En los últimos meses, una de las preguntas que más repetidamente han estado en el aire ha sido por qué España ha sido uno de los países que más ha sufrido la pandemia del coronavirus. Más allá de las incertidumbres sobre la Covid-19 y de las decisiones que haya tomado el Gobierno y las comunidades autónomas, lo cierto es que el Sistema Nacional de Salud ha llegado al 2020 de forma casi agónica. O dicho de otra manera, la crisis ha revelado la falta de inversión en sanidad en los últimos años.
Precisamente la infrafinanciación de la sanidad española es el asunto en el que se centra el último informe de Amnistía Internacional, presentado este miércoles y que tiene un nombre muy sintomático: ‘La década perdida: mapa de austeridad del gasto sanitario en España del 2009 al 2018’. En este documento de 50 páginas, esta ONG informa sobre cómo se ha reducido la inversión sanitaria en este país y cómo este hecho puede convertirse en “una vulneración del derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental”.
Entre 2009 y 2018, el gasto sanitario público consolidado se redujo en casi 8.000 millones de euros; tan sólo Baleares recuperó la inversión previa a la crisis (+25 millones)
Entre las primeras estadísticas, se muestra cómo durante la crisis económica iniciada en 2008 se redujo el gasto en sanidad hasta su nivel más bajo en 2013. Y aunque en 2014 se inició una recuperación, “España no ha recuperado ni siquiera los niveles de 2009 en términos reales”. Así, ponen de ejemplo que mientras el PIB español ha subido un 8,6 % entre 2009 y 2018, el gasto público consolidado en sanidad se ha reducido en un 11,21 % en ese mismo periodo.
Este descenso se refleja también en las cifras que aportan las comunidades autónomas. Según el informe, en estos 10 años tan sólo las Islas Baleares han recuperado la inversión en la sanidad pública previa a la crisis, con un aumento de 25 millones de euros (+1,76%) entre 2009 y 2018. El conjunto de las administraciones autonómicas muestran una bajada de este gasto, cifrado en 7.922 millones de euros en esta década. Mientras, las que menos han recuperado han sido Cataluña (-1.301 millones de euros, -12,37 %), Andalucía (-1.222 millones, -11,89 %), la Comunidad de Madrid (-626 millones, -7,79 %), Castilla-La Mancha (-578 millones, -18,25 %), la Comunidad Valenciana (-547 millones, -8,09 %) y Galicia (-514 millones, -12,65 %).
Evolución del gasto sanitario público por CC.AA. entre 2009 y 2018 (Fuente: Amnistía Internacional)
Por su parte, si se compara a España con los países de la Unión Europea, se situaría en una posición intermedia. Por ejemplo, el porcentaje del PIB destinado a gasto sanitario ha descendido del 8,98 % al 8,87 %, mientras que países como Francia, Alemania, Países Bajjos, Bélgica o Dinamarca destinan más del 10 %. De la misma forma ocurre con el gasto sanitario total por habitante: España alcanzó los 2.294,3 euros en 2018, mientras que estados como Suecia, Dinamarca o Luxemburgo dedican más de 5.000 euros por habitante.
ATENCIÓN PRIMARIA Y SALUD PÚBLICA, GRANDES PERJUDICADAS
La pandemia del coronavirus ha evidenciado, por otra parte, la necesidad de reforzar la Atención Primaria y la Salud Pública, dos de los servicios más perjudicados durante la crisis sanitaria. Esto también se evidencia en los datos que ofrece Amnistía Internacional, correspondiente al gasto sanitario público en Atención Primaria y en Salud Pública.
España redujo en 1.223 millones de euros el gasto en Atención Primaria en la última década y en 118 millones el dedicado a Salud Pública
A nivel estatal, España ha reducido un 13,10 % el gasto en el primer nivel asistencial entre 2009 y 2018 (1.223 millones menos). Tan solo la Región de Murcia ha recuperado la inversión en esta década, con un aumento del presupuesto en Primaria de un 6,92 % (18 millones de euros más). Por su parte, el resto de comunidades autónomas no han sido capaces de llegar a los niveles de 2009. En datos porcentuales, las más perjudicadas han sido Cataluña (-24,28 %), Aragón (-22 %) y Castilla y León (-19,53 %).
En cuanto a la Salud Pública, el gasto estatal se ha reducido en 118 millones de euros en 10 años (-6,90 %) y cuatro regiones han recuperado los niveles previos a 2009: Baleares (+171,78 %), Navarra (+21,10 %), Galicia (+13,10 %) y Castilla y León (+0,89 %). En el lado contrario se situaron Cantabria (-63 %), Asturias (-48 %), el País Vasco (-36,56 %), Andalucía (-32,36 %), Canarias (-31,45 %) y la Comunidad de Madrid (-30,64 %). Por su parte, la Atención Especializada no ofreció datos tan negativos. Entre 2009 y 2018 se redujo en un 0,87 %, unos 322 millones menos.
AUMENTO LEVE DE LAS RATIOS DE PROFESIONALES
En lo relativo a los profesionales del Sistema Nacional de Salud, Amnistía Internacional ha comparado las ratios de personal médico y de Enfermería en Atención Primaria por cada 1.000 habitantes. En ambos casos, el aumento en una década ha sido prácticamente anecdótico.
La ratio de médicos por 1.000 habitantes en España ha incrementado únicamente un 0,03 en 10 años y un 0,05 el de personal de Enfermería
A nivel nacional, la ratio de personal médico por 1.000 habitantes en 2009 era de 0,74, mientras que en 2018 era de un 0,77, por lo que tan solo ha incrementado un 0,03. Si se compara con otros países de la UE, España cuenta con una de las cifras más bajas, situándose lejos de países como Portugal (2,63 médicos por 1.000 habitantes), Irlanda (1,82), Países Bajos (1,61), Austria (1,56) y Francia (1,42). Por su parte, la ratio de personal de enfermería por 1.000 habitantes tampoco ha mejorado sustancialmente. A nivel estatal, era de 0,61 en 2009 y en 2018 apenas subió hasta un 0,66.
RECOMENDACIONES
Al final del informe, y en base a los datos obtenidos, esta ONG manifiesta la necesidad de “dar prioridad de manera urgente al aumento de asignaciones presupuestarias para el SNS” con el fin de devolver “como mínimo” el gasto total y per cáspita en salud previo a la crisis. También proponen impulsar una evaluación del impacto en los derechos humanos “antes de que se aplique cualquier futura medida destinada a mejorar la rentabilidad y la eficacia de los sistemas de salud autonómicos”.
Por otra parte, instan a que se cumplan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se priorice la inversión en Atención Primaria, con “más recursos humanos y medios materiales”. Finalmente, plantean que se garanticen “mecanismos de consulta y participación efectiva del sector profesional sanitario y de la población” para que participen en la estrategia de refuerzo del SNS y que se refuercen los “mecanismos de rendición de cuentas ante potenciales medidas de restricción de gasto sanitario”.