Con más de 54 millones de dosis administradas en España, el país se aproxima poco a poco a la conocida como inmunidad de rebaño. Sin embargo, pese al incansable trabajo de los sanitarios, la falta de vacunas o las vacaciones están haciendo que algunas Comunidades Autónomas retrasen de la segunda dosis de Pfizer, 21 días, o Moderna, 28 días.
Ante ello, el Consejo General de Enfermería (CGE) ha publicado un comunicado en el que alertan de los peligros de este retraso. “A nivel individual, retrasar unas semanas la dosis puede no tener ningún efecto, pero, cuando el objetivo de la población es conseguir una inmunidad de grupo, el hecho de retrasarla sí puede ser un problema”, afirma Guadalupe Fontán, enfermera del CGE.
Las vacunas están permitiendo que los ingresos y la presión hospitalaria de casos Covid no se disparen ante la tasa creciente de contagios. De esta quinta ola, el 95% de los ingresados por Covid-19 no están vacunados o no tienen la pauta completa, con lo que una sola dosis no les protege lo suficiente. Por eso, recuerdan las enfermeras, que es necesario continuar con la vacunación y no retrasar las segundas dosis del suero.
"Aunque la ficha técnica sí que permite el retraso de algunas semanas, consideramos que es muy importante completarlo lo antes posible"
"Aunque la ficha técnica sí que permite el retraso de algunas semanas, consideramos que es muy importante completarlo lo antes posible para mantener esa inmunidad de grupo y alcanzar el mayor grado de inmunización lo antes posible”, destaca Fontán.
"Nos jugamos mucho", opina Florentino Pérez Raya, presidente del CGE. “El Gobierno central y los gobiernos autonómicos deben poner todo de su parte para cumplir los plazos porque es imprescindible que la mayoría de la población esté inmunizada cuanto antes. Asimismo, nosotros como población debemos cumplir y también vacunarnos. En un momento como el actual no podemos retrasar las citas para irnos de vacaciones porque es ahora cuando debemos demostrar que somos una sociedad”, puntualiza el presidente.
Por último, también recuerdan que las vacunas no son infalibles y es necesario seguir con las medidas de prevención: distancia física, mascarillas en interiores y exteriores cuando no se pueda garanticar el metro y medio e higiene constante. “No debemos bajar la guardia ni aun estando vacunados porque las vacunas no evitan la infección, sino que en la mayoría de los casos minimiza los síntomas y las complicaciones. Es muy importante respetar las medidas como la mascarilla y la distancia de seguridad. Solo siendo responsables conseguiremos el bien común”, resalta Pérez Raya.