Un estudio recomienda el uso de mascarillas en exteriores siempre que haga viento

Los responsables de la investigación alertan de que el viento que sopla en la misma dirección que la tos, puede incrementar la transmisión viral del coronavirus.

Miembro de Cruz Roja durante un reparto de mascarillas (Foto. Cruz Roja)
Miembro de Cruz Roja durante un reparto de mascarillas (Foto. Cruz Roja)
CS
12 octubre 2021 | 17:40 h

A pesar del buen desempeño de la estrategia nacional de vacunación contra la Covid-19 en nuestro país, la expansión de la variante Delta del SARS-CoV-2 (B.1.621.2, detectada originalmente en India) ha hecho que la utilización de las mascarillas en espacios interiores continúe siendo una medida de intervención no farmacológica de obligado cumplimiento para evitar nuevos casos de Covid-19. Sin embargo, la imposición de las mascarillas al aire libre hace ya tiempo que desapareció de nuestras vidas, siempre y cuando pueda mantenerse una distancia interpersonal suficiente o no existan aglomeraciones. ¿Realmente es seguro?

Un estudio publicado en Physics of Fluids realizado por un grupo de investigadores del Instituto de Tecnología de Bombay (India) revela que, cuando una persona tose al aire libre, el viento que fluye en la misma dirección puede propagar el virus más rápido en distancias más largas que en condiciones normales.

"El estudio es significativo porque apunta al aumento del riesgo de infección que podría provocar la tos en la misma dirección que el viento", afirma el coautor Amit Agrawal. "Según los resultados, recomendamos usar mascarillas al aire libre, especialmente en condiciones de viento". Una recomendación que debe complementarse con otras medidas que ya deberían ser conocidas y asumidas por todos como es toser en tapando la boca con el codo o girar la cara al toser para reducir la propagación de posibles partículas del virus en caso de estar infectado.

"El estudio es significativo porque apunta al aumento del riesgo de infección que podría provocar la tos en la misma dirección que el viento"

La mayoría de los estudios modelan el flujo de la tos utilizando bocanadas de aire o un perfil pulsante simple. Pero una tos real es más complicada, presenta un flujo turbulento con estructuras vorticales prominentes que se arremolinan como mini remolinos. Para investigar estos vórtices, los investigadores utilizaron una gran simulación de remolinos, un modelo numérico en dinámica de fluidos computacional que simula turbulencias. Modelaron chorros de tos en condiciones de viento y en condiciones tranquilas que representan un ambiente interior típico.

Estas simulaciones muestran que, incluso una ligera brisa de aproximadamente 5 mph, extiende el distanciamiento social efectivo en aproximadamente un 20%, de 3 a 6 pies a 3,6 a 7,2 pies, dependiendo de la fuerza de la tos. A 9-11 mph, la propagación del virus aumenta en distancia y duración.

Los investigadores hallaron que los vórtices permiten que las gotas más grandes persistan en el aire por más tiempo de lo que normalmente se supone, lo que aumenta el tiempo que lleva diluir adecuadamente la carga viral en el aire en condiciones normales. A medida que el chorro de tos evoluciona y se propaga, interactúa con el viento que fluye en la misma dirección, y las gotitas infectadas más grandes quedan atrapadas en los vórtices del chorro en lugar de caer relativamente rápido al suelo bajo la gravedad.

"El aumento del tiempo de residencia de algunas de las gotitas más grandes aumentará la carga viral que se transmite a través del chorro de tos y, por lo tanto, las posibilidades de infección", añade Agrawal. "En general, el estudio destaca un aumento de las posibilidades de infección incluso en presencia de una brisa ligera".

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído