El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, pasó en pocas semanas de ser un funcionario del Ministerio de Sanidad sin tener prácticamente ninguna exposición pública a estar todas las semanas en el foco mediático. Aunque su labor genera tantos seguidores como detractores, es cierto que este epidemiólogo ha acumulado predicciones erróneas y declaraciones polémicas que han puesto en duda su labor.
El 31 de enero de 2020, cuando se confirmó en España el primer caso de Covid-19 y tras las informaciones que llegaban de Wuhan, Simón manifestó ante los medios de comunicación que “España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado”. Pese a que en ese momento se desconocía todo del nuevo coronavirus, la realidad ha terminado por cambiar la visión: a día de hoy, en España hay 2.593.382 casos confirmados y 56.208 muertes.
La cepa británica ha protagonizado la última polémica de Simón ya que le restó importancia diciendo que “en caso de tener algún impacto, será marginal en España”
En la misma línea, el director del CCAES restó importancia sobre la rapidez de la transmisión. Por ejemplo, llegó a decir que “no es necesario que la población use mascarillas” o, a principios de marzo, cuando declaró que no había que “elevar el nivel de alerta ya que “no tenemos una situación en la que a nivel de países se pueda pensar en una transmisión generalizada y descontrolada”.
La gravedad de la situación llevó a España a aprobar un estado de alarma y un estricto confinamiento domiciliario. Tras ello, el propio Simón reconoció que había “escasez” de mascarillas y cuando ya fue habitual que hubiese en las farmacias, sí que recomendó su uso alegando que era “una medida muy importante”.
Posteriormente, fueron polémicas unas declaraciones suyas sobre los profesionalessanitarios en las que decía que “el mejor comportamiento de toda la población, incluidos los profesionales cuando están fuera de su trabajo, reduce riesgos de que estos se infecten fuera y luego lleven la infección a su entorno laboral”. Estas palabras sentaron muy mal a los colegios profesionales, quienes pidieron su dimisión.
SEGUNDA OLA Y CEPA BRITÁNICA
Con el paso de los meses, Fernando Simón ha seguido cayendo en el error de comentar acontecimientos relacionados con la pandemia. Por ejemplo, cuando volvieron los contagios en verano, afirmó que “no me atrevería a calificar esto, para nada, como algo como lo que vivimos en marzo y abril”. Lo cierto es que luego han llegado la segunda y la tercera ola epidemiológica.
De la misma forma, la variante británica del coronavirus ha protagonizado la última polémica de Simón. El director del CCAES le restó importancia diciendo que “en caso de tener algún impacto, será marginal en España”. Pocos días después, ante la realidad de los hechos, afirmó que llegará a ser la cepa dominante y que “podría llegar al 40-50% de ocupación de espacio”.
En la rueda de prensa del pasado lunes, Fernando Simón hacía la siguiente afirmación: "Parece que estamos empezando a descender y, a falta de confirmación de los datos, parece que el pico de la tercera ola se situaría en el anterior fin de semana (16-17 de enero)". Unas declaraciones que han extrañado a la comunidad científica y a los epidemiólogos, máxime cuando sigue creciente la incidencia alcanzando cerca de los 900 casos por 100.000 habitantes y con unas cifras de 36.435 nuevos casos y 591 muertes en las últimas 24 horas.