Un estudio del centro de Investigación Biomédica de Pennington señala que el ejercicio puede ayudar a romper el círculo vicioso de inflamación que puede provocar el desarrollo de diabetes y depresión meses después de que una persona se recupera del virus.
Candida Rebello, científica del Centro de Investigación Biomédica de Pennington señala que “sabemos que el COVID prolongadocausa depresión y sabemos que puede aumentar los niveles de glucosa en la sangre hasta el punto en que las personas desarrollan cetoacidosis diabética, una afección potencialmente mortal común entre las personas con diabetes tipo 1. El ejercicio puede ayudar. El ejercicio se encarga de la inflamación que lleva a un nivel elevado de glucosa en la sangre y al desarrollo y progresión de la diabetes y la depresión clínica”.
"Andar despacio también es hacer ejercicio, lo ideal sería hacer una sesión de ejercicio de 30 minutos pero si solo puede hacer 15 minutos a la vez, intente hacer dos sesiones de 15 minutos"
Hasta el momento el COVID prolongado se reconoce como un conunto de síntomas que incluyen niebla mental, dolor muscular y fatiga que pueden durar meses después de que una persona se recupere de la infección inicial.
“Por ejemplo, es posible que una persona no se enferme gravemente de COVID-19, pero seis meses después, mucho después de que la tos o la fiebre hayan desaparecido, desarrolla diabetes”, recalca la doctora Rebello.
“No tiene que correr una milla o incluso caminar una milla a paso rápido. Andar despacio también es hacer ejercicio. Lo ideal sería hacer una sesión de ejercicio de 30 minutos. Pero si solo puede hacer 15 minutos a la vez, intente hacer dos sesiones de 15 minutos. Si solo puede caminar 15 minutos una vez al día, hágalo. Lo importante es probar. No importa por dónde empieces. Puede aumentar gradualmente hasta el nivel recomendado de ejercicio”, añadía.
Para concluir el director ejecutivo de Pennington Biomedical, John Kirwan, que también es coautor del artículo, resaltó los beneficios de la actividad física en referencia a las enfermedades diabéticas. “Sabemos que la actividad física es un componente clave para una vida saludable. Esta investigación muestra que el ejercicio se puede usar para romper la reacción en cadena de la inflamación que conduce a niveles altos de azúcar en la sangre y luego al desarrollo o progresión de la diabetes tipo 2”.