La variante Ómicron (B.1.1.529, detectada originalmente en Sudáfrica) ha cambiado por completo la fotografía que nos muestra la pandemia. Su rápida expansión, gracias a su mayor transmisibilidad y escape inmunitario, se ha traducido en cifras de contagios nunca antes vistas en la pandemia. En este contexto, la menor gravedad de la enfermedad que provoca y las amplias coberturas de vacunación han logrado evitar que los sistemas sanitarios se tensionen de forma abrupta. Pero la pandemia no ha acabado.
La creciente evidencia científica sobre las consecuencias de la Covid-19, independientemente de la gravedad con la que se haya cursado la infección, preocupan notablemente ya que podrían gestar un gran problema de salud pública.
El pasado 11 de noviembre de 2021 la Organización Mundial de la Salud (OMS) hacía pública la primera definición clínica oficial de la enfermedad “pos-Covid-19”, conocida como Covid prolongado o persistente. Esta era acordada por una consulta a nivel global con el objetivo de facilitar el tratamiento del creciente número de personas que experimentan síntomas prolongados de la enfermedad una vez han conseguido superar la infección. Recientemente un grupo internacional de expertos ha acordado además una definición del Covid prolongado aplicada a los jóvenes y niños ya que, por norma general, cursan la enfermedad de forma leve o asintomática aunque esto no evita que puedan sufrir secuelas persistentes en el tiempo que afecten en diferentes grados a su calidad de vida.
¿Cuándo debemos empezar a considerar que estamos padeciendo Covid prolongado y no los síntomas residuales de la infección? La respuesta a esta cuestión es de vital importancia ya que las implicaciones que el Covid prolongado puede tener en nuestra vida son importantes y deben ser consideradas de forma temprana por los servicios de atención médica en caso de ser necesario. Se suma el hecho de que muchas personas han cursado la enfermedad sin ser conscientes al no contar con un diagnóstico. Situación que fue la habitual en los primeros meses de la pandemia y ahora puede haber personas padeciendo problemas que los profesionales médicos no están asociando con la infección por SARS-CoV-2.
Si ponemos el foco en el Covid prolongado, la OMS declara que se trata de una patología que, por norma general, aparece alrededor de tres meses después desde el inicio de la infección por SARS-CoV-2 y suele manifestarse durante, al menos, dos meses. Estos efectos pueden aparecer independientemente de la gravedad inicial de la infección con mayor frecuencia en mujeres, personas de mediana edad y en aquellos que han desarrollado más síntomas al inicio de la enfermedad.
"La afección pos-Covid-19 se produce en individuos con antecedentes de infección probable o confirmada por el SARS-CoV-2, generalmente tres meses después de la aparición de la Covid-19 con síntomas que duran al menos dos meses y que no pueden explicarse por un diagnóstico alternativo"
"La afección pos-Covid-19 se produce en individuos con antecedentes de infección probable o confirmada por el SARS-CoV-2, generalmente tres meses después de la aparición de la Covid-19 con síntomas que duran al menos dos meses y que no pueden explicarse por un diagnóstico alternativo. Los síntomas más comunes son la fatiga, la dificultad para respirar y la disfunción cognitiva, pero también se pueden dar otros síntomas que suelen repercutir en el funcionamiento cotidiano del enfermo. Los síntomas pueden ser de nueva aparición, tras la recuperación inicial de un episodio agudo de Covid-19, o pueden persistir desde el inicio de la enfermedad. Los síntomas también pueden fluctuar o puede haber recaídas con el tiempo", define oficialmente la OMS esta enfermedad.
¿CÓMO SABER QUE NO SE TRATA DE COVID PROLONGADO?
Distintas instituciones de Reino Unido (National Institute for Health and Clinical Excellence, Scottish Intercollegiate Guidelines Network y Royal College of General) consideran dos entidades dentro de la definición de Covid prolongado:
- Covid-19 sintomático continuo: signos y síntomas de Covid-19 de cuatro a 12 semanas.
