Un equipo de investigadores ha puesto sobre la mesa que un uso universal de las mascarillas faciales podría desembobar en la capacidad de generar inmunidad contra el SARS-CoV-2, conocido como el nuevo coronavirus.
En un artículo publicado en la revista científica 'New England Journal of Medicine', estos elementos podrían ayudar a que las personas sean inmunes a la COVID-19, haciendo que el virus tenga una menor posibilidad de convertirse en patológico.
"Esta idea es bastante factible y se puede sumar a los efectos físicos protectores del enmascaramiento universal, mediante una estimulación de bajo nivel del sistema inmunológico del usuario cuando está expuesto a niveles bajos de SARS-CoV-2 en el aire"
De este modo, los especialistas entienden que el uso universal de las mascarillas faciales tendría como resultado, entre otras cuestiones, disminuir la gravedad del coronavirus, toda vez que aumentaría el número de infecciones asintomáticas entre la población.
Tal y como expresan los autores, si el uso de las mascarillas disminuye la gravedad de la COVID-19, es probable que favorezcan la inmunidad de toda población ya que, continúan, una carga viral reducida puede ser suficiente para generar una respuesta inmune, algo que consiguen las vacunas.
"Esta idea es bastante factible y se puede sumar a los efectos físicos protectores del enmascaramiento universal, mediante una estimulación de bajo nivel del sistema inmunológico del usuario cuando está expuesto a niveles bajos de SARS-CoV-2 en el aire, con lo que puede inducir una respuesta inmune pero sin ninguna infección ni enfermedad manifiesta”, ha señalado la doctora Mónica Gandhi, especialista en Enfermedades Infecciosas de la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos) y una de las autoras del artículo.