Todas y cada una de las vacunas desarrolladas contra la Covid-19 que han recibido la autorización condicional de emergencia por los organismos reguladores correspondientes, han demostrado su seguridad y eficacia a la hora de prevenir la progresión a enfermedad grave y, por ende, contribuyen de forma significativa en la reducción de las hospitalizaciones, ingresos en UCI y muerte.
A pesar de esto la evidencia científica indica que la inmunidad generada pierde eficacia con el paso del tiempo, por lo que la inoculación de dosis de refuerzo se erige como fundamental. Estos han generado un intenso debate sobre la viabilidad a medio y largo plazo de una estrategia basada en su inoculación repetida, y destaca la importancia de entender la inmunidad más allá de los niveles de anticuerpos.
Los ensayos clínicos que se han realizado hasta la fecha han demostrado que la administración de una dosis de refuerzo de una vacuna diferente a la empleada para la pauta primaria (refuerzo heterólogo) puede generar una respuesta de anticuerpos neutralizantes más elevada que si el refuerzo que se inocula es del mismo suero utilizado para la pauta primaria de inmunización (refuerzo homólogo). Hecho que se refuerza en aquellos casos en los que la pauta primaria de vacunación se realizó con una vacuna de vector viral, como es el caso de los sueros de Janssen o AstraZeneca.
En este sentido un reciente estudio publicado por New England Journal of Medicine ha analizado los datos de 4,8 millones de veteranos militares de Estados Unidos recogidos por el Departamento de Asuntos de los Veteranos (VA, por sus siglas en inglés). Estos datos se han cruzado con la base de datos creada como consecuencia de la pandemia en la que se recoge información sobre todos los veteranos con un diagnóstico de laboratorio confirmado de Covid-19. Los responsables del estudio crearon dos cohortes de análisis basándose en la pauta de vacunación primaria: vector viral o ARNm, con el objetivo de comparar los refuerzos heterólogos y homólogos.
La incidencia de la infección después de la inoculación de un refuerzo heterólogo fue aproximadamente un 50% menor que en el caso de los homólogos
Por cada participante que había recibido un refuerzo heterólogo se emparejó con otro que había recibido un refuerzo homólogo, atendiendo a factores como la edad, sexo, raza, ubicación geográfica, tipo de vacuna primaria, comorbilidades, semana de la administración del refuerzo e intervalo entre la vacunación y el refuerzo. Las cohortes de análisis combinadas contenían 25.972 veteranos con refuerzos de la vacuna de Janssen (12.986 refuerzos homólogos y 12.986 heterólogos) y 35.850 veteranos con refuerzos de vacunas de ARNm (17.925 homólogos y 12.986 heterólogos).
Dentro del grupo de vacunados con Janssen se observaron 415 infecciones por SARS-CoV-2 documentadas, entre las que se incluyen 34 casos de Covid-19 moderada y 12 graves y/o críticos. De estos casos, 278 se produjeron en participantes que habían recibido un refuerzo homólogo y 137 con refuerzo heterólogo.
"Nuestro análisis proporciona evidencia adicional de que la tasa de infección es menor en las personas que reciben un refuerzo con una pauta heteróloga de ARNm"
La incidencia de la infección después de la inoculación de un refuerzo heterólogo fue aproximadamente un 50% menor que en el caso de los homólogos. Los autores del trabajo exponen en la referida cabecera que las proporciones de tasas ajustadas para la enfermedad moderada, grave y/o crítica fueron más bajas tras la administración de un refuerzo heterólogo.
Atendiendo al grupo de individuos vacunados con sueros de ARNm (incluye receptores de las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna), se han observado 362 infecciones documentadas, entre las que se incluyen 23 casos de Covid-19 moderada y ocho con enfermedad grave y/o crítica. Las conclusiones de la investigación exponen que no se han observado diferencias en la incidencia de la infección por SARS-CoV-2, incluyendo la enfermedad moderada y/o grave, entre los participantes que habían recibido un refuerzo heterólogo y homólogo tras la vacunación primaria con sueros de ARNm.
“Ensayos clínicos recientes que han examinado la seguridad y la inmunogenicidad de los refuerzos en adultos sanos han mostrado mayores aumentos en los títulos de anticuerpos neutralizantes después de la administración del refuerzo heterólogo que después del refuerzo homólogo. En particular, los anticuerpos de inmunoglobulina G neutralizantes fueron más bajos después del refuerzo homólogo de Janssen (Ad26.COV2.S), y permanecieron por debajo del umbral de eficacia previsto para prevenir la Covid-19 sintomática”, resumen los autores del estudio.
“Nuestros hallazgos respaldan los resultados de estos ensayos clínicos, ya que observamos la mayor cantidad de infecciones intercurrentes documentadas en participantes que habían recibido refuerzo homólogo de Ad26.COV2.S. Nuestro análisis proporciona evidencia adicional de que la tasa de infección es menor en las personas que reciben un refuerzo con una pauta heteróloga de ARNm”, concluyen.