Eficacia. Nos encontramos ante un término que en las últimas semanas ha copado todas las conversaciones en relación a los candidatos a vacuna que se están desarrollando o ya han recibido autorización contra la Covid-19. Hasta el momento se sabe que la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech tiene una eficacia del 95%. En el caso de la desarrollada por Moderna el porcentaje desciende ligeramente al 94,1% mientras que la eficacia del candidato de AstraZeneca y la Universidad de Oxford reporta hasta el momento un 70%. Pero, ¿qué significa esto exactamente? ¿Cómo se compara con otras vacunas de vital importancia como la de la gripe, el sarampión o la polio?
En primer lugar, tal y como aclaran en Medical News Today, “efectividad” y “eficacia” no son lo mismo. A pesar de que los medios de comunicación utilizan ambos términos sin distinción en la mayoría de las ocasiones, la efectividad se refiere al rendimiento de una vacuna en condiciones ideales de laboratorio como en los ensayos clínicos, mientras que la eficacia hace referencia a su desempeño en el mundo real.
Debemos tener en cuenta que para la realización de los ensayos clínicos los voluntarios que se solicitan suelen ser personas con un buen estado de salud y preferiblemente jóvenes, sin patologías previas. Los investigadores no suelen incluir en estos ensayos a ciertos grupos como los niños o las embarazadas. Estos factores pueden traducirse en un descenso de la eficacia de la vacuna en su administración en el mundo real pero no se trata de un problema.
La vacuna contra la gripe, por ejemplo, cuenta con una eficacia que oscila entre el 40-60% según recientes datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos
No es necesario que una vacuna alcance altos porcentajes de eficacia para conseguir ofrecer protección y salvar vidas. La vacuna contra la gripe, por ejemplo, cuenta con una eficacia que oscila entre el 40-60% según recientes datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés). Sin embargo, durante la temporada 2018-2019 logró evitar alrededor de 4,4 millones de infecciones por influenza, 2,3 millones de visitas médicas asociadas a la influenza, alrededor de 58.000 hospitalizaciones y 3.500 muertes asociadas a la influenza.
La eficacia de esta vacuna varía de un año a otro debido a la naturaleza de los virus predominantes en cada temporada por lo que precisar su tasa de efectividad es todo un desafío. Resulta conveniente indicar en este caso que, por ejemplo, un número de dosis mayor puede ofrecer más protección en casos de grupos específicos como los niños o personas que han recibido un trasplante. Estas dosis de refuerzo no parecen beneficiar a las personas mayores de 65 años o aquellas que cuentan con sistema inmunológico comprometido.
Apenas llevamos un año conviviendo con el SARS-CoV-2 por lo que todo el conocimiento que se ha conseguido sobre el nuevo coronavirus se ha ido descubriendo mientras el mundo lo combatía haciendo frente a la peor pandemia vivida en los últimos 100 años. Lo mismo sucede con las vacunas y candidatos a vacuna. Es toda una hazaña científica que se hayan desarrollado de forma tan rápida tantos proyectos y que varios de estos hayan acabado siendo autorizados para su administración o estén cercanos a conseguirlo.
Para comprender un poco mejor la eficacia de las vacunas contra la Covid-19 vamos a tomar como referencia otras vacunas. La vacuna contra la polio puede tener hasta un 100% de eficacia. Según los CDC “dos dosis de la vacuna antipoliomielítica inactivada (IPV, por sus siglas en inglés) tienen una eficacia del 90% o más. Tres dosis, tienen una eficacia de entre el 99-100%”. Sin embargo, los expertos recomiendan la IPV en cuatro dosis que, combinadas, pueden llegar a ofrecer una eficacia del 99-100%.
La vacuna contra la gripe durante la temporada 2018-2019 logró evitar alrededor de 4,4 millones de infecciones por influenza, 2,3 millones de visitas médicas asociadas a la influenza, alrededor de 58.000 hospitalizaciones y 3.500 muertes asociadas a la influenza
La triple vírica o MMR (sarampión, paperas y rubeola) puede tener hasta un 97% de efectividad en la prevención del sarampión con la administración de dosis. Una sola dosis alcanzaría el 93%.
¿CÓMO SE COMPARAN LOS EFECTOS SECUNDARIOS?
Cuando se trata de nuevas vacunas en la mente de todos surgen dudas sobre los posibles efectos secundarios y la seguridad de la vacuna. Lo primero que hay que dejar claro es que, cuando una vacuna recibe la autorización, ha superado con éxito ensayos clínicos con miles de participantes voluntarios.
Si hablamos de los efectos secundarios de la administración de la MMR podemos sufrir dolor en el brazo, fiebre, leve sarpullido o dolor y/o rigidez temporal en las articulaciones. En raras ocasiones puede desencadenar convulsiones febriles, hinchazón en las mejillas, el cuello y un recuento temporal bajo de plaquetas en sangre. Ninguno de estos efectos es duradero a largo plazo ni mortal.
En el caso de la poliomielitis los CDC indican que “puede aparecer un punto doloroso con enrojecimiento, hinchazón o dolor en la zona en la que se administra la inyección”. Además, “como cualquier medicamento, existe una posibilidad muy remota de que la vacuna cause una reacción alérgica grave, otras lesiones severas o la muerte”.
EFECTOS SECUNDARIOS DE LA VACUNA DE PFIZER Y BIONTECH
De acuerdo a la información ofrecida por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés, no se han producido efectos secundarios serios a excepción de fiebre o dolor muscular durante unas horas. Se entiende que estos efectos radican en la reacción positiva del sistema inmunológico a la administración de la vacuna. Solo cuatro personas de 22.000 (0,02%) sufrieron parálisis muscular facial parcial temporal y se recuperaron sin problema. En cuanto a las reacciones alérgicas, se está evaluando si se trata de las típicas a cualquier vacuna o son en particular provocadas por esta.
La vacuna no interactúa con el núcleo de las células ni afecta de ninguna forma a nuestro código genético. Este tipo de vacunas tienen la ventaja de que no tiene carga ni producto viral
La vacuna desarrolla por Pfizer y BioNTech utiliza tecnología mRNA. Esta puede definirse a grandes rasgos como una serie de instrucciones que se dan a las células para produzcan su versión de las proteínas que permiten al virus infectar las células humanas. La vacuna hace que sea uno mismo el que las produzca sin presencia de virus para que el sistema inmunológico reaccione ante ellas como si fueran el virus de verdad, de acuerdo a la información ofrecida por la FDA.
La vacuna no interactúa con el núcleo de las células ni afecta de ninguna forma a nuestro código genético. Este tipo de vacunas tienen la ventaja de que no tiene carga ni producto viral y permiten vacunaciones posteriores.
La presidenta del Comité de Seguridad de la EMA, Sabine Straus, ha defendido que "el perfil de seguridad de la vacuna de Covid-19 a partir de los datos evaluados es tranquilizador". "La UE tiene un excelente sistema de vigilancia de la seguridad, con análisis y detección de última generación, para asegurar que identificamos la información de seguridad nueva o cambiante", ha añadido.
Los efectos secundarios más comunes fueron generalmente leves o moderados y mejoraron a los pocos días de la vacunación. Incluyeron dolor e hinchazón en el lugar de la inyección, cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular y articular, escalofríos y fiebre, concluye el informe de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés).