Viernes 17 de abril. Este día ha marcado un punto de inflexión en el control de la gestión de la epidemia de SARS-CoV-2 en España. Después el inicio de la crisis sanitaria, el Ministerio de Sanidad ha ofrecido diariamente las cifras nuevos infectados y fallecidos en el territorio nacional. Pero, tras la modificación de los requerimientos de estos a las comunidades autónomas, han bastado unas horas para que el caos sea el único mensaje que se traslada a la población.
En la mañana del citado 17 de abril el Gobierno hacía pública una nueva orden a través de la que obligaba a todas las comunidades autónomas a reportar al Ministerio de Sanidad los datos sobre fallecidos, contagios, altas e ingresos hospitalarios.
Partimos de dos normas aprobadas con anterioridad en relación a los protocolos dirigidos por parte de Sanidad a las comunidades autónomas a la hora de recabar los datos. Un sistema con el que algunas comunidades autónomas se ha mostrado disconformes y desde el inicio de la epidemia han aplicado metodologías distintas.
En este sentido hacemos referencia al reporte de nuevos ingresos en UCI donde algunas regiones han ido informando con los datos agregados mientras que otras hacían público el dato diario. Un escenario que ha complicado el recuento ofrecido por el Ministerio al conjunto de los españoles.
La última orden aprobada por el Ministerio de Sanidad aplicable a la información que le reportan las comunidades autónomas se fundamenta en la adaptación a los nuevos test
La última orden aprobada por el Ministerio de Sanidad aplicable a la información que le reportan las comunidades autónomas se fundamenta en la adaptación a los nuevos test, con el objetivo de zanjar de una vez por todas los descuadres entre regiones. El resultado obtenido se encuentra en las antípodas de la meta que pretendía alcanzar Salvador Illa.
En la rueda de prensa del 17 de abril, en vez de informar sobre los cambios recogidas en la nueva orden, se ofrecieron los datos sin mostrar el recuento de los fallecidos. Los datos compartidos no correspondían con los que se habían ofrecido con anterioridad.
LOS DETALLES DE LA NUEVA NORMA
De acuerdo a lo explicado por Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias dependiente del Ministerio de Sanidad, el objetivo que se persigue con la nueva norma es un mayor detalle de la información “ante el incremento sustancial de la capacidad de hacer PCR”.
“La información se va a dar progresivamente a medida que seamos capaces de darla correctamente y para dar continuidad a la serie”, recalcaba el 17 de abril, insistiendo en que el protocolo de Sanidad únicamente recoge los “casos confirmados”.
“Basar nuestras definiciones de muerte en personas que puedan tener algún síntoma de Covid-19, cuando sabemos lo inespecíficos que son estos síntomas, daría una información muy distorsionada de la realidad”
“Basar nuestras definiciones de muerte en personas que puedan tener algún síntoma de Covid-19, cuando sabemos lo inespecíficos que son estos síntomas, daría una información muy distorsionada de la realidad”, añadía.
Pero el descuadre ha sido mayor 24 horas después. Las comunidades autónomas informan diariamente de sus datos vía nota de prensa. Los datos reportados por estas no coinciden en muchas ocasiones con los ofrecidos por el Ministerio y se aprecia que los sistemas aplicados entre las distintas regiones continúan siendo diferentes.
LA RESPUESTA DEL MINISTERIO DE SANIDAD
El caos ha sido la tónica en la rueda de prensa ofrecida por el Comité Técnico de seguimiento del coronavirus este sábado 18 de abril.
“Estamos tratando de ajustar toda la información de forma que sea lo más estable y lógica posible”, ha manifestado Simón ante las preguntas de los medios de comunicación, monotemáticas en esta ocasión ante la incertidumbre generada por las modificaciones en el cómputo de los datos.
“Uno de los objetivos ha sido incrementar la capacidad diagnóstica”, ha recalcado Simón. “En las últimas tres semanas la capacidad diagnóstica (PCR) a nivel nacional ha pasado de algo por debajo de las 200.000 a estar por encima de las 400.000 en la segunda semana de abril. Esto nos hacía pensar que se produciría un incremento notable de los casos”, por lo que ha manifestado que necesitan analizar los datos con cautela “y no en un único dato único”.
“Los datos que utiliza el Ministerio son los recibidos por las comunidades autónomas. Si alguien piensa que el Ministerio se inventa los datos me parecería una posición extraña”
“Los datos que utiliza el Ministerio son los recibidos por las comunidades autónomas. Si alguien piensa que el Ministerio se inventa los datos me parecería una posición extraña”, ha manifestado expresando sobre la modificación de los test, criterios, tipos y personas a las que se les realizan que “necesitamos información”.
“Una información que tienen que recoger las comunidades autónomas, adaptar sus sistemas de información y dar tiempo”, ha señalado. “Esto se tiene que entender ya que los cambios no pueden hacerse de forma instantánea. Los datos hay que tenerlos, crearlos y enviarlos”.
Ha señalado que las comunidades autónomas también dan información sobre los casos sospechosos. Unos datos que el Ministerio de Sanidad empezará a trabajar con ellos “cuando la epidemia está en una siguiente fase”, ya que estos “tienen ahora más importancia a nivel local que nacional”.
En este sentido ha reiterado que debe primera la “coherencia” a la hora de analizar los datos. “Todos estos datos tienen que analizarse con mucho cuidado, especialmente según avanza el año por lo que el Ministerio considera que debemos seguir trabajando solo con datos confirmados”.