El mundo entero se encuentra expectante ante los hallazgos realizados por la comunidad científica internacional sobre la nueva variante del SARS-CoV-2, Ómicron (B.1.529, detectada originalmente en Sudáfrica). En este sentido, un reciente estudio cuyos resultados han sido publicados en la revista Emerging Microbes & Infections, arroja algo de luz sobre el escape inmunitario de esta variante.
La principal conclusión que se extrae de esta investigación es que la infección previa por SARS-CoV-2 en combinación con la pauta completa de vacunación, pueden proporcionar una mayor protección frente a Ómicron que si solo se cuenta con la inmunidad medida tras haber superado la Covid-19.
A pesar de los datos positivos, el estudio determina también que esta variante “podría superar” a todas las versiones anteriores del virus en lo que respecta a su capacidad para evadir la protección generada tanto por la infección previa como a través de las distintas vacunas que se están inoculando. Aunque los autores del trabajo afirman que una dosis de refuerzo de las vacunas “aumenta significativamente la inmunidad”, también advierten que la variante Ómicron “aún puede comprometer una parte significativa de la protección”. En última instancia destacan la necesidad de realizar más investigaciones en este sentido.
Youchun Wang, autor principal del estudio y miembro de los Institutos Nacionales para el Control de Alimentos y Medicamentos de China, considera que este trabajo valida las primeras evidencias que apuntan a que la variante Ómicron es especialmente hábil a la hora de evitar las defensas frente al SARS-CoV-2 generadas por nuestro sistema inmunológico.
“Este estudio verifica el escape inmunológico mejorado de la variante Ómicron, que ha hecho sonar las alarmas en todo el mundo, y que tiene importantes implicaciones para la planificación de la salud púbica”
“Descubrimos que la gran cantidad de mutaciones presentes en la variante Ómicron ha causado cambios significativos en la sensibilidad de neutralización de las personas que ya han superado la Covid-19”, explica a través de un comunicado. “Sin embargo, el ED50 (nivel de protección) promedio contra Ómicron es aún más alto que la línea base, lo que indica que todavía se puede observar algún efecto de protección”, añade.
Para la realización del estudio el equipo capitaneado por Wang analizó 28 muestras de sangre de pacientes recuperados de Covid-19 que fueron infectados por la cepa original del virus detectada en diciembre de 2019 en la ciudad china de Wuhan. Después probaron estas muestras con algunas in vitro de la variante Ómicron y otras variantes de preocupación (VOC, por sus siglas en inglés) entre las que se incluía Delta (B.1.617.2, detectada originalmente en India).
“Este estudio verifica el escape inmunológico mejorado de la variante Ómicron, que ha hecho sonar las alarmas en todo el mundo, y que tiene importantes implicaciones para la planificación de la salud púbica”, afirma el doctor.
“Es necesario volver a evaluar si los anticuerpos aún pueden ser eficaces contra la variante Ómicron. El impacto exacto en la protección humana puede verse influenciado por más factores como la infectividad de la variante en relación a otras y a aptitud viral de Ómicron una vez que estemos infectados. Se necesitan más estudios poblacionales que incluyan el nivel de protección inmunológica y los síntomas de las personas infectadas por Ómicron para establecer completamente el impacto global de la variante en el control de la pandemia”, concluye.