La Covid-19 enfatiza de forma alarmante las disparidades de salud étnicas y raciales

Esta brecha en materia de salud no es nueva y la Covid-19 únicamente ha servido para ampliarla y empeorar las condiciones de vida de afroamericanos, asiáticos e hispanos en Estados Unidos.

Mano de un enfermo con vía subcutánea en una cama de la UCI. (Foto. Eduardo Parra   Europa Press)
Mano de un enfermo con vía subcutánea en una cama de la UCI. (Foto. Eduardo Parra Europa Press)
CS
7 febrero 2021 | 00:00 h
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Uno de los aspectos más preocupantes del desarrollo de la pandemia provocada por el SARS-CoV-2 en Estados Unidos es la forma en la que el virus ha golpeado con notable virulencia a los grupos histórica y socialmente marginados como son los afroamericanos, hispanos y asiáticos. Tres grupos poblacionales que han reportado y reportan altas de tasas de contagios, hospitalización y mortalidad por Covid-19 en comparación con las personas de raza blanca.

Según un reciente estudio de la Kaiser Family Foundation y la Epic health Research Network, basados en los datos del sistema de salud de Epic (siete millones de pacientes afroamericanos, 5,1 millones de pacientes hispanos, 1,4 millones de pacientes asiáticos y 34,1 millones de pacientes de raza blanca), la forma en la que estos grupos se han visto afectados por la Covid-19 ha sido desproporcionada.

De acuerdo a los datos recopilados en febrero de 2020, la tasa de hospitalización y mortalidad por cada 10.000 habitantes fue del 24,6% y 5,6% respectivamente para los pacientes afroamericanos. En el caso de los hispanos la tasa de hospitalización fue del 30,4% y del 5,6% en términos de mortalidad. Si hablamos de las tasas de hospitalización y mortalidad relativas a los pacientes asiáticos son del 15,9% y 4,3% respectivamente. Las cifras más bajas se observan en los pacientes de raza blanca: 7,4% de hospitalizaciones y 2,3% de tasa de mortalidad.

El origen de estos datos reside en algo tan evidente como la estratificación de la sociedad estadounidense y la ausencia de un sistema sanitario accesible para todos. Los afroamericanos, hispanos y asiáticos tienen más posibilidades de vivir en condiciones de hacinamiento, en hogares multigeneracionales y desempeñan trabajos que no pueden desempeñarse de forma remota. Es más probable que estos grupos se desplacen utilizando el transporte público. Incluso en los casos en los que pueden confinarse, las necesidades económicas hacen que en la mayoría de los hogares exista una persona que tiene que trabajar y, por lo tanto, está más expuesto al virus.

Una vez infectados, estos grupos poblacionales tienen más probabilidades de ser hospitalizados porque, a menudo, presentan un mayor número de comorbilidades médicas crónicas. La prevalencia de la hipertensión, diabetes y obesidad es mayor entre las poblaciones minoritarias y con bajos ingresos. Tres enfermedades que la evidencia científica ha asociado directamente con un peor pronóstico en caso de padecer Covid-19.

Si el acceso a la atención hospitalaria estuviera disponible de forma equitativa para todas las personas la diferencia en la tasa de mortalidad entre pacientes blancos y afroamericanos sería prácticamente inexistente

Estos grupos cuentan con un acceso más deficiente a la atención médica lo que probablemente deriva en el inicio de la misma una vez que la enfermedad se encuentra avanzada. Tal y como informan desde JAMA, hasta el 21 de julio de 2020, 1,6 millones de hispanos había perdido su acceso a la cobertura sanitaria desde el inicio de la pandemia. Cabe señalar además que es probable que los inmigrantes, ya sean o no indocumentados, eviten el uso de los servicios públicos por miedo a la deportación o porque se vea acusados de beneficiarse de este y se convierta en un problema en el futuro ante la creciente tensión racista en el país.

Ante esta fotografía desde JAMA se hacen eco de otro reciente estudio en el que se han analizado a 11.210 adultos hospitalizados por Covid-19 en Estados Unidos. En su investigación se han ajustado los factores de edad, sexo, seguro médico, comorbilidades y entorno doméstico y se ha concluido que, si el acceso a la atención hospitalaria estuviera disponible de forma equitativa para todas las personas la diferencia en la tasa de mortalidad entre pacientes blancos y afroamericanos sería prácticamente inexistente.

La segunda de las conclusiones establecidas por este estudio es que la raza únicamente es un constructo social en lugar de un factor genético o ancestral. Una conclusión emitida tras ajustar las diferencias en los modos de vida y esperanzas de vida.

Los investigadores destacan que las disparidades expuestas a lo largo de estas líneas no son nuevas. La Covid-19 únicamente ha servido para enfatizarlas y empeorar las condiciones de vida de afroamericanos, asiáticos e hispanos en Estados Unidos. El verdadero cambio no pasa únicamente por una ampliación de la cobertura de los servicios básicos. La pandemia brinda la oportunidad para los médicos, sistemas de salid, científicos y políticos aborden seriamente las disparidades sociales y mejorar la salud individual que, al fin y al cabo, es la pieza sobre la que se construye la salud pública.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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