- Síndrome post Covid-19: signos y síntomas que se desarrollan durante o después de una infección compatible con Covid-19, continúan durante más de 12 semanas y no se explican por un diagnóstico alternativo.
La Haute Autorité de Santé de Francia especifica tres criterios para identificar a los casos que sufren de "síntomas prolongados de la Covid-19":
- Haber presentado una forma sintomática de Covid-19.
- Continuar con uno o más de los síntomas iniciales cuatro semanas después.
- Que estos síntomas no puedan explicarse por ningún otro diagnóstico.
Partiendo de estas consideraciones, ponemos el foco en el periodo de incubación y la duración de los síntomas asociados a Ómicron. Analizamos la evidencia relativa a esta variante porque es la dominante actualmente a nivel global.
De acuerdo con las opiniones de distintos expertos podemos hablar de un “consenso” sobre el periodo de incubación de Ómicron, que sería inferior al de su antecesora, Delta (B.1.617.2, detectada originalmente en India): tres días frente a 4,5.
Un reciente estudio realizado en Noruega y cuyos resultados han sido publicados en Eurosurveillance, los síntomas más frecuentes en las infecciones provocadas por la variante Ómicron son la tos y la secreción nasal, con una duración media de cuatro días
Los síntomas (siempre que no se trate de infecciones asintomáticas) se inician entre el primer y el segundo día desde el contagio. Cabe señalar que, de acuerdo con la información con la que se cuenta, una persona infectada por Ómicron puede ser contagiosa entre uno y dos días antes del inicio de síntomas y durante dos o tres días después de la aparición de estos. Científicos de la Universidad de Harvard han expuesto que algunos casos provocados por Ómicron pueden ser contagiosos hasta 10 días después del contagio.
En cuanto a los síntomas, la fiebre, la tos persistente y la pérdida del gusto y del olfato han sido hasta el momento reconocidos como signos de alerta de una posible infección por SARS-CoV-2. La principal novedad con Ómicron es que la pérdida del gusto y del olfato se manifiesta con menor frecuencia.
Según la información recogida por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), los síntomas que se manifiestan con mayor frecuencia entre las personas infectadas por la variante Ómicron son la fatiga, dolores de cabeza, irritación de garganta, secreción nasal y estornudos, sudoración nocturna, lumbalgia y dolores musculares. Se han detectado otros síntomas que pueden aparecer con menor frecuencia como las náuseas, conjuntivitis o pérdida de cabello.
DURACIÓN DE LOS SÍNTOMAS DE ÓMICRON
Un reciente estudio realizado en Noruega y cuyos resultados han sido publicados en Eurosurveillance, los síntomas más frecuentes en las infecciones provocadas por la variante Ómicron son la tos y la secreción nasal, con una duración media de cuatro días con un intervalo de entre dos y cinco jornadas.
En cuanto al resto de síntomas asociados a la infección por esta variante y su duración media, el estudio revela lo siguiente.
- La fatiga/letargo se detectó en el 74% de los casos positivos con una duración máxima de cuatro días (entre dos y cinco días)
- El dolor de garganta apreció como síntoma en el 72% de los casos positivos con una duración máxima de tres días (entre dos y cinco días).
- El dolor de cabeza fue comunicado por el 68% de los infectados con una duración media de entre dos y cuatro días (dos días de media).
- El dolor muscular fue un síntoma en el 58% de los casos positivos con una duración media de 2,5 días (entre dos y cuatro días):
- El 54% de los positivos analizados presentó fiebre durante una media de dos días (entre dos y tres días).
- El 43% de los positivos presentó estornudos durante un promedio de tres días (entre dos y cuatro días).
- Si hablamos de la pérdida del olfato, se produjo en el 12% de los positivos con una duración máxima de dos días (entre dos y tres días).
- El 6% experimentó dolores abdominales durante una media de dos días (entre uno y tres días).
El 99% de los casos positivos evaluados en el referido estudio presentó cualquiera de los síntomas anteriormente expuestos durante un máximo de seis días (entre cinco y hasta ocho días).