Recientemente, el estudio más grande realizado hasta la fecha sobre la seguridad de las vacunas reconfirmaba que los sueros contra la Covid-19 son seguros y eficaces. El Instituto de Investigación Clalit de Israel, junto con la Universidad de Harvard, revelaba que los posibles efectos adversos del suero suceden "rara vez" y suelen ser leves. El riesgo de sufrir estos efectos segundarios es notablemente mayor tras la infección por Covid-19.
Ahora, otro estudio ha analizado los datos de 6,2 millones de pacientes y no ha encontrado efectos serios asociados a las vacunas de ARNm contra la Covid-19.
Se trata del primer informe completo sobre la seguridad de los sueros contra el coronavirus recogido por el Vaccine Safety Datalink, un proyecto del CDC y otras autoridades sobre la seguridad de las vacunas. El artículo, publicado en JAMA, ha estudiado los efectos adversos en individuos vacunados entre diciembre de 2020 y junio de 2021 con los sueros de ARNm contra la Covid-19, es decir, Pfizer y Moderna.
Se compararon los datos con pacientes no vacunados para contrastar las conclusiones obtenidas
Una de las claves de esta investigación es que recoge los efectos en la salud después de la inoculación de la primera y segunda dosis del suero en personas con características similares. De esta forma se reducen los factores que podrían comprometer la fiabilidad de los resultados. Además, se compararon los datos con pacientes no vacunados para contrastar las conclusiones obtenidas.
En total, se monitorearon 23 potenciales efectos adversos recogidos previamente en otros estudios sobre las vacunas, notificados con anterioridad o registrados como efecto grave de la Covid-19. Algunos de estos síntomas son los desórdenes neurológicos como encefalitis y mielitis, convulsiones y síndrome de Guillain-Barré; complicaciones cardiovasculares como infarto agudo de miocardio, accidente cerebrovascular y embolia pulmonar; o parálisis de Bell, apendicitis, anafilaxia y síndrome inflamatorio multisistémico. Estos datos se contrastaron con los registros médicos e historial clínico de los pacientes, con el objetivo de determinar si se trataba de un problema previo a la vacunación o no.
Las conclusiones obtenidas revelaron que ninguno de los efectos secundarios se encontraron por encima del umbral o “señal” marcada como preocupante, si bien es cierto que para algunos síntomas fue menos preciso una vez que el número de casos notificados fue pequeño. La vigilancia sigue en curso, y lo hará a lo largo de los próximos dos años, por lo que se prevé que la precisión de los resultados aumente con el tiempo.
Esta investigación se suma a la lista de estudios que constatan la seguridad, eficacia y protección de las vacunas
Otros de los efectos adversos estudiados fueron la miocarditis y pericarditis, síntomas que han estado en el foco de la polémica después de haberse detectado en personas jóvenes. Estos síntomas fueron notificados en 34 pacientes de 12 a 39 años, el 85% de los cuales eran hombres. De este total, el 82% fue hospitalizado - de media - durante un día y todos ellos se recuperaron. En definitiva, la inicidencia de estas patologías es de 6,3 casos por cada millón de dosis inyectadas. Esta incidencia es significativamente mayor en los casos de pacientes infectados con Covid-19.
“Estos resultados son tranquilizadores”, afirma la autora del estudio y director del Kaiser Permanente, Nicola Klein. Esta investigación se suma a la lista de estudios que constatan la seguridad, eficacia y protección de las vacunas contra la Covid-19 a la hora de prevenir la enfermedad grave y los fallecimientos.
Según el último informe publicado por el Ministerio de Sanidad, a fecha del tres de septiembre, el 71,5% de la población española tiene la pauta completa de vacunación, mientras que el 77,3% ha recibido al menos una dosis.