La población española no tiene del todo claro si las administraciones sanitarias deben obligar a todas las personas a vacunarse frente al Covid-19. Según refleja el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), con 3.660 entrevistas realizadas entre el 1 y el 13 de octubre, el porcentaje de quienes lo piden no llega al 50%.
En concreto, y ante el riesgo actual de contagio de coronavirus, un 48,9% de los encuestados considera que “sí habría que obligar a todos a vacunarse”. En comparación con encuestas anteriores, este dato aumenta apenas un punto y medio, cuando en septiembre se situaba en el 47,4%. Mientras, un 24,6% cree que “no habría que obligar a nadie” a vacunarse y un 23% indica que “depende de los casos”.
Un 30,2% de los encuestados opina que es necesario que se imponga el “uso obligatorio de mascarillas en interiores; el 66% pide que no se tomen más medidas de control o aislamiento
Por otra parte, un 32,6% de la población española apuesta por “obligar a vacunar” al personal sanitario, a quienes trabajan en residencias de personas mayores y quienes tienen profesiones con relación directa al público. Sin embargo, un 15,7% está en contra de ello y un 2,3% tiene dudas o “no sabe”.
Al margen de ello, un 30,2% de los encuestados opina que es necesario que se imponga el “uso obligatorio de mascarillas en interiores”. Además, un 65,9% cree que “podemos continuar como estamos” de forma que no se tomen más medidas de control o aislamiento mientras que un 20,2% sí que pide “medidas más exigentes”.
Poco a poco, también crece la sensación entre los españoles de que “lo peor ha pasado ya” en relación a la situación sanitaria ocasionada por la pandemia de coronavirus en España. Lo cree así el 81,1% de los encuestados. Por su parte, el 5,8% aún cree que “lo peor está por llegar” y el 5,3% considera que actualmente “seguimos en el peor momento”.
EL 97%, VACUNADO O DISPUESTO
De todas las personas entrevistadas por el CIS, el 97,1% afirma que ya se ha vacunado o que está dispuesto a hacerlo inmediatamente cuando le llegue su turno. Por su parte, un irrisorio 1% “no se fía de estas vacunas” y un 0,6% indica que no se vacunaría “por miedo a que tengan riesgos para la salud o efectos secundarios colaterales”.