Desde el inicio de la pandemia provocada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, la Comunidad de Madrid se ha situado en el ojo del huracán. La gestión realizada durante estos meses por las autoridades madrileñas ha sido duramente criticada debido a la alta incidencia de casos hasta el punto de ser el único territorio en el que el Gobierno aplicó un Estado de Alarma en la segunda ola. Madrid ha sido objeto de duda por parte del Ejecutivo central y se ha enfrentado al rechazo y críticas de muchas otras comunidades autónomas apoyadas en mejores datos. Pero la lucha contra la Covid-19 es una carrera de fondo y esto es algo que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso y la Consejería de Sanidad, con Enrique Ruiz Escudero al frente, tienen muy presente.
A pesar de posicionarse como uno de los territorios más perjudicados al inicio de la segunda ola, la Comunidad de Madrid ha apostado por medidas quirúrgicas puestas en duda por unos y criticadas por otros, pero lo cierto es que han demostrado no solo su efectividad sino un profundo conocimiento de la región y sus necesidades. La gestión realizada por la Consejería de Sanidad, aun teniendo en contra al Gobierno central, ha logrado bajar de una incidencia acumulada de 772 casos por cada 100.000 habitantes (21 de septiembre, fecha de entrada en vigor de las restricciones a la movilidad en las zonas sanitarias por el Gobierno madrileño) a 403 casos por cada 100.000 habitantes, es decir, el riesgo de contagio ha descendido un 46% en apenas mes y medio.
La Comunidad de Madrid ha pasado de ser la región con mayor incidencia a ocupar el puesto 14. El riesgo de contagio desciende incluso de forma más rápida que en las Islas Canarias en las que no se ha aplicado el toque de queda debido a su buena situación epidemiológica. A día de hoy, son las únicas comunidades autónomas en las que ha mejorado la situación.
El modelo de restricciones de movilidad basado en zonas básicas de salud ha demostrado su eficacia. Una apuesta precisa que no ha pasado inadvertida en Europa donde ha sido puesta en práctica por otros países como Francia. Pero la situación es muy distinta en el resto de España.
En el mes y medio en el que el resto de España observada con temor a la Comunidad de Madrid y criticaba la gestión de sus autoridades, han sido muchos los territorios en los que la incidencia acumulada se ha disparado hasta cotas alarmantes. Dos ejemplos son Navarra y Melilla. En el caso de la primera se ha pasado de una incidencia acumulada de 605 casos por cada 100.000 habitantes a 1.193 (+97%). la Ciudad Autónoma ha visto incrementarse su incidencia acumulada en los últimos 14 días de 316 casos por cada 100.000 habitantes a 1.356 (+329%).
La gestión realizada por la Consejería de Sanidad, aun teniendo en contra al Gobierno central, ha logrado bajar de una incidencia acumulada de 772 casos por cada 100.000 habitantes (21 de septiembre, fecha de entrada en vigor de las restricciones a la movilidad en las zonas sanitarias por el Gobierno madrileño) a 403 casos
Hasta la fecha Aragón es junto con los dos territorios mencionados anteriormente cuya incidencia ha superado los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes (1.127). Por debajo del umbral del millar, pero no por ello menos preocupantes se encuentra Cataluña que en el mismo periodo en el que la Comunidad de Madrid ha conseguido un descenso récord de su incidencia, Cataluña ha visto crecer la suya un 330% pasando de 169 casos por cada 100.000 habitantes el 21 de septiembre a 726.
EL CASO DE ÉXITO DE MADRID
La estrategia defendida a capa y espada por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid se vertebra en aplicar las medidas con precisión quirúrgica. Un enfoque ha permitido trabajar en las áreas más afectadas mediante la realización de pruebas diagnósticas para la localización y aislamiento de los contagios.
Si tomamos los datos de la última semana, la Comunidad de Madrid ha sumado más de 192.000 test (suma de PCR y test de antígenos), su propio récord. Uno de los indicadores que demuestran el buen hacer de las autoridades madrileñas es la positividad (total de personas infectadas por el virus sobre el total de testados) que ha descendido de un 20 a cerca del 9%. Dato que se sitúa por debajo del umbral del 10% que el Gobierno de Pedro Sánchez estableció para decretar el Estado de Alarma en la Comunidad de Madrid.
A fecha de 28 de septiembre la cifra de hospitalizados en la Comunidad de Madrid era de 3.326 y, de acuerdo a los datos hechos públicos por la Consejería de Sanidad regional, la cifra de pacientes ingresados en camas destinadas a Covid-19 se situaba, a 2 de noviembre, en 2.360
La Comunidad de Madrid ha logrado además mejorar los niveles de presión hospitalaria que ya se encuentran en los niveles registrados a principios del mes de septiembre. A fecha de 28 de septiembre la cifra de hospitalizados en la Comunidad de Madrid era de 3.326 y, de acuerdo a los datos hechos públicos por la Consejería de Sanidad regional, la cifra de pacientes ingresados en camas destinadas a Covid-19 se situaba, a 2 de noviembre, en 2.360. Se trata de la única Comunidad Autónoma que tiene menos pacientes ingresados que hace un mes.
LOS ATAQUES DE MONCLOA
La Comunidad de Madrid siempre ha sido consciente de que, debido a sus características poblacionales y al hecho de ser la capital, la lucha contra la Covid-19 no iba a ser fácil. Durante semanas la región ha defendido sus actuaciones y medidas y, aun cuando los datos estaban mejorando, el Ministerio de Sanidad ha puesto en duda en varias ocasiones su buen hacer con mentiras como la reducción en el número de test o retrasos en las notificaciones de casos. En el caso de esta última falacia Sanidad acabó retractándose.
En apenas un mes Madrid ha liberado el 28% de las camas de pacientes Covid. En este tiempo las altas han superado a los ingresos a través de un descenso estable y sostenido en el tiempo gracias a las medidas precisas aplicadas desde la Consejería de Sanidad y el Gobierno de Díaz Ayuso, que han reducido la ocupación de camas Covid hasta el 17,55%, muy cercano al 14% que reporta la media nacional. Pero a pesar de estos buenos resultados, Madrid no baja la guardia en ningún momento y seguirá trabajando para poder vencer esta segunda ola lo antes posible, tal y como afirma su titular de Sanidad.