Un reciente estudio realizado por un grupo de investigadores daneses revela que casi un tercio de las personas que superan la Covid-19 presenta síntomas persistentes de la enfermedad entre seis y 12 meses después de superar la infección. Los autores del estudio, pertenecientes al State Serum Institute (SSI), señalan que el análisis se ha realizado con una muestra de 152.000 personas.
La realización de la investigación se ha basado en un cuestionario a través del que los individuos podían informar sobre los síntomas persistentes de la Covid-19 a largo plazo, así como la frecuencia de aparición. En este sentido los problemas asociados a la infección con mayor prevalencia de aparición fueron los cambios en los sentidos del gusto y del olfato y la fatiga.
Esta encuesta se realizó entre septiembre de 2020 y abril de 2021, mucho antes de la expansión de la variante Ómicron (B.1.1.529, detectada originalmente en Sudáfrica). Dentro de la referida muestra, 61.002 personas habían dado positivo en Covid-19 y se compararon sus respuestas a los seis, nueve y 12 meses desde la detección de la infección. Los datos obtenidos se compararon a su vez con el estado de salud de las 91.878 personas pertenecientes a la muestra pero que no habían dado positivo.
En total, el 29,6% de los que obtuvieron un resultado positivo en Covid-19 informaron de al menos un síntoma físico persistente entre los seis y los 12 meses posteriores al inicio de la infección, en comparación con el 13% del grupo de control según los resultados publicados por Reuters.
La OMS estima que entre el 10 y el 20% de las personas que padecen Covid-19 desarrollarán síntomas a largo plazo
El 53,1% de los que habían dado positivo en Covid-19 experimentaron agotamiento mental o físico, problemas para dormir y problemas a nivel cognitivo entre los seis y los 12 meses posteriores a la infección, en comparación con el 11,5% del grupo de control.
Uno de los aspectos más llamativos de la investigación que nos ocupa es el hecho de que los nuevos diagnósticos de ansiedad y depresión fueron más comunes entre aquellos que habían cursado la infección provocada por el SARS-CoV-2.
El autor principal del estudio y profesor de Epidemiología en el SSI, Anders Peter Hviid, declara en Reuters que estos resultados son una evidencia más que debe llamar la atención sobre los riesgos que implica para la salud pública la prevalencia del Covid prolongado. “Esto es algo que se debe tener en cuenta cuando se sopesan los riesgos y beneficios de las vacunas”, asevera.
Las estimaciones del Covid prolongado varían. La Organización Mundial de la Salud (OMS) expone en su definición que esta afección aparece a los tres meses de la infección por SARS-CoV-2 y con una duración de, al menos, dos meses. La OMS estima que entre el 10 y el 20% de las personas que padecen Covid-19 desarrollarán síntomas a largo plazo.