Un equipo de científicos ha identificado coronavirus estrechamente relacionados con el SARS-CoV-2 en dos murciélagos analizados en Camboya hace más de una década. El hallazgo ha sido publicado en la revista Nature Communications, junto con la detección reciente de los antepasados más cercanos del SARS-CoV-2 conocidos hasta la fecha en murciélagos que viven en cuevas en Laos. La investigación revela que los virus relacionados con el SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, tienen una distribución geográfica mucho más amplia de la que se pensaba, lo que respalda aún más la hipótesis de que la pandemia se originó a través de la propagación de un virus transmitido por murciélagos.
Los científicos utilizaron secuenciación metagenómica para identificar los virus casi idénticos en dos murciélagos de herradura de Shamel (Rhinolophus shameli) originalmente muestreados en 2010. El hallazgo sugiere que los virus relacionados con el SARS-CoV-2 probablemente circulan a través de múltiples especies de Rhinolophus.
Los autores del estudio indican que la comprensión actual de la distribución geográfica de los linajes SARS-CoV y SARS-CoV-2, posiblemente refleje una falta de muestreo en el sudeste asiático, o al menos en la subregión del Gran Mekong que abarca Myanmar, Laos, Tailandia, Camboya Vietnam, así como las provincias chinas de Yunnan y Guanxi.
"El sudeste asiático alberga una gran diversidad de vida silvestre y un extenso comercio de vida silvestre que pone a los humanos en contacto directo con huéspedes salvajes de coronavirus similares al SARS"
La investigación apunta a que, junto a los murciélagos, los pangolines, ciertas especies de gatos (como el gato de Algalia) y las comadrejas que se encuentran en la región descrita, son fácilmente susceptibles a la infección por SARS-CoV-2 y podrían representar huéspedes intermediarios para la transmisión a los seres humanos. En 2020 se detectaron virus del sublinaje SARS-CoV-2 en el dominio de enlace para el receptor en distintos grupos de pangolines incautados durante operaciones de contrabando en el sudeste de China. Si bien no es posible determinar dónde se infectaron estos animales, es importante señalar que el rango geográfico natural de las especies de pangolines involucradas (Manis javanica) también corresponde con el sudeste asiático y no con China.
“Estos hallazgos subrayan la importancia de una mayor inversión en toda la región en la capacidad de tender puentes para la vigilancia sostenible de patógenos en la vida silvestre, a través de iniciativas como como WildHealthNet. El sudeste asiático alberga una gran diversidad de vida silvestre y un extenso comercio de vida silvestre que pone a los humanos en contacto directo con huéspedes salvajes de coronavirus similares al SARS”, explica la doctora Lucy Keatts, del Programa de Salud de Wildlife Conservation Society (WCS), coautora del estudio.
“La región está experimentando cambios dramáticos en el uso de la tierra, como el desarrollo de infraestructura, el desarrollo urbano y la expansión agrícola, que pueden aumentar los contactos entre murciélagos, otros animales salvajes, animales domésticos y humanos. La vigilancia continua y ampliada de los murciélagos y otros animales salvajes clave en el sudeste asiático es un componente crucial de la preparación y prevención de una futura pandemia”, concluye.