La vacunación frente a la Covid-19 se ha erigido desde el inicio de las campañas masivas de inmunización como el mejor de los aliados en la recuperación de la normalidad que perdimos a principios de 2020. Todas y cada una de las vacunas que han recibido la autorización por parte de los organismos reguladores pertinentes han demostrado su seguridad y eficacia a la hora de reducir la gravedad de la enfermedad y el riesgo de muerte en caso de infección. El problema que estos sueros presentan es que no son esterilizantes por lo que la inoculación de dosis de refuerzo es vital para reforzar la protección que disminuye con el paso del tiempo y frente a algunas de las variantes que han ido surgiendo en el transcurso de la pandemia.
Ómicron (B.1.1.529) es la dominante a nivel global actualmente a través de los cinco linajes que comprende (BA.1, BA.2, BA.3, BA.4 y BA.5) y los derivados de estos. En este sentido ponemos el foco en XBB.1.5 que, gracias su mayor capacidad de transmisión y posible escape inmunitario, está creciendo de forma preocupante en Estados Unidos y ya ha sido detectado en varios países europeos. Hecho que ha generado cierta alarma mediática y social como consecuencia de la fotografía epidemiológica que se observa de China en las últimas semanas.
Una situación sobre la que los expertos, como por ejemplo el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), han tranquilizado a la población asegurando que los niveles de inmunidad reportados por los países europeos y la circulación previa y posterior relevo de variantes evitarán que una crisis como la que vive el gigante asiático pueda repetirse en el viejo continente. Razón por la que la vacunación, completando las pautas y cumpliendo con la administración de refuerzos, continúa siendo fundamental porque la pandemia no ha acabado.
En cuanto a la población vacunada con una dosis de refuerzo con edades comprendidas entre los 60 y los 69 años, los porcentajes también son elevados, aunque por debajo del 90% en Canarias (89,60%), Murcia (88,91%) y Melilla (84%)
Recientemente la ministra de Sanidad, Carolina Darias, hacía un llamamiento a la ciudadanía para aumentar las coberturas vacunales con la segunda dosis de refuerzo tras la detección de algunos casos provocados por XBB.1.5. La titular de Sanidad incidía en la necesidad de proteger a los grupos vulnerables y de mayor edad frente al virus con este refuerzo a través de las vacunas bivalentes y adaptadas a las variantes circulantes autorizadas hace escasos meses por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con el último informe publicado por Sanidad sobre la vacunación frente a la Covid-19, el 93,1% de la población elegible mayor de 12 años (39.280.247) ya ha recibido al menos una dosis de la vacuna. El 92,9% (39.203.153 personas) han completado la pauta primaria de vacunación hasta el pasado 5 de enero.
En cuanto a la primera dosis de refuerzo esta se ha administrado ya al 55,7% de la población elegible (26.400.571). La cifra se eleva hasta el 92,7% (11.486.608 personas) en el grupo con edad igual o superior a los 60 años. Dentro de este último grupo, el 56% (6.937.339 personas) cuenta con dosis de recuerdo con una vacuna adaptada.
El avance de la vacunación de los menores de 12 años está siendo más lento: el 56% de la población elegible (2.137.789 personas) ha recibido ya, al menos, una dosis, mientras que el 46,4% (1.771.044 personas) ha completado la pauta de inmunización.
La práctica totalidad de las comunidades y ciudades autónomas reportan tasas de vacunación en los mayores de 70 años con una dosis de refuerzo por encima del 90%, con las excepciones de Murcia (88,99%), La Rioja (82,86%) y Melilla 84,64%. En cuanto a la población vacunada con una dosis de refuerzo con edades comprendidas entre los 60 y los 69 años, los porcentajes también son elevados, aunque por debajo del 90% en Canarias (89,60%), Murcia (88,91%) y Melilla (84%). A medida que descienden los tramos etarios también disminuye significativamente la inoculación de dosis de refuerzo.