Investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) han determinado en un estudio que las personas expuestas a niveles más altos de contaminación atmosférica antes de la pandemia presentaron respuestas más bajas de anticuerpos a las vacunas contra el Covid-19.
La revista Environmental Health Perspectives ha publicado los hallazgos del trabajo que aporta "más evidencia sobre los efectos adversos de la contaminación atmosférica en el sistema inmunitario", informa el centro impulsado por la Fundación La Caixa en un comunicado.
Han analizado los datos de 927 participantes de entre 40 y 65 años que respondieron a cuestionarios y dieron muestras de sangre en 2020, justo después del primer confinamiento, y en la primavera de 2021, tras el inicio de la vacunación.
Han analizado los datos de 927 participantes de entre 40 y 65 años
Todos habían recibido una o dos dosis de las "principales" vacunas administradas en España --AstraZeneca, Pfizer y Moderna-- y los investigadores han medido los anticuerpos IgM, IgG e IgA frente a cinco antígenos víricos.
Los resultados muestran que, en individuos no infectados por SARS-CoV-2, la exposición prepandémica a partículas finas (PM2,5), dióxido de nitrógeno (NO2) y carbono negro (hollín) se asoció con una reducción de entre el 5% y 10% en los niveles de anticuerpos anti-Spike inducidos por la vacuna.
Este estudio forma parte de COVICAT (Cohorte COVID en Catalunya), un proyecto colaborativo interinstitucional de ISGlobal y el Institut de Recerca Germans Trias i Pujol (IGTP) para evaluar el impacto de la pandemia en la salud de la población catalana.