Uno de los principales problemas a los que se han tenido que enfrentar los sistemas sanitarios de todo el mundo durante la pandemia del nuevo coronavirus ha sido la escasez de recursos y materiales de protección. Especialmente en el caso de los ventilares mecánicos ante el elevado número de pacientes que los han requerido.
Partiendo de esta base un, grupo de investigadores del New York-Presbyterian NYP/Columbia University Medical Center ha realizado un estudio para determinar la seguridad a la hora de compartir estos sistemas de ventilación mecánica en pacientes con Covid-19.
En el punto álgido de la pandemia en la ciudad de Nueva York pusieron en práctica un método experimental seguido por algunos hospitales que han tenido que dar respuesta a auténticas avalanchas de pacientes con insuficiencia pulmonar con equipos limitados.
Los médicos comenzaron a seleccionar parejas de pacientes de cirugía con pulmones sanos que compartían ventiladores. Un enfoque que ha conseguido liberar la mayoría de estas máquinas para pacientes con Covid-19.
El centro seleccionó a seis pacientes con Covid-19 en estado crítico que fueron emparejados en base a las similitudes en sus necesidades respiratorias. Los resultados han demostrado que esta es una opción viable durante al menos 48 horas
Cabe señalar que la división del respirador no se había probado hasta el momento en pacientes con lesiones pulmonares generadas por la Covid-19. Sin embargo, el estudio puesto en marcha por el citado centro seleccionó a seis pacientes con Covid-19 en estado crítico que fueron emparejados en base a las similitudes en sus necesidades respiratorias. Los resultados han demostrado que esta es una opción viable durante al menos 48 horas.
Durante los picos de la pandemia en los que la escasez ha sido la tónica, compartir respiradores se presenta como un recurso razonable para ayudar a los pacientes en periodos cortos de tiempo.
“Compartir ventiladores no elimina la necesidad de más máquinas”, apunta el doctor Jeremy Beitler del citado centro hospitalarios. Este señala que se trata de una solución de urgencia que les ayudó a ganar tiempo mientras se adquirían más máquinas.
Por estos motivos recomiendan restringir esta práctica a centros que cuenten con expertos médicos capaces de identificar de forma adecuada las necesidades asistenciales de cada uno de los pacientes.