Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería (CGE) y la enfermera Aroa López, supervisora de Urgencias del Hospital Vall d'Hebrón (Barcelona) han sido dos de los participantes en el acto de Estado por las víctimas del COVID-19 que ha tenido lugar este jueves en el Palacio Real de Madrid.
Tal y como ha sostenido Pérez Raya, "ha sido un acto solemne muy emotivo, cargado de sentimiento por parte de los familiares de las víctimas y las personas que han participado en él. Las intervenciones del Rey y de nuestra compañera enfermera han llegado a los corazones de los allí presentes y de toda España".
"Comenzamos a ver que la Enfermería empieza a ser reconocida por la sociedad, lamentablemente ha tenido que ocurrir una situación tan crítica y dolorosa"
Respecto a la intervención de una enfermera, ha continuado, "he de decir que lo he vivido con mucho sentimiento. Ha sido muy emocionante porque nuestra compañera ha dicho unas palabras repletas de sentimiento y ha descrito muy bien todo lo que hemos pasado y todo lo que hemos sufrido los profesionales sanitarios con esta terrible pandemia y, además, lo ha hecho con una claridad meridiana".
Por primera vez. expone el máximo responsable del CGE, "comenzamos a ver que la Enfermería empieza a ser reconocida por la sociedad, lamentablemente ha tenido que ocurrir una situación tan crítica y dolorosa. Con las decenas de miles de infecciones que hemos sufrido todos, los ciudadanos y los profesionales que les hemos estado cuidando sin las medidas de protección adecuadas".
"La situación dramática que hemos vivido se podía haber evitado en gran parte, porque a nosotros el 29 de febrero ya nos llamó el Ministerio de Sanidad para solicitarnos que canceláramos todos los actos, reuniones y jornadas profesionales"
"Estamos viendo que los brotes siguen aumentando y estamos todos muy preocupados ante la amenaza de que esto se descontrole y desencadene una nueva situación tan grave como las vividas", asevera Pérez Raya
Tal y como venimos repitiendo, continúa, "la situación dramática que hemos vivido se podía haber evitado en gran parte, porque a nosotros el 29 de febrero ya nos llamó el Ministerio de Sanidad para solicitarnos que canceláramos todos los actos, reuniones y jornadas profesionales. Tenían conciencia de la gravedad, o al menos del riesgo de la situación que podía llegar, y por tanto no podemos entender que se permitiesen todas las concentraciones de personas que se autorizaron ya sean manifestaciones, conciertos o mítines políticos. Se tenían que haber prohibido en su momento, igual que se prohibieron las nuestras y a mí no me cabe duda de que la gravedad de la pandemia hubiese sido mucho menor".
VISIÓN DESDE URGENCIAS
Para Aroa López, "han sido meses de mucha incertidumbre, de mucho miedo, de mucha tensión, de sentir, cuando bajó el pico, la sensación de calma que precede a la tormenta, la incertidumbre de si volverá a pasar o no, y ahora con la sensación de que están habiendo rebrotes y hay que tener precaución".
"Necesitamos pedir responsabilidad a la sociedad y hacernos la pregunta que pronunciaba en el discurso ‘¿Quién cuidará de ti si tu cuidador no puede?’"
“Hay compañeros que han pasado el Covid y tienen secuelas físicas, hay compañeros que emocionalmente están muy tocados, casi como si sufrieran un estrés post traumático. Necesitamos pedir responsabilidad a la sociedad y hacernos la pregunta que pronunciaba en el discurso ‘¿Quién cuidará de ti si tu cuidador no puede?’”, ha finalizado.