La detección temprana y seguimiento de las variantes del SARS-CoV-2 se erige en la actual como una herramienta primordial en el control de la pandemia. A lo largo de los últimos meses hemos sido testigos del surgimiento de diversas variantes en distintas partes del mundo que han conseguido en poco tiempo extenderse a gran parte del planeta.
Motivo por el que la secuenciación genómica del virus, a través de las muestras recogidas de personas contagiadas, es fundamental para conocer el devenir del coronavirus y cuál es su evolución. En este sentido el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ha anunciado la aportación de 77 millones de euros a 24 países pertenecientes a la Unión Europea (UE) y del Espacio Económico Europeo (EEE) con el fin de fortalecer sus capacidades de detección e identificación de las variantes del SARS-CoV-2.
“El objetivo inmediato es reforzar las capacidades de los países para la detección temprana y un mejor seguimiento de las variantes del SARS-CoV-2 emergentes y conocidas”, explica el ECDC a través de un comunicado. Este apoyo es una respuesta a la solicitud formulada por parte de la Comisión Europea al ECDC para implementar una serie de actividades que se lanzaron como parte de la Incubadora HERA con el fin de realizar un seguimiento de las variantes.
“A través de la implementación de estos proyectos, los Estados miembros podrán aumentar significativamente su capacidad para detectar y monitorizar las variantes del SARS-CoV-2”
Este apoyo económico se basa en las necesidades individuales de cada país tal y como se describe en las solicitudes presentadas por sus respectivas autoridades de salud pública. Las actividades están financiadas en un 90% por el ECDC, mientras que los países deberán financia ellos mismos el 10% restante. Los proyectos se iniciarán entre los meses de septiembre y octubre, y se extenderán hasta el 30 de septiembre de 2022.
“A través de la implementación de estos proyectos, los Estados miembros podrán aumentar significativamente su capacidad para detectar y monitorizar las variantes del SARS-CoV-2”, ha expresado la directora del ECDC, Andrea Ammon. “A más largo plazo, también se espera que esta infraestructura fortalecida contribuya a mejorar la investigación, la vigilancia y la preparación de brotes, así como de otras enfermedades infecciosas, y ayudará a abordar futuros brotes y pandemias transfronterizas”.
El ECDC brinda también a los Estados miembros de la UE/EEE y países vecinos acceso a servicios subcontratados de secuenciación del genoma completo de muestras del SARS-CoV-2. Entre los meses de febrero y agosto de 2021 se han procesado más de 65.000 muestras procedentes de 13 países. Se trabaja para la implementación de un programa transfronterizo de apoyo al fomento de la capacidad centrado en un mayor apoyo y formación de laboratorio.
La secuenciación del genoma completo mapea los planos genéticos únicos de diferentes cepas del virus y, como tal, es una herramienta esencial para tomar decisiones informadas en términos de salud pública. Es la clave para identificar variantes, así como para monitorizar su propagación en comunidades y poblaciones. RT-PCR es un método de laboratorio para detectar la presencia de material genético específico en cualquier patógeno, incluido un virus.