El pasado 4 de mayo los madrileños decidieron en las urnas refrendar con una amplia mayoría la gestión realizada por la presidenta en funciones, Isabel Díaz Ayuso. El Partido Popular (PP) se hacía con 65 escaños en la Asamblea de Madrid (la mayoría absoluta es de 69) con un incremento de 35 respecto a los anteriores comicios. Un resultado que ha reflejado el apoyo al equipo de gobierno que ha gestionado la Comunidad de Madrid ante la peor crisis sanitaria de los últimos tiempos: la pandemia provocada por el SARS-CoV-2.
La Comunidad de Madrid, uno de los principales epicentros neurálgicos de vital importancia en las estrategias políticas que afectan al resto del país, se convirtió desde el inicio de la pandemia en la diana de los ataques y las críticas del Ejecutivo central capitaneado por Pedro Sánchez. ¿El motivo? Caminar en muchas ocasiones algunos pasos por delante de Moncloa a la hora de adoptar medidas para proteger la salud pública y a la ciudadanía frente a la Covid-19.
La estrategia en materia sanitaria, rubricada por el actual consejero de Sanidad en funciones, Enrique Ruiz Escudero, ha sido pionera en muchos momentos de la pandemia y ha sabido actuar con antelación y precisión quirúrgica con el único objetivo de frenar la expansión del virus intentando golpear lo menos posible a maltrechos sectores como la economía. Unas medidas criticadas, incluso ridiculizadas en muchas ocasiones por el Gobierno central y otras comunidades autónomas, que más tarde han acabado implantándose a nivel nacional.
PRIMER PASO POR DELANTE DE MONCLOA
“La Comunidad de Madrid decreta la suspensión de toda la actividad educativa presencial a partir del miércoles 11 de marzo para evitar la expansión del coronavirus en la región”, con estas palabras Madrid ponía en marcha de forma pionera en España una medida de gran calado. Gran parte de la sociedad no entendió en su momento esta decisión y fue tachada de alarmista por muchas comunidades autónomas e incluso por Moncloa.
Aquel día Isabel Díaz Ayuso anunciaba a los madrileños que estas medidas eran “imprescindibles” pese al shock generado en la sociedad. El por entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa, convocó una rueda de prensa a la misma hora que la ya anunciada por la presidente madrileña para anunciar que se suspendería la actividad lectiva en todas las áreas cuya situación epidemiológica fuese de “transmisión alta”. Madrid se adelantó al Ministerio de Sanidad y sentó precedente como demuestra el hecho de que pocos días después, y ante el imparable avance de la Covid-19 por todo el territorio nacional, todas las comunidades autónomas fueron siguiendo los pasos marcados por la estrategia sanitaria madrileña.
La estrategia en materia sanitaria, rubricada por el actual consejero de Sanidad en funciones, Enrique Ruiz Escudero, ha sido pionera en muchos momentos de la pandemia y ha sabido actuar con antelación y precisión quirúrgica con el único objetivo de frenar la expansión del virus
Incluso antes de la adopción de esta medida la Comunidad de Madrid ya había dado pasos importantes en el control de la incipiente pandemia. El 5 de marzo de 2020 las autoridades sanitarias madrileñas decretaron el cierre de los centros de día de mayores y la restringía las visitas a las residencias de ancianos. Ese día, la comunidad registraba solo 11 casos positivos de Covid-19 en residencias de ancianos.
DE IFEMA AL ZENDAL
Uno de los grandes ejemplos de la capacidad de la Comunidad de Madrid para hacer frente a la pandemia ha sido el hospital de campaña creado en tiempo récord en Ifema. A través de la colaboración con la Unidad Militar de Emergencias (UME) se materializada el plan de la consejería de Sanidad madrileña para poner en marcha este hospital de campaña que, en origen, contó con 5.500 camas. Un centro de emergencia cuya eficacia en el combate contra el virus llegó a ser alabada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
La experiencia adquirida en Ifema se tradujo en un paso mayor en la lucha contra la pandemia con la creación del Hospital Enfermera Isabel Zendal. Una apuesta de la Comunidad de Madrid duramente criticada por el Ejecutivo de Sánchez e incluso ridiculizada en algunas ocasiones pero que ha demostrado erigirse como uno de los grandes bastiones de la sanidad madrileña a la hora de hacer frente a la situación epidemiológica.
Desde que este centro hospitalario entró en funcionamiento el pasado 11 de diciembre, ya ha registrado un total de 5.583 ingresos, a fecha de 19 de abril de 2021. De ellos, según informa la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, 232 corresponden a pacientes que han pasado por su Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y 917 a enfermos tratados en la Unidad de Cuidados Respiratorios Intermedios (UCRI), dotada con 96 camas, la mayor de España.
