Administrar la segunda dosis con AstraZeneca a los menores de 60 años que recibieron este suero como primera inyección o completar su pauta de inmunización con una vacuna diferente. Esta es la dicotomía en la que se encuentran inmersas las autoridades sanitarias de nuestro país a pesar de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha concluido que la opción más favorable es completar la pauta de vacunación con la misma vacuna.
Con esta fotografía de fondo se están desarrollando varios ensayos que tienen como objetivo determinar la eficacia y seguridad de la combinación de dosis de vacunas diferentes. Dentro de este espectro ponemos el foco en un ensayo denominado “Com-Cov”, coordinado por el investigador de la Universidad de Oxford, Matthew Snape. El objetivo de este estudio se centra en averiguar si la combinación de sueros entre la primera y la segunda dosis mejora o perjudica la inmunidad alcanzada.
Tal y como informan desde El País las conclusiones del referido trabajo no estarán disponibles hasta el próximo mes de junio. El ensayo cuenta con 830 voluntarios de los que alrededor del 50% recibirá la segunda dosis transcurridos 84 días de la primera inyección. A pesar de esto The Lancet ha hecho públicos los resultados preliminares en materia de reactogenicidad provocada entre los voluntarios que recibieron la segunda dosis en un lapso de tiempo de 28 días.
La primera conclusión preliminar que encontramos es que las reacciones son diferentes en función del suero del que estemos hablando. En el caso de la vacuna contra la Covid-19 desarrollada por AstraZeneca, las reacciones se producen mayoritariamente con la primera inoculación mientras que, en el caso de Pfizer, estas aparecen tras completar la pauta con la administración de la segunda dosis. Lo más llamativo del estudio es que se multiplican los efectos secundarios comunes en aquellos que han recibido una combinación de dosis.
“Los resultados de este ensayo apuntan a que los planes de mezclar dosis podrían provocar un aumento de las faltas al trabajo al día siguiente de la inmunización”
Dentro de estos efectos sin duda el más recurrente es la fiebre. El 34% de los 110 voluntarios a los que se les administró una primera dosis de AstraZeneca y una segunda de Pfizer reportó fiebre sin alcanzar ninguno gravedad. Un dato que triplica el resultado en el grupo de los que han sido completamente inmunizados con dos dosis de AstraZeneca. Si atendemos a los voluntarios a los que se les inoculó primero una dosis de Pfizer y se completó la pauta con la vacuna de AstraZeneca, más del 41% presentó episodios febriles frente al 21% de los que recibieron dos dosis de Pfizer. En ninguno de los casos la fiebre superó los 39º.
Los resultados preliminares del ensayo indican que esta situación es extensible al resto de reacciones adversas producidas comúnmente por las vacunas. Los casos de dolor muscular, articular y de cabeza son el doble en el caso de los voluntarios que recibieron una combinación de dosis. Sucede prácticamente lo mismo con la fatiga, los escalofríos y el malestar general. El único efecto secundario sobre el que no existe diferencia entre ambos grupos es el dolor en el lugar de la inyección que se mantiene durante varias horas tanto para los que reciben dos dosis de una misma vacuna o una combinación de sueros.
Los responsables del estudio recalcan que ninguno de estos efectos se ha manifestado con carácter grave y nadie requirió hospitalización. En un plazo de entre dos y tres días desaparecieron. Cabe señalar que, aunque la ingesta de paracetamol no se contempló en el estudio, los investigadores lo recomendaron a los voluntarios indicando estos que les resultó beneficioso.
“Los resultados de este ensayo apuntan a que los planes de mezclar dosis podrían provocar un aumento de las faltas al trabajo al día siguiente de la inmunización”, manifiesta Snape a través de un comunicado en el que explica además que no se han producido problemas serios de seguridad como reacciones alérgicas o el desarrollo de trombos. En este sentido indica que todos los voluntarios participantes en el estudio son mayores de 50 años por lo que no descarta que en personas más jóvenes exista la posibilidad de que estas reacciones aumenten o se presenten con mayor intensidad.
En nuestro país el Instituto de Salud Carlos III se encuentra desarrollando un estudio similar con 600 voluntarios. Bautizado como “CombivacS” analiza la eficacia y seguridad de la administración de una segunda dosis de Pfizer en aquellos a los que se les ha inoculado ya una primera dosis de AstraZeneca.