El Congreso de los Diputados ha acogido este lunes la primera sesión de comparecencias en la Comisión de Investigación relativa a la gestión de las vacunas. María Jesús Lamas, directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), se ha pronunciado sobre la adaptabilidad de las vacunas ante nuevas variantes del SARS-CoV-2, como Ómicron, y también sobre otros asuntos polémicos relacionados con el plan de vacunación.
A petición de los grupos parlamentarios presentes, Lamas ha explicado lo ocurrido con la aparición de dosis frente al Covid-19 caducadas, según han anunciado distintas comunidades autónomas durante todo el proceso. La directora de esta reguladora ha sostenido que aunque “cada vacuna caducada es un dolor”, se trata de una cuestión “relativamente normal”.
“Llegar con la vacunación tanto a centros masivos como a centros de salud significan cálculos de estimación que si no se cumplen lleva a que haya vacunas que caduquen”
Según ha mencionado, “que un porcentaje mínimo de medicamentos, en un circuitologísticamentecomplejo, caduque es relativamente normal”. Así ocurre, por ejemplo, en aquellos centroshospitalarios que manejan “stocks enormes para dar coberturas a toda la actividad asistencial”. En estos puntos, ha precisado, “al final de año siempre hay una cantidad mínima de medicamentos que han caducado”.
En el caso concreto de las vacunas caducadas, la directora de la Agencia reguladora española ha informado de las particularidades del despliegue del proceso de vacunación. “Las vacunas, estando congeladas, tienen una caducidad máxima (varía entre los 70 y 20 grados bajo cero). Luego, tienen tiempos de estabilidad muchísimos más cortos cuando se ponen a temperatura de 2 a 8 grados”, ha indicado.
En este sentido, el objetivo de la Estrategia de Vacunación en España ha sido “llegar tanto a centros de vacunación masivos como a centros de salud para que estén al alcance de todos los ciudadanos”. Esta particularidad, ha subrayado, “ha supuesto que muchas comunidadesautónomas descongelaban vacunas para tenerlas listas en el punto de uso”. Esta predicción, ha añadido, “significan cálculos de estimación para ponerlas cada día que si no se cumplen lleva a que esas vacunas caduquen”.
“MECANISMOS ÁGILES”
Haciendo un poco de autocrítica, María Jesús Lamas ha transmitido su opinión de que “necesitamos mecanismos ágiles para que caduquen lo mínimo posible”, de forma que se logre “que las vacunas, una vez lleguen a nuestro país, se utilicen y las que no se puedan utilizar, se donen”.
“Necesitamos que las vacunas, una vez lleguen a nuestro país, se utilicen y las que no se puedan utilizar, se donen”
En todo caso, ha sostenido que la donación en sí es un proceso “complejo”. Según ha apuntado, el principalmecanismo a nivel mundial, Covax, “requiere meses de preparación y anticipación”, con la particularidad de que “no admiten vacunas ya entregadas a los países”. Si así se hiciera, ha añadido, “les vacunarían a ellos”.
Por todo ello, la directora de la AEMPS ha defendido que, aunque comparte la visión de que “ojalá no hubiera ninguna dosis caducada”, lo cierto es que “el mínimo número de dosis que han caducado puede considerarse aceptable, por supuesto no deseable”.