Un centro de emergencia cuya eficacia en el combate contra el virus llegó a ser alabada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen
Asimismo, más de 40 personas han recibido tratamiento en su Unidad de Rehabilitación Funcional (URF), orientada a la recuperación de pacientes que, tras superar la fase crítica de la enfermedad, presentan secuelas graves y requieren cuidados multidisciplinares para mejorar su estado de salud y recuperar su calidad de vida.
Este centro hospitalario alcanzó su ocupación máxima el pasado 25 de abril, con un total de 581 enfermos. Actualmente atiende al 30% de todos los enfermos ingresados por Covid-19 de la Comunidad de Madrid, y está acondicionado para atender hasta 633 pacientes: 480 en hospitalización, 96 en la Unidad de Cuidados Respiratorios Intermedios, 34 en UCI y 23 en la Unidad de Rehabilitación Funcional. Destacar además que el Zendal se posiciona como uno de los grandes centros de vacunación masiva de la región gracias a la versatilidad y capacidades de sus instalaciones.
APUESTA POR LOS TEST DE ANTÍGENOS
El 5 de septiembre de 2020 la Comunidad de Madrid anunciaba la llegada de dos millones de test rápidos capaces de detectar la infección activa por SARS-CoV-2. Un anuncio que se producía pocos días después de su autorización en Estados Unidos y que convirtió a la región en pionera en España en su utilización.
En pocas semanas Madrid confirmó que, pese a las críticas, su estrategia de test de antígenos demostró una innegable eficacia en el control de la pandemia que pronto sería imitada en las autonomías que en origen criticaron a Madrid e incluso por el Ministerio de Sanidad
Una nueva decisión del Gobierno de Ayuso bajo la capacidad de la Consejería de Sanidad madrileña que fue duramente criticada por la mayoría de las comunidades autónomas y el Ejecutivo central. En pocas semanas Madrid confirmó que, pese a las críticas, su estrategia de test de antígenos demostró una innegable eficacia en el control de la pandemia que pronto sería imitada en las autonomías que en origen criticaron a Madrid e incluso por el Ministerio de Sanidad.
El éxito de la estrategia de antígenos se ha complementado y complementa a la perfección con un enfoque de cierres perimetrales orquestado por el equipo capitaneado por Ruiz Escudero basado en áreas de salud básicas. Un sistema que han calificado en numerosas ocasiones como de “precisión quirúrgica” que ha demostrado sobradamente su eficacia a la hora de controlar la pandemia intentando que el impacto de las medidas sea el mínimo posible para otros sectores.
Otro de los frente que ha mantenido la Comunidad de Madrid ha sido el control del aeropuesto de Barajas. La Consejería madrileña ha reiterado hasta la saciedad que era totalmente necesario controlar todo el transito de personas, especialmente pprocedentes de paises con alta incidencia de contagios o con variantes de la infección más virulentas, como las cepas brasileña, britanica o la más reciente, la variante india. El Gobierno central ha desoído sistematicamente las peticiones del Gobierno de Ayuso, alegando que los casos que venían a España a través de Barajas eran mínimos, hasta que se han dado cuenta, en la mayoría de los casos tarde, que el control del aeropuerto internacional de Madrid es fundamental para frenar el virus pprocedente de otros países.
Estos son solo algunos de los ejemplos que demuestran cómo el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso y la Consejería de Sanidad dirigida por Enrique Ruiz Escudero siempre han tenido un objetivo claro desde la aparición de los primeros casos de Covid-19: proteger a los madrileños del virus y sus posibles impactos con estrategias centradas en un profundo conocimiento de la región. Las críticas han sido desoídas y han quedado invalidadas en el mismo momento en el que otras comunidades autónomas y el Gobierno de Pedro Sánchez han seguido los mismos pasos en los que antes le ponía la zancadilla a la Comunidad de Madrid. La estrategia sanitaria madrileña ha demostrado su eficacia y validez al ser refrendada en las urnas por una inmensa mayoría. Pocos gobiernos pueden presumir de esto después de hacer frente a la peor crisis sanitaria de, al menos, los últimos 100 años.
La profesión sanitaria madrilleña, en su gran mayoría, reconoce la buena gestión llevada a cabo por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, a pesar de las enormes dificultades que están teniendo durante la crisis de la Covid-19 y, tanto en las urnas, como en numerosas muestras de solidaridad y reconocimiento, apoyan la continuidad de su actual Consejero, Enrique Ruíz Escudero, al frente de la Sanidad madrileña en esta nueva legislatura.