La pandemia del coronavirus ha puesto de manifiesto las complicaciones que conlleva una crisis sanitaria, especialmente en hospitales y centros de atención primaria.
A lo largo de estos meses desde que comenzó la pandemia, numerosos pacientes, con otras patologías ajenas a la Covid-19, han sufrido las consecuencias de no poder ser atendidos adecuadamente.
Y es que, esta crisis ha puesto a prueba los sistemas sanitarios hasta límites desconocidos hasta ahora. Esto ha derivado en preocupantes consecuencias de cara al funcionamiento de nuestro Sistema Nacional de Salud, y una de ellas ha sido la caída de nuevos diagnósticos.
Tal y como ha revelado un informe realizado por la consultora IQVIA que integra información procedente de más de 100 hospitales del SNS a lo largo de distintas ventanas temporales, así como de un subconjunto de más de un millón de habitantes con seguimiento continuo en Atención Primaria, señala que el número de nuevos diagnósticos ha descendido un 25% en términos generales a lo largo del año 2020 en comparación con los nuevos pacientes que fueron diagnosticados en 2019, o lo que es lo mismo, 14 millones de nuevos diagnósticos no detectados.
El número de nuevos diagnósticos ha descendido un 25% en términos generales a lo largo del año 2020
Además, existen casos de especial relevancia clínica, como el caso de la oncología, donde los nuevos diagnósticos en cáncer han experimentado una caída del 13%, o el caso de las enfermedades del sistema nervioso, que han descendido un 26%. La patología respiratoria ha sido la más afectada, con caídas promedio del 45%.
Según destaca la consultora, los pacientes que no han sido diagnosticados y tratados al ritmo que deberían en el 2020 entrarán en el sistema con “una salud mucho más deteriorada y, en algunas ocasiones, en estadios más avanzados que lo que veíamos hasta ahora”.
570.000 CIRUGÍAS POR HACER
Otra consecuencia que ha dejado la pandemia y a la que hay que hacer frente es la desprogramación quirúrgica que han sufrido los hospitales.
Y es que, a lo largo de estos meses, se han dejado un importante cúmulo de intervenciones pendientes de realizar. Estas desprogramaciones de quirófanos, claves para ganar capacidad asistencial cuando los hospitales así lo han requerido, unidas a un menor volumen de indicaciones, han engrosado las listas de espera existentes y han tensionado la capacidad operativa del sistema hospitalario.
Según el informe, esto ha llevado a los hospitales del SNS a realizar, en 2020, un 18% menos de intervenciones programadas comparado con el volumen anual de 2019.
Respecto al total nacional, ese porcentaje supone 570.000 cirugías menos que las realizadas en 2019, cifra cercana al total de cirugías en lista de espera declarados en un año normal por el Ministerio de Sanidad.
No obstante, pese a que los centros hospitalarios han ido recuperando progresivamente el volumen de cirugías programadas respecto a los mismos meses de 2019, el impacto sufrido durante la primera ola de la Covid-19, con caídas entre el 40% y el 80% de cirugías programadas respecto al mes equivalente de 2019, ha terminado lastrando la cifra global anual.
ADMISIONES QUE SUPUSO LA COVID
Otro aspecto particularmente interesante de este informe, supervisado por el director de Healthcare de IQVIA, Carles Illa, es que la caída de la actividad quirúrgica programada fue independiente del porcentaje de admisiones que supuso la Covid-19, del 5% hasta el 40%, sobre el total de admisiones urgentes en los hospitales analizados durante 2020.
En palabras de Illa, "hubo hospitales que, en un ejercicio normal de previsión y al ver lo que ocurría en otros centros, cerraron (quirófanos) antes de que fuera necesario, pues todos disminuyen su actividad programada independientemente del nivel de afectación por la Covid-19". Esto, considera el experto, es "uno de los principales aprendizajes" de la pandemia.
“La pandemia ha traído lo peor y, a la vez, ha sacado lo mejor de nuestro sistema de salud”, continúa Illa, quién reitera que, al margen de los preocupante de estas cifras, “la situación supone una oportunidad única para dar un salto cualitativo en dos áreas históricamente mejorables: la optimización del rendimiento quirúrgico y el uso de modelos predictivos para ayudar a encontrar cuanto antes posibles pacientes no diagnosticados”.
Por su parte, José Luís Fernández, Senior VP y director general de Iqvia en EMEA, considera que “la transformación digital jugará un papel fundamental en la recuperación”.
“Después del control de la pandemia, el mayor reto para el sistema sanitario es la gestión de los retrasos en diagnósticos y cirugías programadas. Por eso, avanzar en la digitalización del sistema es fundamental para afrontar este importante reto de forma eficiente”, señala.