El Dr. Ricard Ferrer, presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), ha analizado la situación de la campaña de vacunación frente a la COVID-19. Ha incidido en la necesidad de seguir trabajando para que llegue cuanto antes a toda la población. “Seguimos en una fase de espera de la inmunidad de grupo y la vacunación en Europa no está siendo tan deseable como debería debido al retraso acumulado en el suministro de vacunas, a lo que hay que sumar la relajación de medidas que están llevando varias Comunidades Autónomas y la circulación de nuevas cepas, que son más transmisibles y virulentas. Todo ello nos está llevando a una cuarta ola que podría haber sido evitable”, explicó.
El periodo de tiempo entre una ola y la siguiente está siendo cada vez menor y los pacientes que ya hay ingresados ahora mismo es alto, lo que “podría llevarnos de nuevo a necesitar unidades extendidas de cuidados intensivos”.
La vacunación está permitiendo reducir la mortalidad y que apenas haya contagios entre el personal sanitario
“Hemos conseguido bajar la mortalidad y hemos abierto la posibilidad de ingresar en las UCI a pacientes muy frágiles que en olas previas no se habían ingresado, lo que nos lleva a que los que sobreviven estén más tiempo en las unidades y necesiten muchísima rehabilitación. Son pacientes que ya han superado la infección y tienen anticuerpos, pero esto no les exime de seguir conectados a un ventilador o a una máquina ECMO, por lo que siguen requiriendo semanas de cuidados intensivos”, afirma el Dr. Ferrer.
Para el presidente de la SEMICYUC, la vacunación es clave. “No solo se ha reducido la mortalidad en personas mayores, sino que está evitando el contagio en personas con comorbilidades o inmunodeprimidas. Además, la vacunación del personal sanitario ha permitido que no haya prácticamente ninguna baja en los equipos, lo que permite que podamos atender sin falta de personal. El avance de la vacunación es clave y no hay que dejar de incidir en ello”.