Desde el inicio de la pandemia provocada por el SARS-CoV-2 multitud de estudios e informes han intentado establecer una comparativa entre países con el objetivo de conseguir una fotografía lo más cercana a la realidad posible del impacto del virus. Una tarea que se erige como un desafío titánico ya que las cifras de contagios y fallecidos de cada país vienen determinadas por las capacidades de pruebas y las políticas nacionales de notificación y presentación de los informes.
Partiendo de este punto un reciente estudio publicado por la revista eLife y desarrollado por investigadores de la Universidad de Tübingen (Alemania) y de la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel), revela un exceso de mortalidad en España del 8% respecto a las muertes notificadas oficialmente por el Ministerio de Sanidad en base a los datos proporcionados por las comunidades autónomas. Hablamos de un total de muertes de más de 87.000 frente a las 81.773 comunicadas por Sanidad.
Para comprender el estudio debemos tener en cuenta que, en un periodo de tiempo concreto, cierto número de personas fallece debido a múltiples razones como la vejez, enfermedades o accidentes de tráfico, por ejemplo. Los investigadores pueden predecir el número de muertes por estas causas en los próximos meses o años, denominadas “muertes esperadas”, empleando la misma información recopilada de meses y años anteriores. Sin embargo, las pandemias, los conflictos y los desastres naturales y provocados por el hombre provocan muertes adicionales por encima de las esperadas, que se conocen como "muertes excesivas".
Ariel Karlinsky, estudiante de posgrado de la Universidad Hebrea de Jerusalén y uno de los autores del estudio explica sobre el exceso de mortalidad en España que “esto se debe más que nada al conteo por lo bajo al principio de la pandemia, parecido a lo que pasaba en otras economías avanzadas”. Indica que, en general, “desde el 10 de marzo de 2020 hasta el 20 de junio de 2021, España vio un aumento del 20% en número de muertes por encima de lo esperado. Más que Reino Unido (18%) y Francia (11%) y similar a Italia y menor que Estados Unidos (22%) y la República Checa (30%)".
"España vio un aumento del 20% en número de muertes por encima de lo esperado. Más que Reino Unido (18%) y Francia (11%) y similar a Italia y menor que Estados Unidos (22%) y la República Checa (30%)"
"Medir el exceso de muertes nos permite cuantificar, supervisar y hacer un seguimiento de pandemias como la COVID-19 de una forma que va más allá de la capacidad de ensayo y notificación y de la política. Sin embargo, hasta ahora no existía un repositorio global de datos de mortalidad entre países que se actualizara con frecuencia", afirma Karlinsky.
Para llegar a estas conclusiones los investigadores han trabajado con los datos de mortalidad semanales, mensuales o trimestrales recopilados por 103 países y territorios, puestos a disposición en abierto en la base de datos World Mortality Dataset. Después utilizaron los datos para realizar el cálculo de muertes excesivas de cada país durante la pandemia.
Sus análisis mostraron que, en varios de los países más afectados por la COVID-19, como Perú, Ecuador, Bolivia y México, el exceso de muertes superaba en más de un 50% la tasa de mortalidad anual prevista, o superaba las 400 muertes en exceso por cada 100.000 personas, como en Perú, Bulgaria, Macedonia del Norte y Serbia.
Al mismo tiempo, en países como Australia y Nueva Zelanda, la mortalidad durante la pandemia estuvo por debajo del nivel habitual, lo que los autores sugieren que probablemente se deba a que las medidas de distanciamiento social redujeron el número de muertes causadas por otras infecciones además de la COVID-19.
Además, los investigadores descubrieron que, si bien muchos países han notificado con precisión sus tasas de mortalidad por COVID-19, algunos, como Nicaragua, Bielorrusia, Egipto y Uzbekistán, han subestimado estas cifras en más de 10 veces.
En Alemania, según este estudio, el número total de muertes en exceso hasta ahora es de alrededor de 40.000, que es mucho menor que 90.000, el número de muertes por COVID-19 notificado. Con 50 muertes en exceso por cada 100.000 habitantes, Alemania sufrió menos exceso de mortalidad que todos los países europeos vecinos (Países Bajos: 110, Bélgica: 140, Francia: 110, Suiza: 100, Austria: 110, República Checa: 320, Polonia: 310), aparte de Dinamarca, que no registró ningún exceso de mortalidad.
“Juntos, nuestros resultados presentan una imagen completa del impacto de la COVID-19, que esperamos contribuya a una mejor comprensión de la pandemia y a la evaluación del éxito de las diferentes estrategias de mitigación”, declara Dmitry Kobak, científico investigador de la Universidad de Tübingen. “El trabajo también destaca la importancia de los informes de mortalidad abiertos para monitorizar los efectos de la COVID-19. Esperamos que nuestro conjunto de datos proporcione un recurso valioso para ayudar a otros investigadores a responder a sus propias preguntas sobre la pandemia. Ampliamos constantemente nuestro conjunto de datos y continuaremos rastreando el exceso de mortalidad en todo el mundo”, concluye.