Entre las principales complicaciones asociadas a la Covid-19, enfermedad provocada por el coronavirus SARS-CoV-2, se encuentra el síndrome de dificultad respiratoria (SDRA, por sus siglas en inglés). De acuerdo a los datos publicados en la revista Anesthesiology, entre el 30-40% de las personas hospitalizadas por Covid-19 desarrollan SDRA y cerca del 70% de los casos que acaban en fallecimiento están relacionados con esta complicación.
Sin embargo, a medida que aumenta la evidencia científica, son cada vez más los estudios que ponen el foco en múltiples síntomas y secuelas provocados por la Covid-19 que afectan a numerosos órganos. Entre estas complicaciones se encuentra la insuficiencia renal aguda.
De acuerdo a la evidencia, cuando el SARS-CoV-2 infecta las células, el primer paso que da el virus es la unión a los receptores de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2). Estos receptores se encuentran presentes en las membranas celulares de las células que recubren los pulmones, el tracto gastrointestinal, los riñones, el corazón y las arterias. Su papel se basa en la moderación de la presión arterial al regular los niveles de angiotensina, una proteína que aumenta la presión arterial al contraer los vasos sanguíneos.
En base a esto son cada vez más las investigaciones que sugieren que el SARS-CoV-2 se dirige en mayor grado a los riñones que a otros órganos porque la expresión de ACE2 es más elevada en las células que recubren el túbulo proximal. El túbulo proximal es un segmento muy importante de los riñones responsable de la mayor parte de la reabsorción del agua y los nutrientes presentes en la sangre.
Una vez que el virus ha ingresado en las células renales inicia su replicación empleando la propia maquinaria de las células que sufren importantes daños durante todo este proceso. Cabe señalar que el sistema inmunológico provoca además una respuesta inflamatoria en el momento en el que detecta partículas virales invasoras. Una respuesta que de forma involuntaria puede dañar seriamente tejido sano.
Los estudios realizados recientemente señalan que, posiblemente, algunas de las personas que desarrollan insuficiencia renal aguda pueden no mostrar ningún síntoma. Pero otros pacientes pueden presentar una notable reducción en la cantidad de orina producida, fatiga, inflamación alrededor de los ojos e hinchazón de tobillos y piernas
Los estudios realizados recientemente señalan que, posiblemente, algunas de las personas que desarrollan insuficiencia renal aguda pueden no mostrar ningún síntoma. Pero otros pacientes pueden presentar una notable reducción en la cantidad de orina producida, fatiga, inflamación alrededor de los ojos e hinchazón de tobillos y piernas. La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), tras la realización de una exhaustiva revisión de la evidencia científica, ha informado recientemente que el remdesivir (medicamento empleado para el tratamiento de pacientes Covid-19) no provoca insuficiencia renal aguada tal y como recogen en Medical News Today. Nos encontramos ante un serio problema de salud ya que la insuficiencia renal aguda puede provocar insuficiencia orgánica derivando en convulsiones, coma e incluso la muerte.
EVIDENCIA CIENTÍFICA
Tomando como referencia una reciente revisión de estudios realizada por Frontiers in Medicine: Nephrology, entre el 4 y el 37% de los casos de Covid-19 afectan a los riñones. La insuficiencia renal aguda tiene una incidencia del 50% en pacientes con Covid-19 que han necesitado hospitalización.
Un estudio que sugiere que aproximadamente el 12% de las personas mayores de 60 años con Covid-19 padeció insuficiencia renal. Solo el 6% de pacientes con Covid-19 menores de 60 años experimentaron insuficiencia renal
Lo cierto es que los datos sobre la relación entre el virus y la insuficiencia renal aguda son muy dispares y varían notablemente dependiendo del estudio. Un reciente artículo publicado en Annals of Intensive Care en septiembre de 2020 revela que el 81% de los pacientes ingresados en UCI por Covid-19 desarrollan insuficiencia renal.
En lo que coinciden muchas de las investigaciones es en que la edad parece ser un factor determinante. El pasado mes de febrero BMC Nephrology publicaba un estudio que sugiere que aproximadamente el 12% de las personas mayores de 60 años con Covid-19 padeció insuficiencia renal. Solo el 6% de pacientes con Covid-19 menores de 60 años experimentaron insuficiencia renal.
Evidentemente, las personas con enfermedades renales preexistentes u otras patologías crónicas como la hipertensión, la diabetes, las enfermedades cardíacas y la obesidad tienen mayores probabilidades de desarrollar Covid-19 grave y, por tanto, problemas renales.
De acuerdo a la evidencia disponible, la insuficiencia renal aguda aumenta de forma importante el riesgo de sufrir complicaciones derivadas de la Covid-19 y fallecimiento. Es probable que esta condición debilite el sistema inmunológico y genere importantes desequilibrios en el organismo, especialmente en materia de líquidos, acumulación de desechos en la sangre y, finalmente, insuficiencia orgánica.