Desde el pasado 24 de mayo las fronteras españolas vuelven a estar abiertas para los turistas procedentes de países no comunitarios que cuentan con calificación de seguros de acuerdo a su situación epidemiológica. Una decisión adoptada por el Gobierno con el objetivo de que la cercanía de la temporada estival suponga un impacto positivo en la economía nacional, gran dependiente del turismo.
Actualmente la lista de países cuyos ciudadanos pueden viajar a España sin restricciones la componen Reino Unido, China, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Israel, Corea del Sur, Singapur, Ruanda y Tailandia. Se espera que a partir del próximo 7 de junio se permita además la entrada de viajeros procedentes de cualquier país que acrediten que han completado la pauta de vacunación con alguna de las vacunas autorizadas por la Unión Europea.
Ante esta fotografía llama poderosamente la decisión de permitir la entrada sin restricciones de turistas procedentes de Reino Unido. De acuerdo a la información publicada a través del Ministerio de ExterioresReino Unido exige a los viajeros una PCR negativa en las 72 horas previas al viaje así como la realización de dos pruebas negativas de Covid-19 en el segundo y octavo día de su estancia, ya que se exige la cuarentena controlada de 10 días de autoaislamiento “en instalaciones designadas por las autoridades británicas aplicable a los pasajeros procedentes o que hayan transitado a través de un país incluido en la lista de prohibiciones de viajes del Reino Unido”.
Tras la eliminación de las restricciones por parte de España a los viajeros especificados al inicio de estas líneas, las autoridades británicas han pedido a sus ciudadanos no viajar a nuestro país salvo que se trate de una situación de emergencia. Anne-Marie Trevelyan, secretaria de Estado de Empresa de Reino Unido, recordaba a través de una entrevista en Sky News que el primer ministro británico, Boris Johnson, “ha sido claro” en relación a que no se puede viajar por ocio o vacaciones a países que están incluidos en la lista ámbar de Reino Unido. Entre estos se encuentran España, Francia o Italia entre otros.
El primer ministro británico, Boris Johnson, “ha sido claro” en relación a que no se puede viajar por ocio o vacaciones a países que están incluidos en la lista ámbar de Reino Unido. Entre estos se encuentran España, Francia o Italia entre otros
Motivo por el que todo británico que viaje a alguno de estos países deberá someterse a su regreso a Reino Unido a una cuarentena de 10 días y realizarse, como mínimo, dos pruebas de Covid-19. "La realidad es que, en estos momentos, los países en ámbar no cumplen los criterios establecidos por nuestros científicos para pasar a ser verdes", recalcaba Trevelyan.
Según los datos ofrecidos por AENA a RTVE el pasado lunes 24 de mayo estaban programados 49 vuelos con destino y origen Reino Unido. La cifra de vuelos procedentes del país que aterrizaron en el día de ayer en España se estima en 24 con la llegada de los primeros turistas británicos a Palma de Mallorca, aeropuerto con más operaciones programadas.
PREOCUPACIÓN POR LA VARIANTE INDIA
Ante esta fotografía son muchas las voces que han mostrado su descontento ante la llegada sin restricciones de turistas británicos. El motivo reside en el hecho de que, aunque su situación epidemiológica permite al país incluirse en la lista de naciones no comunitarias autorizadas, lo cierto es que preocupa la expansión de la variante B.1.617 en el país, detectada originalmente en India. Concretamente el linaje B.1.617.2.
Los datos hechos públicos por el Public Health England (PHE) informan de 3.424 casos de esta variante la semana pasada lo que supone un incremento de 2.111 casos respecto a la anterior. Las autoridades británicas han intensificado las medidas preventivas en zonas como Londres y el noroeste del país ante su incidencia.
“Reino Unido tiene ahora mismo una incidencia a 14 días de 41 casos por cada 100.000 habitantes. No quiere decir que en algunas zonas concretas tenga incidencias más altas pero su situación es mucho mejor que la de España. La llegada de británicos ahora mismo equivale a la llegada de europeos de países calificados como verde por su bajo riesgo”, expresaba hace unas horas el director general del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón.
