Combinación de vacunas contra la COVID-19: aumenta la evidencia, pero aún quedan interrogantes

Recientemente un grupo de investigadores de Reino Unido ha hecho públicos los resultados de un estudio que sugiere que la combinación de las vacunas supera, en ocasiones, a los resultados ofrecidos por dos inyecciones de la misma vacuna.

Científico registrando resultados de un ensayo (Foto. Freepik)
Científico registrando resultados de un ensayo (Foto. Freepik)
CS
18 julio 2021 | 00:00 h

La combinación de distintas vacunas desarrolladas contra la COVID-19 es una opción que la comunidad científica ha planteado prácticamente desde la autorización para su comercialización de emergencia de los primeros sueros.

En España, el Instituto de Salud Carlos III realizaba, a petición del Ministerio de Sanidad, un estudio (“CombiVacS”) en el que analizada la seguridad y eficacia a la hora de combinar una segunda dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech en personas que ya habían recibido una primera inyección de AstraZeneca. Los resultados arrojados por la investigación fueron suficientes para que el departamento dirigido por Carolina Darias estableciese que la pauta de inmunización en menores de 60 años que ya habían recibido una primera dosis de AstraZeneca se realizase con Pfizer/BioNTech. Un estudio muy criticado dada su reducida muestra y que continúa en curso por lo que a las personas afectadas se les acabó ofreciendo la opción de completar su pauta de vacunación con AstraZeneca. Opción escogida por la gran mayoría.

Una de las grandes críticas a este ensayo reside en que no se realizó una comparación directa con personas que completaron la pauta e inmunización con las dos dosis de AstraZeneca. Los que recibieron la combinación de vacunas produjeron 37 veces más anticuerpos neutralizantes frente al virus que los que recibieron una única dosis de AstraZeneca.

A pesar de la situación vivida en nuestro país, la combinación de vacunas se perfila como una de las mejores opciones a la hora de brindar protección a la población en un contexto en el que las vacunas continúan escaseando, se plantea la necesidad de futuras dosis de refuerzo y los suministros pueden verse afectados por múltiples causas como ya hemos comprobado desde el inicio de la Estrategia Nacional de Vacunación contra la COVID-19. Más si tenemos en cuenta que la mayoría de los sueros que se están inoculando requieren de la administración de dos dosis.

Recientemente un grupo de investigadores de Reino Unido ha hecho públicos los resultados de un estudio que sugiere que la combinación de las vacunas supera, en ocasiones, a los resultados ofrecidos por dos inyecciones de la misma vacuna. Una línea que apoyan varios estudios publicados en Alemania. La comunidad científica valora positivamente el aumento de la evidencia científica que se está produciendo en este sentido ya que reforzaría la confianza de la gente en la combinación de vacunas.

Recientemente un grupo de investigadores de Reino Unido ha hecho públicos los resultados de un estudio que sugiere que la combinación de las vacunas supera, en ocasiones, a los resultados ofrecidos por dos inyecciones de la misma vacuna. Una línea que apoyan varios estudios publicados en Alemania

Una confianza extensible a los propios investigadores que, animados por los resultados, pueden iniciar ensayos clínicos centrados en la combinación de sueros que hasta el momento no se han probado juntos. De acuerdo a los datos ofrecidos por Nature, actualmente, se están inoculando en todo el mundo alrededor de 16 vacunas contra la COVID-19 diferentes. Los ensayos que analizan la combinación de distintas dosis de estas son aún muy escasos y la evidencia, aunque creciente, muy limitada. Se requieren más investigaciones, especialmente focalizadas en los posibles efectos secundarios a largo plazo.

El principal motivo por el que se iniciaron este tipo de estudios reside en la preocupación sobre la seguridad de la vacuna desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford, tras la aparición de raros episodios de trombosis con trombocitopenia en personas que habían sido vacunadas. Una situación que se tradujo en la paralización de la administración del suero en gran parte de los países europeos. La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), halló posible vínculo con la administración de la vacuna, pero recalcaba los beneficios del suero por encima de los posibles riesgos. En España el Ministerio de Sanidad destina esta vacuna a los mayores de 60 años.

LIMITACIONES AL DESARROLLO DE ENSAYOS

Los expertos apuntan a otro obstáculo añadido: no existe una forma sencilla de comparar las combinaciones que puedan realizarse en los distintos ensayos. Los estudios de eficacia a gran escala son cada vez más difíciles de desarrollar ante la disminución de las tasas de infección en muchas zonas y el incremento de la población inmunizada. Precisamente el escenario actual plantea de nuevo cuestiones éticas que dividen a la comunidad científica: ¿sería ético combinar vacunas y placebos?

Leif Erik Sander, inmunólogo del Hospital Universitario Charité de Berlín (Alemania) explica en Nature que se necesita con urgencia determinar un “correlato de protección”, es decir, un nivel definido de respuesta inmune que confiere protección contra infecciones y enfermedades. Está surgiendo una imagen matizada de la magnitud y los tipos de respuesta inmunitaria producidas por la combinación de vacunas.

Tal y como explica Sander en la referida revista, la vacuna desarrollada por AstraZeneca se basa en el uso de un adenovirus inofensivo que transporta el material genético del SARS-CoV-2. Las vacunas que se han desarrollado sobre este mecanismo cuentan con un amplio historial de éxitos a la hora de inducir fuertes respuestas de células T. En el caso de los sueros desarrollados en base a la tecnología de ARN mensajero, logran inducir elevados niveles de anticuerpos.

Partiendo de este punto el experto explica que los altos niveles de anticuerpos generados tras la segunda inyección son un claro indicador de que el enfoque combinado de vacunas funciona. “Los anticuerpos neutralizantes son probablemente un buen indicador predictor de la eficacia ya que ayudan a prevenir la infección viral. Peros las células T, especialmente las ‘asesinas’ que transportan la proteína CD8+, protegen contra enfermedades graves al acabar con las células que ya han sido infectadas”, manifiesta.

A pesar de los resultados que refuerzan el valor de la combinación de las vacunas, continúan existiendo temores. Especialmente si hablamos de posibles efectos secundarios, una de las razones por las que los investigadores recomiendan que los países se adhieran a las pautas de inoculación establecidas por los fabricantes.

Pero, a medida que surgen y se extienden nuevas variantes del SARS-CoV-2, los resultados de los ensayos de combinación podrían proporcionar a los responsables de la formulación de las políticas sanitarias los datos que necesitan para cambiar las pautas de administración actuales de los sueros a unas combinaciones que resulten más protectoras.

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