El rápido crecimiento de personas infectadas con coronavirus a nivel mundial ha traído la sobrecarga de los sistemas sanitarios de forma general. Frente a ello, la mayoría de países han aprobado importantes medidas de aislamiento social, de rastreo de nuevos casos o de mejora de la higiene personal con el fin de reducir el número de contagios y aliviar con ello que crezca la presión sobre los sistemas de salud.
Pese a ello, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha lanzado una serie de recomendaciones a los países que pertenecen a este organismo con el fin de que estas instituciones sanitarias “sean más resistentes a las crisis” de gravedad similares a la provocada por la enfermedad Covid-19, que acumula a nivel mundial casi dos millones de contagiados.
"Más allá de los sistemas de alerta temprana y respuesta, los países pueden extraer datos de rutina para la vigilancia de enfermedades en tiempo real, ensayos clínicos y gestión del sistema de salud”
En primer lugar, Francesca Colombo, responsable del área de Salud de la OCDE, aconseja a estos Estados “fortalecer los mecanismos de vigilancia de enfermedades y las infraestructuras de información sanitaria”. Sobre este ámbito, recalca que “más allá de los sistemas de alerta temprana y respuesta basados en alertas y notificación de casos, los países pueden extraer datos de rutina para la vigilancia de enfermedades en tiempo real, ensayos clínicos y gestión del sistema de salud”.
En concreto, este organismo asegura “solo Finlandia, Estonia, Israel, Dinamarca, Austria, Canadá, Eslovaquia y el Reino Unido tienen una alta preparación técnica y operativa” para generar este tipo de información. Para que sea posible, Colombo precisa que requiere “más esfuerzos para eliminar las barreras técnicas y de gobernanza de datos que impiden el uso efectivo de dichos datos”.
SISTEMAS DE SALUD ADAPTABLES
En segundo lugar, esta experta sanitaria apunta la importancia de “contar con sistemas de salud adaptables” ya que buena parte de los países son “vulnerables a un aumento inesperado de la demanda” de asistencia. Por ejemplo, los países con un mayor número de camas de cuidados agudos en relación a la población son Japón, con 8 camas por cada 1.000 personas, seguido de Corea del Sur y Alemania.
La OCDE insta a los Estados a tener un "ejército de reserva" de profesionales sanitarios, un almacenamiento de equipos de protección; y camas que puedan transformarse para cuidados agudos
A este respecto, desde la OCDE subrayan la necesidad de establecer un "ejército de reserva" de profesionales sanitarios “que pueda movilizarse rápidamente”; el almacenamiento de “una reserva de suministros como equipos de protección personal”, y contar con un número de camas de cuidados “que puedan transformarse rápidamente en camas de cuidados agudos”.
COOPERACIÓN ENTRE PAÍSES
Por último, Francesca Colombo insta a a “fortalecer la coordinación entre países” tanto para coordinar una “respuesta internacional para la contención rápida” del virus como para “acelerar el desarrollo de diagnósticos, tratamientos y vacunas”. Por ejemplo, cita que la vacuna para Covid-19 “llevará al menos 18 meses” para que esté disponible.
Al mismo tiempo, señala que junto a un aumento de la financiación en I+D, es necesario “mantener dichos desarrollos si la epidemia finalmente desaparece, para que estemos mejor preparados para el futuro”. Así, una vez estén desarrollados, “los procedimientos para nuevos tratamientos y vacunas” resultarán importantes para proteger a la población rápidamente.