Simón considera que el problema no se focaliza en la llegada de turistas británicos a nuestro país sino en la forma en la que se está desarrollando. “Creo que no es un problema que se pueda venir o no de Reino Unido. Desde el punto de vista de los técnicos el problema es la euforia”, ha señalado explicando que le gustaría que la posibilidad de llegada de turistas se anunciase “en voz más baja”, para no traducirse en un efecto llamada difícil de controlar.
“Reino Unido tiene ahora mismo una incidencia a 14 días de 41 casos por cada 100.000 habitantes. No quiere decir que en algunas zonas concretas tenga incidencias más altas pero su situación es mucho mejor que la de España. La llegada de británicos ahora mismo equivale a la llegada de europeos de países calificados como verde por su bajo riesgo”
“Sin prohibirlo me gustaría que se dijera con voz más baja. Aunque me siento escuchado, mi voz no es la única y hay muchos aspectos que valorar, pero el punto de vista sanitario es muy importante y hay que ver también cómo evolucionan otros criterios”, ha indicado el director del CCAES. Cree que, después de más de un año de pandemia atendiendo a criterios sanitarios, es normal que se tengan que tener en cuenta otros factores.
Respecto a la variante detectada en India el director del CCAES manifestaba: “Se está considerando progresivamente por la Unión Europea como de preocupación en los próximos días. No tanto porque haya un exceso de transmisión respecto a las otras, aunque algunos estudios indican que sí es más transmisible, aunque no son fáciles de valorar. Por el momento es una variante que no tiene la mutación 484K que tiene la variante B.1.617.1, otra de las variantes de la India. Por lo tanto, es una variante que, aunque sea algo más transmisible, no escaparía de forma importante al efecto de las vacunas”.
RESTRICCIONES A BRITÁNICOS EN OTROS PAÍSES
Debido al aumento de casos de la variante procedente de India en Reino Unido, Alemania ordenaba el cierre de sus fronteras a los viajeros procedentes del país el pasado 23 de mayo. La única excepción que se contempla dentro de esta medida es la entrada en Alemania de los ciudadanos alemanes o residentes en Alemania.
"Si queremos mantener la presión a la baja de los contagios, debemos evitar que la variante más infecciosa del virus ponga en riesgo los avances logrados. Es un golpe para el Reino Unido, pero necesario para impedir la propagación en Alemania de una variante especialmente infecciosa. Solo cuando la vacunación haya alcanzado el nivel deseado, podremos detener ese peligro", declaraba un portavoz del ministerio alemán de Sanidad.
Francia estudia la posibilidad de que Reino Unido sea excluido de la “lista verde” de los países no comunitarios a los que no les afectan las restricciones de entrada como consecuencia de la extensión de la variante B.1.617. El ministro francés de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, afirmaba en una entrevista con la radio RTL que las autoridades están “muy vigilantes” ante cómo evoluciona la situación epidemiológica de Reino Unido. Unas declaraciones que pueden abrir la puerta a que sus turistas reciban un tratamiento intermedio en el semáforo del turismo. “Nos queda una interrogación británica”, ha asegurado.
Austria ha anunciado la prohibición de los vuelos directos y las visitas de turistas desde Reino Unido como consecuencia de la expansión en el país de la variante India. De esta forma las autoridades austríacas han incluido en su listado de “estados con variantes del virus”, donde se suma a Brasil, India y Sudáfrica.
Nos encontramos ante un nuevo ejemplo de la pésima coordinación que existe entre los Veintisiete a la hora de afrontar la pandemia de forma conjunta, especialmente ante un tema tan preocupante como el control de la expansión de nuevas variantes del SARS-CoV-2. Una situación cuyos efectos son desconocidos a corto plazo y que podrían comprometer los avances logrados en términos de inmunización en el viejo continente.