El plan de desescaladadividido en cuatro fases y de aplicación asimétrica y gradual desarrollado por el Gobierno para su aplicación en todo el territorio nacional, se orquesta sobre un pilar fundamental: todas las comunidades autónomas deben tener la capacidad suficiente para identificar los nuevos casos de Covid-19 para evitar los riesgos que supondría la aparición de brotes una vez comiencen a aliviarse las medidas de confinamiento.
A esta capacidad se suman otros requisitos como la necesidad de contar con sistemas sanitarios con suficiente capacidad asistencial, profesionales de la salud protegidos, circuitos asistenciales o incremento de las camas UCI entre otros requerimientos.
Un listado en el que, sin lugar a dudas, los test para la detección del coronavirus se posicionan como esenciales. Y estos se han convertido en uno de los grandes quebraderos de cabeza para el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Ya sea por su escasez o por los lotes fallidos adquiridos por el Ministerio de Sanidad, los test han marcado la estrategia sanitaria gubernamental.
Durante semanas hemos escuchado cientos de voces procedentes de hospitales, centros de Atención Primaria, comunidades autónomas y profesionales sanitarios demandando a Moncloa más y más test. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha reiterado en numerosas ocasiones que España cuenta cada día con un mayor volumen de test, pero, en los últimos días, la polémica generada por el informe de la OCDE ha vuelto a poner en jaque las cifras del Gobierno.
Hemos escuchado también como Sánchez, Illa o la ministra de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto, aseguraban que se estaba incrementando la producción nacional de todos los materiales y recursos necesarios para combatir el virus, reduciendo así la dependencia de las compras a otros países. Principalmente a China donde ahora se han endurecido los controles de calidad de sus exportaciones y Sanidad está teniendo algún que otro problema para hacer llegar a España parte del material comprado.
De acuerdo a las informaciones publicadas por el diario El Mundo, las empresas nacionales de biotecnología disponen en su conjunto de una capacidad para fabricar hasta 745.000 test de coronavirus a la semana. Explican que, si el Gobierno atendiese a sus demandas, podrían duplicar la cifra.
Ion Arocena, director general de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio) explica en la citada cabecera que “se podría triplicar el número de test que se hacen en España. Nuestras empresas podrían tener capacidad para 1,5 millones de pruebas por semana, pero no se nos piden”, informan.
"Nuestras empresas podrían tener capacidad para 1,5 millones de pruebas por semana, pero no se nos piden"
Arocena califica como “una falta de interés” la actitud del Gobierno de Pedro Sánchez. Motivo por el que la patronal de empresas de biotecnología ha reunido a un nutrido grupo de estas compañías al considerar que no están desempeñando “un papel relevante” en la respuesta ante la crisis del coronavirus.
Explican que, si el Ejecutivo central atendiese a sus demandas y les asegurase la compra de los materiales, estas empresas no solo cuentan con capacidad suficiente para fabricar cientos de miles de test a la semana. Estas serían capaces de fabricar 690.000 test de anticuerpos semanales que superaría el millón con la introducción de una estrategia productiva a medio plazo, así como 194.000 kist de extracción. Una cifra que se incrementaría hasta los 600.000 si el Gobierno decidiese abastecerse con regularidad a través de las empresas nacionales.
Ante estas cifras Arocena detalla en El Mundo que necesitan que el Gobierno les ofrezca una idea de “lo que el sistema va a necesitar en los próximos meses y se establezca una hoja de ruta que nos dé confianza”.
“El Gobierno ha preguntado a algunas empresas, pero lo que necesitamos es que nos tenga en cuenta”
“El Gobierno ha preguntado a algunas empresas, pero lo que necesitamos es que nos tenga en cuenta”, pero demanda la planificación y creación de una estrategia para el incremento de estas capacidades a nivel nacional.
Las quejas de estas empresas se han repetido a lo largo de toda la crisis sanitaria. Critican que no se apueste por la producción nacional y sí por las exportaciones a China cuando las empresas patrias cuentan con un stock de salida suficiente que podrían duplicar e incluso triplicar si se apostase por ellas. Pero parece que el Ejecutivo no termina de cumplir con esa promesa de fomento de la producción nacional.
Belén Barreiro, vicepresidente de la citada patronal, explica en Telecinco que han recibido una invitación del Ministerio de Sanidad para iniciar conversaciones. En total se han agrupado 11 empresas y explican que en España no se les atiende porque "no tienen capacidad para procesar estas cantidades", ante la dificultad de la realización de las PCR, ya que los procesos requieren de más capacidad en laboratorios.
Barreiro ha señalado que ellos disponen de estas pruebas PCR desde el inicio de la crisis pero han tardado un poco más en desarrollar los test serológicos. Ha recalcado que notifican todas sus ventas al Instituto de Salud Carlos III ya que estas pruebas sí se están exportando a otros países como Francia.