Tal y como expone un análisis de farmacovigilancia francés, que comprende varios millones de reacciones adversas emitidas a nivel global en la base de datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el uso de hidroxicloroquina, especialmente azitromicina y la combinación de ambos fármacos, tiene un impacto nocivo en el sistema cardiovascular.
"Nuestro estudio pone sobre la mesa que existe un riesgo de efectos cardiacos adversos potencialmente fatales con el tratamiento con hidroxicloroquina. Sin embargo, la señal que indica toxicidad cardiaca sigue siendo muy débil. En casi 50 años de prescripción los casos reportados de arritmias son raros", ha expresado en declaraciones a la publicación Medscape el doctor Christian Funck-Brentano, especialista del Hôpital Pitié-Salpêtrière AP-HP en París (Francia).
"La señal que indica toxicidad cardiaca sigue siendo muy débil. En casi 50 años de prescripción los casos reportados de arritmias son raros"
A juicio de los investigadores, el riesgo parece ser lo suficientemente bajo, por lo que apuestan por la continuación de su uso en estudios clínicos controlados y aleatorizados frente a placebo, con el fin de evaluar la relación riesgo-beneficio de este tratamiento en la lucha frente al SARS-CoV-2. Los hallazgos han sido publicados en la revista científica Circulation.
Es preciso recordar que hidroxicloroquina es un fármaco indicado en Reumatología por sus propiedades antiinflamatorias e inmunodepresoras, especialmente para el abordaje de la artritis reumatoide y el lupus eritematoso. Su potencial efecto nocivo sobre la función cardiovascular, conocido desde hace tiempo, fue documentado previamente por algunos casos descritos en poblaciones heterogéneas, ha agregado el doctor Funck-Brentano.
Hidroxicloroquina es un fármaco indicado en Reumatología por sus propiedades antiinflamatorias e inmunodepresoras, especialmente para el abordaje de la artritis reumatoide y el lupus eritematoso
Cuando los expertos en Ciencias de la Salud estudiaron utilizar hidroxicloroquina en combinación con azitromicina para tratar a los pacientes con COVID-19, el doctor Joe-Elie Salem, del citado centro hospitalario parisino, tomó la decisión de realizar un análisis con la mayor cantidad de datos posibles sobre reacciones adversas a estos fármacos. El objetivo era evaluar con mayor precisión el riesgo de efectos secundarios asociados con estos dos fármacos antes de recomendar su uso más amplio.