La Universidad y el Hospital Universitario de Southampton han desarrollado un nuevo mecanismo de protección destinado para los profesionales sanitarios que se encuentran en la primera línea de batalla frente a la Covid-19. Se trata de una “campana de respiración” que actúa de la misma forma que los equipos de protección individual (EPI), pero son mejor valorados tanto por los profesionales como por los pacientes. Sus creadores destacan además que reducirán costes al Servicio de Salud Pública de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés), y no sufren problemas de suministro como los vividos al inicio de la pandemia y que se tradujeron en decenas de contagios entre los profesionales sanitarios.
La idea surgió precisamente en los primeros momentos de la pandemia. Se desarrolló un prototipo de respirador con batería reutilizable (PeRSo, por sus siglas en inglés) que hacía las funciones de los equipos de protección individual y era un método alternativo a las mascarillas desechables estándar. Después de la realización de las pruebas iniciales se aprobó su despliegue generalizado. De esta forma, en la primera ola se utilizaron más de 1.500 PerSos que ascendieron a más de 3.500 en la segunda. Todos fueron solicitados individualmente por el personal sanitario.
Los respiradores cuentan con una batería recargable que se sitúa en la cintura. Es capaz de filtrar el aire de manera muy efectiva, haciendo llegar el aire limpio a una especie de capucha holgada cerrada con una visera transparente para permitir la visión. Cabe señalar que han recibido la aprobación por parte de los organismos reguladores pertinentes.
"Se trata de un excelente ejemplo del trabajo conjunto del hospital, la universidad y la industria para encontrar una solución innovadora a la crisis de la que se han beneficiado tanto los profesionales sanitarios como los pacientes"
Los resultados del estudio centrado en su evaluación han sido publicados recientemente en Frontiers in Medical Technology. La principal conclusión es que el personal sanitario prefiere los PeRSos ya que les reportan una mayor seguridad y comodidad frente a los equipos de protección individual. También se erigen como los favoritos de los pacientes ya que posibilitan ver la cara de sus cuidadores, lo que facilita enormemente la comunicación.
Si ponemos el foco en el análisis económico se determina que su uso generalizado ahorra costes aproximadamente después de 10 semanas y, como son reutilizables, no se enfrentan a problemas de suministro. Más del 80% del personal que los ha utilizado ha solicitado que sean almacenados para cualquier aumento futuro de casos. Este equipo de protección personal mejorado se ofreció a todo el personal, incluidos limpiadores y celadores entre otros.
“Hemos demostrado que el uso generalizado de PeRSo brinda al personal la capacidad de elegir su nivel de equipo de protección individual y es aceptado por los pacientes. Además, este enfoque reduce el enorme desperdicio de los EPI y ahorra costes al ser reutilizables”, explica Paul Elkington, profesor de Medicina Respiratoria en la Universidad de Southampton y coautor del proyecto.
“Se trata de un excelente ejemplo del trabajo conjunto del hospital, la universidad y la industria para encontrar una solución innovadora a la crisis de la que se han beneficiado tanto los profesionales sanitarios como los pacientes. Nuestra experiencia puede ayudar al NHS a mejorar su provisión de EPIs ahora que nos adentramos en un invierno difícil”, concluye el doctor Trevor Smith, director médico adjunto del Hospital Universitario de Southampton.