Entre el 1 de enero de 2020 y el 31 de diciembre de 2021 se notificaron, a nivel global, 5,94 millones de muertes por Covi-19. Una cifra que, con el transcurso de la pandemia, se sabe que no refleja la realidad. Un reciente análisis publicado por The Lancet estima que los fallecimientos causados por el SARS-CoV-2 en el referido periodo se elevarían hasta los 18,2 millones (intervalo de incertidumbre del 95%, 17,1 – 19,6).
Para obtener estos datos el equipo de expertos ha calculado el exceso de muertes o la diferencia entre la cantidad de muertes registradas por todas las causas y la cantidad esperada según las tendencias pasadas. Si bien investigaciones anteriores han intentado calcular la tasa de mortalidad excesiva por la Covid-19, estos trabajos se han limitado a países o regiones específicas.
El estudio que nos ocupa ha analizado los datos semanales y mensuales sobre las muertes provocadas por la Covid-19 en 74 países y 266 estados/provincias en el intervalo de tiempo referido al inicio de estas líneas. Por cada 100.000 personas se produjeron alrededor de 120 muertes por la infección por SARS-CoV-2, y los investigadores estiman que en 21 países se superó la cifra de las 300 muertes por cada 100.000 habitantes.
Tal y como señalan en la referida publicación el número de muertes en exceso debido a la Covid-19 fue mayor en las regiones del sur de Asia, el norte de África, Oriente Medio y el este de Europa.
Si profundizamos en los resultados atendiendo a los países analizados vemos que las cifras más altas de exceso acumulado de muertes debido a la Covid-19 se estimaron en India (4,07 millones), Estados Unidos (1,13 millones), Rusia (1,07 millones), México (798.000), Brasil (792.000), Indonesia (736.000) y Pakistán (664.000).
En el caso de España, los responsables de este análisis estiman que se han producido 162.000 muertes como consecuencia de la pandemia hasta el pasado 31 de diciembre de 2021. Una cifra muy superior a las 98.900 muertes que el Ministerio de Sanidad notificaba en esa fecha como el histórico oficial acumulado.
Por cada 100.000 personas se produjeron alrededor de 120 muertes por la infección por SARS-CoV-2, y los investigadores estiman que en 21 países se superó la cifra de las 300 muertes por cada 100.000 habitantes
El informe publica además los datos de exceso de mortalidad por la Covid-19 desglosados por comunidades autónomas, cuyos resultados se muestran a continuación:
- Andalucía: 11.800 muertes oficiales notificadas por Covid-19 / 24.000 muertes adicionales estimadas / 153 muertes adicionales por cada 100.000 habitantes.
- Aragón: 4.070 muertes oficiales notificadas por Covid-19 / 6.050 muertes adicionales estimadas / 250,3 muertes adicionales por cada 100.000 habitantes.
- Asturias: 2.160 muertes oficiales notificadas por Covid-19 / 3.430 muertes adicionales estimadas / 182,9 muertes adicionales por cada 100.000 habitantes.
- Baleares: 1.070 muertes oficiales notificadas por Covid-19 / 2.980 muertes adicionales estimadas / 139,9 muertes oficiales notificadas por cada 100.000 habitantes.
- Canarias: 1.140 muertes oficiales notificadas por Covid-19 / 3.700 muertes adicionales estimadas / 93,1 muertes adicionales por cada 100.000 habitantes.
- Cantabria: 635 muertes oficiales notificadas por Covid-19 / 1.430 muertes adicionales estimadas / 132,4 muertes adicionales por cada 100.000 habitantes.
- Castilla y León: 6.420 muertes oficiales notificadas por Covid-19 / 9.980 muertes adicionales estimadas / 228,8 muertes adicionales por cada 100.000 habitantes.
- Castilla-La Mancha: 6.580 muertes oficiales notificadas por Covid-19 / 8.710 muertes adicionales estimadas / 234 muertes adicionales por cada 100.000 habitantes.
- Cataluña: 24.500 muertes oficiales notificadas por Covid-19 / 35.600 muertes adicionales estimadas / 252,6 muertes adicionales por cada 100.000 habitantes.
- Ceuta: 131 muertes oficiales notificadas por Covid-19 / 255 muertes adicionales estimadas / 163,4 muertes adicionales por cada 100.000 habitantes.
- Comunidad Valenciana: 8.120 muertes oficiales notificadas por Covid-19 / 14.800 muertes adicionales estimadas / 160,2 muertes adicionales por cada 100.000 habitantes.
- Extremadura: 2.010 muertes oficiales notificadas por Covid-19 / 3.500 muertes adicionales estimadas / 179,9 muertes adicionales por cada 100.000 habitantes.
- Galicia: 2.760 muertes oficiales notificadas por Covid-19 / 5.790 muertes adicionales estimadas / 118,2 muertes adicionales por cada 100.000 habitantes.
- La Rioja: 844 muertes oficiales notificadas por Covid-19 / 1.220 muertes adicionales estimadas / 208,9 muertes adicionales por cada 100.000 habitantes.
- Madrid: 18.500 muertes oficiales notificadas por Covid-19 / 27.000 muertes adicionales estimadas / 217,8 muertes adicionales por cada 100.000 habitantes.
- Melilla: 121 muertes oficiales notificadas por Covid-19 / 304 muertes adicionales estimadas / 192,1 muertes adicionales por cada 100.000 habitantes.
- Murcia: 1.830 muertes oficiales notificadas por Covid-19 / 3.550 muertes adicionales estimadas / 129,7 muertes adicionales por cada 100.000 habitantes.
- Navarra: 1.290 muertes oficiales notificadas por Covid-19 / 2.250 muertes adicionales estimadas / 188,3 muertes adicionales por cada 100.000 habitantes.
- País Vasco: 4.990 muertes oficiales notificadas por Covid-19 / 7.410 muertes adicionales estimadas / 179,8 muertes adicionales por cada 100.000 habitantes.
Estos datos nos revelan una fotografía clara: el impacto total de la pandemia ha sido mucho mayor de lo que indican las cifras oficiales reportadas por los gobiernos de todo el mundo. La cifra de defunciones causadas por el virus se ha erigido desde la detección de los primeros casos en la ciudad china de Wuhan a finales de diciembre de 2019 como factor crucial para la adopción de estrategias de salud pública no solo para mejora el seguimiento y control de la pandemia sino para prevenir futuras crisis sanitarias.
Y es que una medición precisa de la cantidad de muertes provocadas por la Covid-19 es crucial para que cada país comprenda la magnitud del impacto de esta en la salud pública. Se necesita además una medición precisa de la mortalidad para analizar la variación en la tasa de infección-letalidad entre las poblaciones, y es un aporte directo para pronosticar el devenir de la pandemia e investigar las opciones de control de las que se dispone.