La pandemia de la COVID-19 ha puesto sobre la mesa todos aquellos puntos débiles de los sistemas sanitarios, en el campo del control de emergencias, existen a nivel global. No en vano, los Estados se han visto sobrepasados por la crisis ocasionada por el SARS-CoV-2, fundamentalmente en los albores de la misma.
Todas las dificultades soportadas por los Ejecutivos han propiciado, no obstante, una experiencia acumulada para las instituciones, que han aprendido qué puntos deben reforzar para no caer en errores de grave consideración. Una realidad que es especialmente visible en organismos de carácter internacional.
Buena prueba de ello es la futura Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA, por sus siglas en inglés). Este mecanismo impulsado por la Comisión Europea comenzará a operar "a principios de 2022" y su funcionamiento se revisará y adaptará de forma anual, así hasta el año 2025, cuando se procederá a realizar una "revisión completa". Por ahora, el Consejo Europeo adoptará una propuesta de reglamento para llevar a cabo medidas públicas urgentes para actuar en caso de emergencia de salud a escala europea.
A HERA le corresponderá impulsar la capacidad industrial de la UE en materia de medicamentos y material sanitario, así como promover la contratación pública con el fin de "evitar la escasez y los cuellos de botella" a nivel de logística
Entre sus funciones estará colaborar de forma estrecha con otras agencias sanitarias y la industria "para mejorar la preparación de la UE ante emergencias sanitarias". Así, le corresponderá realizar una evaluación continua de las amenazas, intercambiar información con las distintas instituciones y desarrollar modelos que sirvan para prevenir un brote.
Por otra parte, la futura HERA se encargará de potenciar la investigación e innovación en materia sanitaria para fomentar también el "intercambio rápido de datos". Igualmente, le corresponderá impulsar la capacidad industrial de la UE en materia de medicamentos y material sanitario, así como promover la contratación pública con el fin de "evitar la escasez y los cuellos de botella" a nivel de logística.
En lo que respecta a la actuación cuando se declare una emergencia de salud pública a nivel europeo, también HERA tiene asignadas unas tareas concretas. En este caso, un Consejo de Crisis Sanitarias de Alto Nivel se encargará de la toma rápida de decisiones y activar medidas de emergencia como la dotación de recursos económicos, la compra de materias primas o el seguimiento de los focos de crisis que surjan.
HERA colaborará de forma estrecha con socios internacionales para abordar problemas de suministro y ampliar la capacidad de producción global, facilitar cooperación internacional y apoyo con servicios médicos en caso de emergencia
Asimismo, se prevé que haya una red “siempre a punto” que esté preparada “para fabricar vacunas y medicamentos” o para emprender “planes de investigación en innovación de emergencia”. Además, deberá elaborar un “inventario de las instalaciones de producción, las materias primas, los bienes fungibles, los equipos y las infraestructuras con el fin de tener una visión clara de las capacidades de la UE”.
Esta agencia también tendrá una dimensión internacional. En este sentido, colaborará de forma estrecha con socios internacionales para abordar problemas de suministro y ampliar la capacidad de producción global, facilitar cooperación internacional y apoyo con servicios médicos en caso de emergencia o apoyar a países con bajos ingresos para que refuercen sus capacidades de fabricación y distribución.
LA TECNOLOGÍA, DECISIVA
En la misma línea se muestra la Organización Mundial de la Salud (OMS), impulsora del Centro de Inteligencia sobre Pandemias y Epidemias que fue inaugurado el 1 de septiembre en Berlín (Alemania). Esta institución "aprovecha las innovaciones en la ciencia de los datos, el poder de la inteligencia artificial, la computación cuántica y otras tecnologías de vanguardia, y fomenta un mayor intercambio de datos e información entre comunidades y países", describe el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS.
El facultativo insiste en la necesidad de que, a nivel internacional, se cuenten con nuevos y potentes sistemas y herramientas de vigilancia mundial para recoger, analizar y difundir datos sobre brotes con potencial de convertirse en epidemias y pandemias. "Los virus se mueven rápido, pero los datos pueden moverse aún más rápido. Con la información adecuada, los países y las comunidades pueden adelantarse a los riesgos emergentes y salvar vidas", expresa.
El Centro de la OMS reunirá a científicos, innovadores, responsables políticos, especialistas en torno al concepto 'One health' (una sola salud) y representantes de la sociedad civil de todo el mundo para trabajar más allá de las fronteras y las disciplinas
Así, reitera que "ninguna institución o nación puede hacerlo sola". Por eso, añade, se ha utilizado el término "inteligencia colaborativa", para "captar la esencia de nuestra misión colectiva". Según Tedros, no se trata de un sistema "único y centralizado", sino de una red mundial en constante evolución, diseñada para un futuro "cambiante e imprevisible".
El Centro de la OMS reunirá a científicos, innovadores, responsables políticos, especialistas en torno al concepto 'One health' (una sola salud) y representantes de la sociedad civil de todo el mundo para trabajar más allá de las fronteras y las disciplinas, haciendo realidad la inteligencia colaborativa.
Los conocimientos y perspectivas desarrollados a través del centro de la OMS están diseñados para ser puestos en práctica sobre el terreno en todo el mundo para mejorar la detección, la evaluación de riesgos, la previsión, y acelerar el uso de la secuenciación genómica ampliada y los esfuerzos de diagnóstico.