La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias participó ayer como ponente invitado, junto a Estados Unidos y Canadá, en el seminario que llevaba por título ‘Prevención y Control de la COVID-19 en prisiones: ¿Qué hemos aprendido?’, organizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ante la asistencia de más de 120 países.
Tras mostrar su interés por el éxito de las decisiones tomadas por nuestro país, la OMS eligió a la Administración penitenciaria española para exponer las medidas de prevención y control que se tomaron desde el principio de la pandemia para evitar el contagio tanto de funcionarios como de internos: suspensión de todas las comunicaciones, cierre de las prisiones al personal no penitenciario o la suspensión de permisos y salidas programadas, así como de los traslados no imprescindibles.
La subdirectora general de Sanidad Penitenciaria expuso las medidas adoptadas por España ante más de 120 países
Los resultados de estas medidas se reflejan en el número de contagios y fallecimientos en prisión. Hasta la fecha, 4 funcionarios – de las prisiones de Alicante Cumplimiento, Cuenca, Soria y Teruel – y dos internos – de los centros penitenciarios de Madrid VII (Estremera) – han fallecido por esta enfermedad. El número de contagios se sitúa en 278 y 85, entre funcionarios e internos respectivamente.
La subdirectora general de Coordinación de Sanidad Penitenciaria, Carmen Martínez-Aznar, fue la encargada de explicar las decisiones que se tomaron desde el mes de marzo, siempre en coordinación con el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, y siguiendo las recomendaciones dictadas en ese momento por el Ministerio de Sanidad.
En su intervención, Martínez-Aznar destacó que en las prisiones dependientes de la Administración General del Estado, “con respecto a la población general en España, hemos tenido 14 veces menos muertes en la prisión que en la población general y 8 veces menos hospitalizaciones. El 85% de las prisiones no han tenido ningún caso diagnosticado y el 85% de los casos en prisión han sido localizados en los centros de Madrid”. Son datos de un segundo estudio epidemiológico según el cual la afectación de la COVID-19 entre la población reclusa ha sido 3,5 veces inferior a la de la población en general.
CAMPAÑA CONTRA LA SOBREDOSIS
La subdirectora general de Sanidad Penitencia, que atribuyó los datos al excelente trabajo de los profesionales penitenciarios, dedicó también su ponencia a explicar las consecuencias del confinamiento en la entrada de droga en prisión -sin constancia de casos de fallecimientos por sobredosis durante los meses de cierre- y los riesgos de volver al consumo tras esos meses sin consumo de substancias tóxicas.
Con el título 'Campaña de prevención de sobredosis en las prisiones después del confinamiento en la nueva normalidad', Aznar detalló las medidas adoptadas por un grupo de trabajo multidisciplinar.
Los internos reciben un breve asesoramiento sobre educación sanitaria por parte del personal de la prisión sanitaria y esto se apoya con la entrega de información en folletos y pegatinas. “Elegimos una estrategia que pudiera conectar con ellos: los videojuegos”. Las pegatinas están pegadas a las bolsas de medicamentos, de donde los reclusos recogen sus píldoras.
Como conclusión, Carmen Martínez Aznar destacó que la campaña, que ya se ha puesto en marcha en 84 prisiones, refuerza todos los programas de drogas desarrollados previamente. “El objetivo ha sido aprovechar esta ventana de oportunidad surgida por esta situación adversa: Tienes un EXTRALIFE. No pierdas tu EXTRALIFE".