y sus suburbios se encuentran desde el pasado 5 de octubre en alerta máxima, la fase previa al estado de urgencia sanitario, es decir, se encuentran al borde de un confinamiento como el vivido el pasado mes de marzo.
El pasado sábado Polonia reportaba 2.367 nuevos casos mientras que Italia informaba del mayor aumento de nuevos positivos en un día desde el pasado 24 de abril tras informar de 2.844 casos. Las autoridades alemanas han informado que, de continuar el ritmo actual de incremento de casos, el país podría alcanzar los 19.000 casos diarios antes de que finalice el año. Un pronóstico realizado por la canciller alemana, Angela Merkel, tras conocerse 2.673 nuevos contagios el pasado viernes, la mayor cifra desde el 18 de abril.
Fernando Simón, informaba hace unos días de que la situación de España podría ser el reflejo de lo que les espera a otras naciones en cuestión de unas semanas
Esta pequeña muestra de datos nos ofrece una preocupante situación sobre el continente europeo. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, informaba hace unos días de que la situación de España podría ser el reflejo de lo que les espera a otras naciones en cuestión de unas semanas.
ENDURECIMIENTO DE LAS MEDIDAS
Determinar el origen de esta situación es complicado. Los expertos apuntan directamente a la relajación de las medidas que permitieron controlar el virus en la primera ola. En España el Gobierno ha aprobado a través del Ministerio de Sanidad duras medidas que se traducen en confinamientos perimetrales para municipios con una incidencia de casos de 500 por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, con una tasa de ocupación de camas UCI del 35% y una positividad superior al 10%. Pero no es la única nación que intenta contener lo que a todas luces es ya transmisión comunitaria descontrolada y no brotes del virus.
Alemania presentaba la pasada semana nuevas medidas para frenar la propagación en áreas críticas. En las zonas que registren más de 35 contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días se limita el aforo de las celebraciones y reuniones en espacios privados a 25 personas y a 50 al aire libre. Merkel ha hecho un llamamiento nacional para que los alemanes “obedezcan las reglas” ante la proximidad del invierno. “Estoy segura de que la vida, tal como la conocíamos, volverá. Pero ahora es tiempo de ser razonables”.
“Lo que queremos que la gente haga es comportarse sin miedo, pero con sentido común y seguir las normas ya sea a nivel nacional o local. Tenemos un imperativo moral para salvar vidas”
Las autoridades de Reino Unido han prohibido por ejemplo las reuniones de personas no convivientes en hogares en varias ciudades del norte de Inglaterra entre otras medidas. “Lo que queremos que la gente haga es comportarse sin miedo, pero con sentido común y seguir las normas ya sea a nivel nacional o local. Tenemos un imperativo moral para salvar vidas”, declaraba recientemente el primer ministro británico Boris Johnson.
NUEVOS ESTADOS DE EMERGENCIA
República Checa ha aprobado por segunda vez este año un estado de emergencia para contener el incremento de casos. Durante los próximos 30 días las escuelas de secundaria cerrarán en las zonas más afectadas, los restaurantes pueden abrir hasta las 22:00 horas y no se permiten en estos locales más de seis personas por mesa. Las reuniones en espacios privados se limitan a 10 personas y a 20 en exteriores, se han prohibido todos los eventos culturales durante dos semanas y los actos religiosos se limitan a 100 personas con la prohibición de cantar. No se trata de unas medidas draconianas, pero le bastaron al país para controlar la primera ola.
Los casos han ido en aumento desde mediados de septiembre en Islandia por lo que se han aprobado nuevas restricciones que entrarán en vigor a partir del 19 de octubre. Entre estas destacan el cierre de pubs, gimnasios, clubes y casinos con limitación de aforo en cualquier espacio cerrado de 20 personas, incluidos el parlamento y los funerales. Las escuelas de primaria y secundaria permanecerán abiertas pero las universidades no permitirán más de 25 personas en el mismo espacio.
El ECDC establece su umbral de alarma en los 20 casos por cada 100.000 habitantes acumulados en los últimos siete días. Toda cifra superior a esta es considerada como probabilidad alta de infección, así como un impacto muy alto en los grupos más vulnerables
Irlanda se encuentra estudiando la aplicación de las restricciones contempladas en su Nivel 5. En caso de aprobarse todos las tiendas y locales, excepto las esenciales, cerrarán, se reducirán los aforos en espacios públicos y privados y la gente solo podrá alejarse de su domicilio para hacer deporte cinco kilómetros.
El primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, ha recomendado “urgentemente” que las personas utilicen mascarillas en lugares públicos tras reportarse más de 19.000 nuevos contagios en la última semana tras los casi 13.500 de la anterior.
Eslovaquia ha anunciado un estado de emergencia aplicando además el uso obligatorio de mascarillas al aire libre siempre que no se puedan mantener las distancias de seguridad, así como la limitación de los aforos en grandes eventos a 50 personas.
PREOCUPACIÓN POR LA INCIDENCIA ACUMULADA
Los datos que se están reportando no son buenos. El ECDC establece su umbral de alarma en los 20 casos por cada 100.000 habitantes acumulados en los últimos siete días. Toda cifra superior a esta es considerada como probabilidad alta de infección, así como un impacto muy alto en los grupos más vulnerables.
Si tomamos como referencia este dato solo cuatro países se encuentran por debajo de esa línea: Alemania (18,4 casos por cada 100.000 habitantes), Finlandia (15,5 casos por cada 100.000 habitantes), Chipre (14,6 casos por cada 100.000 habitantes) y Noruega (13,9 casos por cada 100.000 habitantes), de acuerdo a los datos del ECDC.
En el extremo opuesto se encuentran República Checa (167,6 casos por cada 100.000 habitantes), Países Bajos (140,3 casos por cada 100.000 habitantes) o Francia (120.3 casos por cada 100.000 habitantes). En este sentido España es uno de los países que más preocupa con 254 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días