Un nuevo estudio realizado para la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por el Instituto de Medición y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington (Estados Unidos), revela que en los dos primeros años de pandemia, al menos, 17 millones de personas pueden haber experimentado síntomas persistentes derivados de la infección por SARS-CoV-2 y/o secuelas.
La preocupante estimación se ha hecho pública en el seno de la 72ª Sesión del Comité Regional de la OMS para Europa. El modelo muestra un aumento del 307% de los nuevos casos de Covid prolongado identificados entre 2020 y 2021. La razón reside en el rápido aumento de las infecciones que se han producido desde finales de 2020 y a lo largo del 2021 como consecuencia de la relajación de las medidas y restricciones destinadas a frenar la propagación del virus, así como al surgimiento y rápida expansión de las variantes del SARS-CoV-2 que se han ido sucediendo.
Profundizando en el modelo encontramos dos conclusiones sobre las que necesariamente hay que poner interés. La primera de ellas es que esta investigación sugiere que las mujeres tienen hasta el doble de probabilidades que los hombres de padecer Covid prolongado. Un riesgo que aumenta de forma significativa cuanto mayor es la gravedad con la que se cursa la Covid-19., especialmente entre los pacientes que requieren hospitalización. Un análisis que señala que una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres son propensos a desarrollar Covid prolongado.
“Si bien aún nos queda mucho por aprender sobre el Covid prolongado, especialmente cómo se manifiesta en las personas vacunadas versus las que no están vacunadas y cómo afecta en las reinfecciones, estos datos resaltan la necesidad urgente de más investigaciones, más inversión, más apoyo y más solidaridad con aquellos que lo sufren”, exponía el director regional de la OMS para Europa, el doctor Hans Henri P. Kluge. “Millones de personas en nuestra región sufren síntomas debilitantes muchos meses después de la infección. No pueden continuar sufriendo en silencio. Los gobiernos y socios de la salud deben colaborar para encontrar soluciones basadas en la investigación y la evidencia”.
A nivel global y atendiendo a las estimaciones del modelo que nos ocupa, casi 145 millones de personas han sufrido alguno de los principales síntomas asociados al Covid prolongado en los dos primeros años de la pandemia. Entre estos destacan la fatiga y dolor corporal, problemas cognitivos y dificultad para respirar.
“Saber cuántas personas se ven afectadas y durante cuánto tiempo es importante para que los sistemas de salud y las agencias gubernamentales desarrollen servicios de rehabilitación y apoyo. También es fundamental que las empresas lo comprendan para que puedan hacer adaptaciones especiales a quienes se están enfrentando a estas limitaciones”, afirma el doctor Christopher Murray, director del IHME.
“Para lograr todos estos objetivos necesitamos que todos los países de la Región Europea de la OMS reconozcan que el Covid prolongado es un problema grave, con graves consecuencias, y que requiere de una respuesta seria para evitar que la calidad de vida de los afectado empeore, y no solo a nivel físico”
La OMS definió el Covid prolongado como un grupo de síntomas a largo plazo que experimentan algunas personas tras superar la infección provocada por el SARS-CoV-2. Si bien la mayoría de las personas se recuperan sin consecuencias de la Covid-19, las estimaciones indican que entre el 10-20% de los pacientes desarrollan algunos síntomas entre los que destacan fatiga, dificultad para respirar o disfunción cognitiva, entre otros. Los expertos enfatizan en que estos síntomas pueden manifestarse desde el inicio de la infección o pueden desarrollarse una vez el paciente se ha recuperado de la misma.
LOS GOBIERNOS TIENEN QUE ACTUAR CON URGENCIA
Con el objetivo de aumentar el conocimiento sobre el Covid prolongado la Oficina Regional de la OMS para Europa ha anunciado una asociación oficial con la Long Covid Europe, una red compuesta por 19 asociaciones de pacientes pertenecientes a los Estados miembros. A través de esta asociación se han desarrollado tres objetivos conjuntos para mejorar la calidad de vida de las personas que padecen Covid prolongado:
- Reconocimiento e intercambio de conocimientos. Equipar de forma adecuada todos los servicios y evitar que ningún paciente se sienta solo en unos sistemas sanitarios que no están preparados o no son capaces de reconocer el Covid prolongado.
- Investigación y notificación mediante la recopilación de datos y la notificación de casos. esto beneficiará una investigación coordinada y con plena participación de los pacientes. La meta es avanzar en la comprensión de la prevalencia, las causas y los costes a largo plazo del Covid prolongado.
- Rehabilitación basada en la evidencia científica y que sea segura tanto para los pacientes como para los cuidadores.
“Para lograr todos estos objetivos necesitamos que todos los países de la Región Europea de la OMS reconozcan que el Covid prolongado es un problema grave, con graves consecuencias, y que requiere de una respuesta seria para evitar que la calidad de vida de los afectado empeore, y no solo a nivel físico”, asevera Kluge.
“Estamos escuchando historias de muchas tragedias individuales, personas que se enfrentan a problemas económicos porque han perdido sus trabajos y caen en depresión. Muchos trabajadores de la salud que arriesgaron sus vidas en primera línea de la pandemia, ahora sufren esta condición crónica y debilitante como resultado de una infección adquirida en su centro de trabajo. Ellos, y millones más, necesitan nuestro apoyo. Las consecuencias del Covid prolongado son claramente graves y multifacéticas”.