La pandemia provocada por el coronavirus SARS-CoV-2 continúa su avance en todo el mundo sin señales de remisión. Los nuevos infectados y fallecidos se siguen contando por miles cada día y las distintas vacunas que han comenzado a administrarse son la única esperanza. En este contexto la comunidad científica continúa estudiando el virus ya que todavía son muchas las incógnitas que plantea.
Entre estas destacan aspectos como las secuelas y efectos a largo plazo que causa en muchas personas. Un reciente artículo publicado en la revista Alzheimer's & Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association, ha realizado una revisión sobre las enfermedades virales pasadas efectuando una comparación con la literatura actual sobre la Covid-19. Sus conclusiones son preocupantes ya que este coronavirus podría causar daños duraderos en nuestro cerebro.
Los científicos consideran que el SARS-CoV-2 es un virus “neurotrópico”, ya que es capaz de penetrar en las células nerviosas. Entre los virus que cuentan con esta capacidad se encuentran las paperas, la rabia y el virus de Epstein-Barr. Si bien algunos virus neurotrópicos causan síntomas leves, otros pueden provocar inflamación del cerebro, parálisis e incluso la muerte.
Los científicos consideran que el SARS-CoV-2 es un virus “neurotrópico”, ya que es capaz de penetrar en las células nerviosas
Algunos virus similares al de la gripe son neurotrópicos y con una estructura similar al nuevo coronavirus. Los investigadores han observado estos virus para obtener información sobre qué tipo de efectos a largo plazo cabría esperar en las personas que han superado la Covid-19.
El doctor Erausquin, profesor de neurología en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas (San Antonio), explica en Medical News Today que “esos virus respiratorios incluyen el HIN1 y el SARS-CoV”, y afirma que la evidencia científica ha demostrado que “el SARS-CoV-2 afecta al cerebro y al sistema nervioso”.
De acuerdo a los hallazgos de distintos estudios se ha establecido una posible conexión entre los virus similares a la gripe y la posibilidad de desarrollar la alzhéimer, párkinson o problemas de salud mental.
ESPECIAL ATENCIÓN A LOS SÍNTOMAS
En el caso del SARS-CoV-2 conviene prestar especial a la sintomatología que se desarrolla, siempre que la enfermedad no se curse de forma asintomática. Se estima que entre el 15 y el 25% de los infectados pueden experimentar síntomas neurológicos como la pérdida del sentido del gusto y del olfato, estado mental alterado o dolores de cabeza. A pesar de que la pérdida del gusto y del olfato pueda no parecer demasiado importante en un principio nos encontramos ante una alerta relacionada con el correcto funcionamiento cerebral.
Se estima que entre el 15 y el 25% de los infectados pueden experimentar síntomas neurológicos como la pérdida del sentido del gusto y del olfato, estado mental alterado o dolores de cabeza
Para penetrar en las células el SARS-CoV-2 se une a los receptores ACE2 presentes en las membranas celulares. El bulbo olfatorio, parte del cerebro que recibe las sensaciones del olfato, alberga una cantidad de estos receptores y tiene fueres conexiones con el hipocampo, el área responsable de la memoria. “El rastro del virus, cuando alcanza el cerebro, conduce casi directamente al hipocampo”, afirma el doctor en base a la evidencia científica.
“Se cree que esa es una de las fuentes del deterioro cognitivo observado en pacientes con Covid-19. Sospechamos que también puede ser parte de la razón por la que se producirá un deterioro cognitivo acelerado con el paso del tiempo en los individuos más susceptibles”, añade. En este sentido afirma que entre los problemas neurológicos más graves que puede desencadenar la infección por el nuevo coronavirus se encuentra la presencia de líquido en el cerebro, inflamación de este órgano y convulsiones.
La Covid-19 puede causar graves e irreparables daños en los pulmones, pero sus consecuencias pueden extenderse mucho más allá. “Se cree que los problemas respiratorios debidos al SARS-CoV-2 se deben en parte a la desregulación del tronco encefálico, al igual que posiblemente algunos de los síntomas gastrointestinales”.
En base a todo los expuesto los expertos consideran que uno de los grandes problemas sanitarios a los que posiblemente tengamos que hacer frente en un futuro es la aparición de secuelas en las personas que han cursado la enfermedad de modo asintomático. Por el momento se trata de hipótesis planteadas en base a la evidencia actual. Recordemos que el SARS-CoV-2 es un virus nuevo y los conocimientos sobre el mismo continúan profundizándose.