El SARS-CoV-2 se ha clasificado dentro del género Betacoronavirus (subgénero Sarbecovirus), perteneciente a la familia Coronaviridae. En el pasado se han documentado reinfecciones con otros coronavirus, así como con otro Betacoronavirus (hCoV-OC43) por lo cual, la ocurrencia de reinfecciones por SARS-CoV-2 no se puede descartar.
De hecho, tal y como señala la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el documento Orientaciones provisionales para la detección de casos de reinfección por SARS-CoV-2, en los últimos meses se ha documentado casos de reinfección por SARS-CoV-2 a nivel mundial. Con la información disponible a la fecha, no existe evidencia suficiente de que las personas que se han recuperado de la infección por SARS-CoV2 generen anticuerpos neutralizantes que las puedan proteger de una reinfección.
La reinfección supone que una persona se infectó una vez por el coronavirus volvió a infectarse en un periodo que varía entre 45 y 90 días
La OMS define la reinfección como el proceso por el cual una persona se infectó una vez por el coronavirus, dejó de estar infectado y volvió a infectarse en un periodo que varía entre 45 y 90 días posteriores a una prueba negativa.
Entre los ejemplos, destaca el expuesto por el Dr. Carlos del Río, presidente del Departamento de Salud Global en la Escuela de Salud Pública de la Emory University, en Atlanta, Estados Unidos. En concreto, tal y como publica Medsape, el doctor señala que la evidencia más clara y reciente para reinfección por coronavirus probablemente es el estudio colaborativo, que demuestra que la protección que nos da la infección previa por coronavirus estacionarios existe, pero es de muy poca duración; el intervalo promedio es de aproximadamente 30 meses, y la reinfección por el mismo coronavirus estacional se producía con frecuencia 12 meses después de la infección.