La Comisión Europea ha aprobado este lunes una serie de directrices a los Estados miembros con medidas de gestión fronteriza “para proteger la salud y garantizar la disponibilidad de bienes y servicios esenciales”. Según ha confirmado la propia presidenta, Ursula von der Leyen, se ha propuesto restringir los “viajes no esenciales” a la Unión Europea durante los próximos 30 días.
Según la guía presentada, publicada tras mantener una videoconferencia con los ministros de Interior y Salud de la UE y con los presidentes del G-7, proponen que las personas (europeas o no) que quieran acceder al espacio Schengen estén “sujetas a controles sistemáticos fronterizos”, que pueden incluir controles de salud.
Tras las directrices de la UE, España ha decidido restringir el acceso por vía terrestre y no descarta cerrar el espacio aéreo y marítimo
Así, se permite a los Estados miembros “denegar la entrada a nacionales de terceros países no residentes cuando presenten síntomas relevantes o hayan estado particularmente expuestos al riesgo de infección y se consideren una amenaza para la salud pública”. En todo caso, se pueden aplicar medidas como “el aislamiento o la cuarentena” sin son más efectivas que la denegación, que si se produce debe ser “proporcionada y no discriminatoria”.
FRONTERAS INTERNAS
Junto a los controles en las fronteras exteriores, la Comisión Europea también permite a los Estados miembros “reintroducir controles fronterizos temporales en las fronteras internas si están justificados por razones de política pública o de seguridad interna, como reacción al riesgo que representa un enfermedad contagiosa”. Tras ello, España ha decidido restringir el acceso por vía terrestre y no descarta cerrar el espacio aéreo y marítimo.
No obstante, se incide en que los controles deben aplicarse “de manera proporcionada y con la debida atención a la salud de las personas interesadas” de forma que a las personas “claramente enfermas no se les debe negar la entrada”. Además, estos estados pueden “exigir a las personas que ingresen a su territorio que se sometan a un autoaislamiento o medidas similares al regresar de una zona afectada por Covid-19”.
Según la Comisión Europea, "a las personas enfermas no se les debe negar la entrada, sino que se les debe dar acceso a la atención médica”
GARANTIZAR EL ACCESO A LA SALUD
A pesar de estas restricciones, la Comisión Europea insta a los países a garantizar el acceso a una “atención médica adecuada” tanto en el país de llegada como en el de partida. No obstante, insisten en que “a las personas enfermas no se les debe negar la entrada, sino que se les debe dar acceso a la atención médica”.
Por otra parte, se insta a las autoridades sanitarias a “garantizar un número suficiente de personal capacitado” para realizar los controles; “proporcionar equipo de protección” para los profesionales sanitarios y aquellos trabajadores que no sean del sector; o “proporcionar información actualizada al personal de salud” y a responsables de seguridad, policía, aduanas, control portuario y servicios de limpieza.
Al mismo tiempo, se procederá a implantar medidas de detección que busquen evaluar la presencia de síntomas o la exposición al Covid-19 de los viajeros que llegan de las zonas o países afectados. Finalmente, se proporcionará información a los viajeros que lleguen o salgan de dichas zonas y se procederá al aislamiento de “casos sospechosos” y la “transferencia de casos reales a un centro de atención médica”.