El pasado 20 de diciembre GSK y Vir Biotechnology anunciaban la concesión por parte de la Comisión Europea de la autorización de comercialización para Xevudy (sotrovimab), un anticuerpo monoclonal destinado al tratamiento temprano de la Covid-19. Este ha sido aprobado para el tratamiento de personas de 12 en años en adelante, que pesen al menos 40 kilos, que no requieran suplemento de oxígeno y que tienen un mayor riesgo de progresión a Covid-19 grave.
En julio de 2021, GSK y Vir anunciaron un acuerdo de adquisición conjunta (JPA, por sus siglas en inglés) con la CE para suministrar hasta 220.000 dosis de sotrovimab. Tras la concesión de la autorización de comercialización en la UE, los Estados miembros que participan en el JPA ahora pueden solicitar sotrovimab para apoyar sus respuestas a la pandemia.
Para conocer más en profundidad esta opción terapéutica contra la Covid-19, en ConSalud.es hemos entrevistado a Pablo Guisado Vasco, especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid.
Son moléculas diseñadas en laboratorio que se dirigen frente a una proteína (epítopo) que puede ser el huésped o una citoquina molecular, en este caso, se dirigen a diferentes partes del coronavirus. Los diseñados actualmente son contra la proteína S y frente a otras deleciones denominadas RET. La función de estas moléculas es inhibir la acción viral intentando bloquear el virus contribuyendo a la supresión viral por parte de huésped.
Dentro de los anticuerpos monoclonales desarrollados para el tratamiento contra la Covid-19 encontramos Xevudy (sotrovimab), desarrollado por GSK y Vir Biotechnology.
¿Cuál es el proceso de administración de este tratamiento?
Sotrovimab es un anticuerpo que se desarrolló a partir de unos anticuerpos aislados de células de memoria de un paciente infectado por el SARS-CoV-1 EN 2003. Este anticuerpo tiene una mutación en una región denominada FC que le otorga una vida media/larga en sangre.
Esta dirigido contra una parte de los coronavirus reconservadas, no solo del SARS-CoV-2, sino de toda la familia de los sarbecovirus. Esta región está muy conservada a nivel biológico lo que se traduce en que el número de mutaciones esperables es muy bajo. Los virus tienen que mantener esta parte para poder replicarse. Con lo cual, que exista esta menor posibilidad de escape viral, lo hace más eficaz que otros anticuerpos que se dirigen exclusivamente contra la proteína S.
"Se destina a pacientes que se encuentran en los primeros días de la enfermedad, es decir, en un periodo menor a los cinco primeros días desde el inicio de síntomas, hospitalizados y con factores de riesgo de progresión a neumonía severa por Covid-19"
Esto es precisamente lo que se ha visto con la variante Ómicron (B.1.1.529, detectada originalmente en Sudáfrica). En el momento en el que virus ha ido evolucionando con diferentes variantes se ha ido viendo que diferentes anticuerpos monoclonales que se han desarrollado a lo largo de los dos últimos años han ido perdiendo eficacia. Teníamos un predominio de Alfa (B.1.1.7, detectada originalmente en Reino Unido) y Delta (B.1.617.2, detectada originalmente en India) había un cóctel de anticuerpos que era eficaz, pero con el surgimiento de Ómicron se han realizado distintos estudios que han demostrado que, de los anticuerpos monoclonales disponibles que pueden inhibir el SARS-CoV-2, sotrovimab es el único que mantiene una actividad adecuada.
¿En qué pacientes está indicado su uso? ¿Cuáles son sus resultados?
Es una molécula que se administra en una dosis única vía intravenosa. El uso inicial del anticuerpo monoclonal, de acuerdo con los datos relativos del estudio Fase III COMET-ICE, se destina a pacientes que se encuentran en los primeros días de la enfermedad, es decir, en un periodo menor a los cinco primeros días desde el inicio de síntomas, hospitalizados y con factores de riesgo de progresión a neumonía severa por Covid-19.
En los pacientes en los que se administró el tratamiento se redujo el riesgo de hospitalización y muerte un 85% en el día 29.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha aprobado tres tratamientos de anticuerpos monoclonales, entre ellos sotrovimab, y se destina a pacientes con riesgo de progresión a enfermedad grave y pacientes inmunodeprimidos o trasplantados entre otros. Son grupos que están poco representados en los ensayos clínicos, pero que son una población de cierto riesgo. Este anticuerpo, además ha demostrado en muestras nasofaríngeas con carga viral mediante PCR, una eficacia superior a placebo. Esto es muy importante porque la PCR es la prueba de diagnóstico por excelencia y en todos los ensayos se realiza el control mediante estas pruebas. Frente al placebo sotrovimab demuestra frente al placebo un mayor descenso que el logrado de forma natural.
"En los pacientes en los que se administró el tratamiento se redujo el riesgo de hospitalización y muerte un 85% en el día 29"
También se está estudiando en la plataforma RECOVERY de Reino Unido, la mayor del mundo por volumen de pacientes y referente en Covid-19, y se ha añadido a su grupo de tratamiento abierto. Ya teníamos una información previa muy valiosa de otros anticuerpos monoclonales como REGENERON y habían encontrado que en pacientes hospitalizados con diferentes soportes respiratorios, que aquellos que recibían el tratamiento de anticuerpos monoclonales para reducir el coronavirus con serología negativa como los no vacunados o los inmunodeprimidos, se encuentra un beneficio frente a la mortalidad. Una reducción absoluta del 6% y relativa del 20%.
Los mecanismos de acción a nivel inmunológico son similares en todos los anticuerpos por lo que sotrovimab debería reportar resultados parecidos. Por lo que todo apunta a que su estudio por parte de la plataforma británica ofrecerá conclusiones similares. En este sentido, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), las recomendaciones del 29 de diciembre se estableció el uso prioritario de sotrovimab en pacientes hospitalizados severos o críticos que fueron seronegativos.
Lo que necesitamos saber ahora es si los hospitales detectan la variante Ómicron. Nos encontramos en un escenario de convivencia de dos variantes por lo que existen también pacientes infectados por la variante Delta. Lo ideal sería que el hospital contase con PCR que permitan identificar la variante, proceso técnicamente complejo en estos momentos, ya que los clínicos necesitamos asegurar el tratamiento de los pacientes. Motivo por el que sotrovimab se ha erigido como una opción clínica interesante.
Dentro de la cartera de tratamientos contra la Covid-19 encontramos también las “píldoras antivirales”. ¿En qué se diferencian de los anticuerpos monoclonales como Xevudy (sotrovimab)? ¿Son tratamientos compatibles o complementarios?
Se diferencian en sus mecanismos de acción. Ambos tratamientos tienen un efecto que impide la replicación viral. Un anticuerpo monoclonal, en medicina moderna, es una molécula que se dirige contra una proteína concreta de un sistema. El uso de los anticuerpos monoclonales frente a enfermedades infecciosas es una técnica novedosa. Son moléculas dirigidas frente a una proteína denominada epítopo que, en este caso, es el virus. Lo bloquea y no pueda seguir replicándose y acaba despareciendo por la propia acción del sistema inmunológico.
"Los antivirales actúan contra la maquinaria de replicación del virus general, mientras que los anticuerpos monoclonales inhiben el virus en una proteína de superficie concreta"
Los antivirales se dirigen contra sistemas de replicación del virus. El anticuerpo monoclonal se une a una proteína de la superficie del virus (S), y la píldora antiviral se introduce en la parte del virus que utiliza para replicar su ARN.
En resumen, los antivirales actúan contra la maquinaria de replicación del virus general, mientras que los anticuerpos monoclonales inhiben el virus en una proteína de superficie concreta.
Las vacunas son grandes aliadas en la lucha contra la pandemia, pero se necesitan tratamientos como Xevudy (sotrovimab) para reducir la presión asistencial. Un camino en el que España se encuentra a la cola en comparación con otros países europeos como Italia. ¿Qué consecuencias puede tener para nuestro país esta situación?
Los anticuerpos monoclonales son una línea más de tratamiento contra el SARS-CoV-2. Necesitamos diferentes opciones que poco a poco vamos teniendo. Son tratamientos complementarios ya que en un paciente pueden funcionar bien, pero fracasar en otros. Los clínicos que trabajamos con pacientes Covid esperamos que cuanto antes se puedan desbloquear los acuerdos posibles, mejor. Son medicamentos complejos de fabricar y que tienen una población diana concreta por lo que creo que, probablemente, podría resolverse en las próximas semanas. Como clínicos, espero poder contar en el menor tiempo con este fármaco respaldado por evidencia sólida en el tratamiento de pacientes especialmente frágiles.